𓏲ꪆ 30 days of smut challenge ➜ hopega！

*10 › [ D i r t y T a l k ] ¡ ! ₊˚.༄*

TW: Omegaverse; verbal humiliation; fingering

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Hoseok estaba jodidamente cansado.

Irritado, frustrado, enfadado. Existía una gran cantidad de adjetivos para definir su estado anímico, pero "ira" era probablemente el sentimiento más cercano.

Joder, Yoongi estaba acabado con su paciencia.

Hoseok no era un alfa que pudiera definirse en desagradable. Muy por el contrario, era una persona carismática y energética, un buen estudiante con un promedio no tan perfecto pero favorecedor. La gente solía conversar con él por lo fácil que llegaba a ser sostenerle la plática y por lo ameno que eran las feromonas vivaces del alfa.

Pero Yoongi se volvió un dolor de culo.

Min Yoongi, un omega un año mayor que él, llevaba días incontables provocando pesadamente al menor. Pequeños guiños al cruzar miradas, mostrando su esponjoso trasero cuando "accidentalmente" tiraba objetos poco importantes, o sus carnosos muslos y caderas visibles, debido a que el uniforme de deportes se levantaba por la forma en que Yoongi se recostaba en el césped en su presencia. Susurros poco necesarios que mandaban una ola de calor al cuerpo de Hoseok, el lápiz entre sus delgados labios cuando se cruzaban por la biblioteca.

Un calienta pollas de primera.

Y Hoseok no iba a negarlo, el habría caído en los encantos de Yoongi de no ser porque el mayor lo retaba cada que podía.

"¿Seguro que eres un alfa?"

"Eres demasiado blando para ser un alfa."

"Tu Omega estaría tan decepcionado de conocerte."

En un principio, comentarios así no le habían afectado en lo más mínimo, pero a su alfa por supuesto que le lastimaba el ego. Ni el mismo podría explicar porqué su lobo aulla y lloriquea cuando ve al omega alejarse o tratarlo de formas tan despectivas y se negaba a creer que era porque sus lobos estaban destinados.

Pero había colmado su paciencia, intentando humillarlo públicamente al decir que un alfa como él jamás podría dar cachorros a un omega por lo inservible que parecía.

El silencio en el comedor de la escuela y las miradas encima de Hoseok fueron la gota que derramó el vaso. La sonrisa socarrona de Yoongi desapareció del lugar y Hoseok no dudó en salir en busca de él, empujando y alejando a cualquiera que le estorbe en su camino.

Jin y Taehyung intentaron hacerlo razonar antes de que saliera de la cafetería hecho una bola de bilis y furia, cosa que no funcionó en lo más mínimo.

El área apenas y estaban transitada, pues todos estaban en el anterior espectáculo que Yoongi armó, buscó por lo menos diez minutos, entre pasillo y pasillo y vio la cabellera rubia a un par de metros en la esquina del pasillo, adentrándose apresuradamente al baño de hombres.

Hoseok levantó su mentón, sus ojos brillaron en un rojo profundo y supo que acecharlo ahí, sería la mejor opción. Había más baños en el segundo piso y a nadie le afectaría que no estuvieran disponibles por un rato, menos sí colocaba el letrero de limpieza.

Llegó a paso firme, azotando tras de sí la puerta de los baños, colocándole seguro y analizando cada rincón del baño.

Su respiración se encontraba acelerada y sus puños cerrados, mientras algunas venas de su cuello comenzaron a exaltarse.

Supo que Yoongi había ingresado a un cubículo, pues el baño estaba vacío y solo se escuchaban suspiros en alguna parte.

—¡Sal a dar la puta cara, Min Yoongi!— bocifera golpeando y abriendo cada una de las puertas de los cubículos, como un asesino en busca de su víctima.