𓏲ꪆ 30 days of smut challenge ➜ hopega！

*13 › [ F i r s t T i m e ] ¡ ! ₊˚.༄*

TW: yg! fem; Heterosexual; excess fluff and a lot of context

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Yoonji y Hoseok se habían conocido en la secundaria hace 4 años aproximadamente.

A duras penas habían formado una hermosa amistad, sin embargo, ninguno había podido borrar la notoria atracción que sentían el uno por el otro desde el comienzo.

Ay, el amor.

Y no, lamentablemente nuestro héroe masculino de ésta historia no tuvo las bolas suficientes para declarse a la mayor, sino que fue la misma Yoonji quien confesó sus sentimientos en su 19no cumpleaños y Hoseok no tuvo más remedio que aceptar que el también moría por la rubia.

Yoonji jamás protestó o estuvo en contra de ser ella misma la que se declarara, pero Hoseok se la vivía avergonzado por no haber tomado las riendas de ello.

"Cómo si tuvieras la obligación", era la frase que Yoonji utilizaba con sarcasmo para volverlo a la realidad.

Pero algo que era innegable, es que ambos eran el primer novio formal del otro. Estaban descubriendo lo que era vivir el primer amor, realmente tierno, a veces inocente y a veces una tremenda patada en el cuello.

La pequeña Yoonji se encontraba acurrucada en los brazos del menor, mirando una serie extraña, pero que Hoseok sólo parloteaba de lo increíble que era durante toda una semana. Yoonji jamás podría negarle nada a los ojitos de cachorro de su chico.

Yoonji estaba ansiosa y la razón era más profunda de lo que parecía.

Yoonji sentía que iba a desfallecer en cualquier momento. ¿Cómo demonios le pediría a su hermoso novio que la desflorara con tanto cinismo? Yoonji pensó en que seducirlo con un par de prendas cortas haría el trabajo, pero Yoonji apenas y podía respirar con tranquilidad al tener a Hoseok a centímetros de distancia. Además, ella no era una fan de la ropa tan ajustada y corta, sería algo tan radical que hasta Hoseok notaría que algo anda terriblemente mal.

Y Yoonji despedazaría el autoestima que conservaba.

Pero una tercera persona influyó desmesuradamente.

Su mejor amiga Jimin había incrustado en su cabeza que era una experiencia que no podía seguirse perdiendo, pues no dudó en contarle sin tanto lujo de detalle sus actos carnales con su dadivoso novio Jeongguk.

Yoonji y Hoseok llevaban alrededor de ocho meses saliendo formalmente, sin nada de acción más que caricias y besos algo subidos de tono, pero ambos se detenían un momento, pues no era cualquier cosa, era un paso muy grande en su relación.

Yoonji no podía seguir siendo tan tímida y cohibida cuando más de una vez se había tocado pensando en lo bien que estaba su novio. No era algo que admitiera en voz alta.

Y ahí estaba, limpiando el sudor de sus manos en su bonita falda negra tableada. Se había esforzado en su atuendo, con una camiseta gris de manga larga que descubría sus dulces hombros y lechosas clavículas, sin olvidar sus preciados tenis negros que la hacían notar como Yoonji. Ese pequeño toque que no podría perderse.

No llevaba maquillaje, más que una capa suave de gloss rosáceo y sombra café en sus pequeños párpados; su corta melena rubia estaba rizada suavemente.

Cuando Hoseok llegó a su casa, analizó a Yoonji de pies a cabeza con sorpresa. La mayor se acercó, parándose de puntas y dejando un beso en la mejilla del más alto como saludo.