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Mi paciencia se está agotando.

Estoy a nada de ir a ver qué pasa con Jennie cuando veo la puerta del baño ser abierta. Eso hace que se me salga una sonrisa traviesa de pensar en todo lo que le haré a mi esposa cuando esté aquí en la cama conmigo.

Pero esa misma sonrisa se me borra de la cara lentamente al ver que sale del baño con su tierna pijama que conociste en un mameluco de unicornio.

Ella solamente me mira con una sonrisa tierna.

Mi cara es completo sock.

- ¿Por qué carajos traes tu pijama Jennie ? - Preguntó cuando se acerca a la cama y se mete en esta buscando el control remoto de la televisión. Voltea su mirada hacia mi escapando una risa de su hermoso rostro.

- Pues tú me dijiste que querías estar en la cama viendo una película, pero por lo visto no quieres ver la película - Dice recorriendo mi cuerpo con su mirada felina.

- Nini yo nunca dije que quería ver película esa fuiste tú la que dijo de la película-

- Ya se pero tú dijiste que estaba mejor en la cama así que bueno ya estamos aquí ahora veamos una película - Enciende el televisor poniendo Netflix. - Anda ven conmigo amor- La escucho decir cundo me levanto de la cama buscando mis bóxers.

- Te pasaste Jennie mira como me dejaste - Volteó a ella señalando mi entrepierna.

- Amor yo no dije que quisiera tener sexo esta noche dije que quería ver una película, ven acostarte conmigo a ver la película, te das una ducha con agua fría y ya quedo como si nada hubiera pasado - gatea a mi sobre la cama hasta llegar a la orilla - Por favor - Hace pucheros que ella sabe tienen efectos en mi.

Accedí pero sigo un poco molesta con ella por hacer que yo creyera que íbamos a tener acción.

Me acosté en la cama y en pocos segundos sentí que se acercaba a mi para acurrucarse, en mi pecho colocó su cabeza rodeándome con sus brazos la cintura, yo por otra parte la rodeó con mi brazo atrayéndola a mi.

Seleccionó la película y comenzamos a verla.

Al terminar la película no supe que mosca le pico pero comenzó a besarme como si su vida dependiera de ello, yo la verdad no me quejé pues aún mi amigo estaba de fiesta en las alturas.

Se puso arriba de mi con cada pierna de ella a cada lado de mi cadera. Hizo que nuestras intimidades estuvieran juntas solamente había la barrera de su pijama y mi bóxer que eran muy delgados.

Mis manos las pase por sus hermosos muslos acariciando los en el acto para después posarlas en su cadera y tratar de hacer presión en nuestras intimidades.

Seguimos por un tiempo así besándonos en esa posición solo que ahora Jennie haciendo un movimiento de cadera de arriba a bajo y en círculos. Ella sabe que eso me vuelve loca.

Tomé fuertemente a Jennie de la cadera para girarla haciendo que ahora ella esté de espalda a la cama.

Bajé a su cuello dejando besos húmedos en la zona y una que otra marca pues sabía que eso la volvía loca.

Una de mis manos traviesas comenzó a bajar el cierre de su mameluco hasta la cintura, después metí la mano para tocar su delicada y tierna piel que me encantaba.

Lleve mi mano a uno de sus pechos para masajearlo tiernamente disfrutando del momento sin hacerlo rápido, pues quiero que esto duro un buen rato.

Ella tenía sus manos muy bien sujetadas de mi cabello, estás se escondían ahí. Sus piernas estaban bien enganchadas en mi cadera.

Me separé de ella e hice que se levantara para poder quitar el pijama por completo. Pase mis manos por sus hombros para bajarla después lo quite de sus hermosos pies y lo aventé por ahí.

Volví a su cara para besarla mientras desprendíamos pasión por los poros de nuestra piel. Cuanto extrañe estar así como ahora con ella.

Volví a besar su cuello, su pecho, ahí me quede unos minutos para atenderlos como se debía por encima de la tela, después le quite el sostén.

Con mi boca tomé uno y lo lamía haciendo círculos con mi lengua alrededor de su rosado pezon que se encontraba sumamente erecto. El otro ceno lo masajeaba con la mano. Después cambien de posición.

Al ya haberles dedicado tiempo bajé hasta su abdomen dejando besos en el camino, sentí a cómo Jennie soltaba pequeños gemidos y me tomaba de los hombros. Subí mi mirada a su cara y pude percibir que tenía los ojos cerrados una respiración entrecortada y su piel muy caliente.

Roce mi mano en su zona íntima sobre la tela. Y pude percibir un gemido salir de su apetitosa boca.

Seguí con mi trabajo, tomé el borde de las bragas de Jennie con mis manos y fui quitándolas lentamente mientras dejaba besos en la zona despejada.

Al retirarlas completamente admiré lo hermoso que se veía el cuerpo de una bella dama sobre la cama con una ligera capa de sudor sobre este. Su pecho subía y bajaba.

Dirigí mi mirada a la suya y pude ver que estaba completamente llena de lujuria, pasión y amor.

Me coloqué encima de ella para besarla apasionadamente en los hermosos y carnosos labios que se encontraban rosados de tanto besarla.

Aún besándola arrastro mi mano derecha por sus pechos solamente rozando su pezon, pasando por su abdomen, al pasar por aquí siento como Jennie se retuerce debajo de mi.

Pero ahí no se detiene mi mano, bajando un poco más hasta que mi dedos se encuentran con su manojo de nervios provocando que esta abra un poco más las pierna y se retuerza aún más soltando pequeños gemidos junto a respiraciones entrecortadas.

Lleve dos de mis dedos hasta su entrada que está muy mojada, me decidí por meterlos ya.

~LISA~ Dijo Jennie soltando un gemido que fue música para mis oídos al momento de meter por completo mis largos y delgados dedos. Metía y sacaba despacio.

Volví a besarla, nuestras lenguas rosándose cada vez que queríamos más de la otra. Acelere mis movimientos de mis dedos dentro de ella, afuera y a dentro, esto hizo que me ella me mordiera mi labio cuando llego a su orgasmo.

Le di un último beso en los labios para después sacar mis dedos de su interior.

GRACIAS POR LEER

Ramo de violetas -Jenlisa G!P (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora