Problemas

1K 86 13
                                    


2036

Amelia iba conduciendo tranquilamente, mientras en el asiento de atrás las mellizas iban discutiendo sobre quien debía de quedarse la camiseta que su hermana mayor ya no quería. Lúa iba sentada de copiloto mirando cabizbaja el móvil.

- Mami, me duele mucho la tripa y la cabeza. ¿Me puedo volver a casa contigo?

- Lu, pero si hace un momento estabas bien. ¿Pasa algo? ¿Tienes examen y no te has acordado? – decía Amelia mientras tocaba la frente de su hija en busca de fiebre.

- Te prometo que me encuentro mal. Sabes que nunca falto, por un día que me encuentre mal y no vaya no va a pasar nada.

- Mami, entonces yo tampoco quiero ir a clase – secundaban Iria y Valeria desde los asientos traseros.

- No, no. Vosotras a clase, Lúa se queda hoy en casa conmigo, como excepción. Además, Val tienes examen, que no se me ha olvidado.

Cuando por fin llegaron al colegio, Iria y Valeria se bajaron con Amelia, que las despidió con un beso en la frente a cada una. Recordándole a Valeria un par de cosas del examen y deseándola así suerte.

- Lu, ¿segura que no vas? ¿sigues encontrándote mal?

- Sí – contestó escueta.

- ¿Ha pasado algo, cariño?

- No y deja de preguntar, solo me encuentro mal y ya está – gritó Lúa mientras buscaba los cascos y se los ponía para no escuchar más a su madre.

- Perdón – susurró Amelia a la par que intentaba acariciar el brazo de su hija y ésta se apartaba.

El camino de vuelta a casa se le hizo eterno a Amelia. Normalmente, en el coche siempre había puesta música o tenía de fondo a sus hijas o a Luisita hablando, pero hoy solo había silencio.

Desde hace un par de semanas, había notado a su hija mayor como más distanciada, pero lo de hoy solo le había confirmado que había algo más que los cambios de humor de una adolescente. En su mente iba pensando cómo hacer que su hija contase lo que la pasaba.

- Ya hemos llegado, cariño. ¿Te bajas o prefieres quedarte un rato sola? - Lúa abría la puerta tan tranquila y siguiendo a Amelia subía con ella en el ascensor.

- Uy, ¿qué hacéis las dos aquí? – decía Luisita sorprendida mientras daba un sorbo al café.

- Me encontraba mal, pero ya me voy a acostar. No pasa nada, estoy bien.

- Lu, pero no quieres

- ¡Qué no quiero hablar! Ya te lo he dicho mil veces desde que me lo preguntaste la primera vez, joder – gritó Lúa, mientras se dirigía a su habitación y cerraba con un portazo.

Luisita seguía mirando la escena desde un segundo plano, intentando comprender que había pasado en el camino de ida y vuelta.

- No sé qué he hecho mal, pero no confía en mí. La pasa algo Luisita, y no soy capaz de entender qué es.

- ¿Quieres que vaya a hablar yo con ella? – preguntó Luisita mientras ahuecaba las mejillas de Amelia para dejarla un pico en los labios.

- Por favor, a lo mejor a ti te cuenta algo.

Amelia en nada se tenía que ir al trabajo, así que pensó que lo mejor era dejar tiempo a solas a Lúa y a Luisita a ver si así les contaba algo. Mientras que a Luisita hoy la tocaba trabajar desde casa. Las dos se despedían con un breve beso en los labios y la rubia repasaba mentalmente como iba a hablar con su hija.

Luimelia One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora