Catalina

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2019

- ¡LUI! – Catalina corría por todo el patio del colegio para lanzarse en los brazos de su hermana mayor.

Este fin de semana Catalina lo iba a pasar con Luisita y Amelia. La más pequeña no había parado de hablar sobre lo emocionada que estaba de pasar tiempo con las dos. Desde que Amelia había ido por primera vez a casa de los Gómez dos años atrás Catalina había establecido un vínculo maravilloso con ella.

- ¿Amelia dónde está? ¿Ya no vamos a pasar el finde con ella? – comentaba preocupada la pequeña mientras caminaba de la mano de Luisita.

- Está trabajando cariño, pero podemos ir a recogerla ahora y merendar las tres juntas.

- ¡Sí! Mira, se me está moviendo este diente muchísimo, tata.

- Hala eso es que va a venir el Ratoncito Pérez en nada.

Mientras iban las dos hasta el teatro de Amelia, Catalina le iba narrando toda su semana y como había peleado esta mañana con Ciriaco por los cereales de chocolate. Sin darse apenas cuenta las dos ya habían llegado al teatro y pasaron en busca de Amelia, que según los cálculos de Luisita ya había terminado su ensayo de hoy.

- Catalina, no corras – intentó imponerse Luisita en vano viendo como su hermana corría por todo el pasillo del teatro para terminar en brazos de Amelia.

- Pero si está aquí la niña más guapa del mundo – Amelia dejó un par de besos en su frente - ¿Qué tal el cole?

- Super bien, pero llevo todo el día esperando para estar contigo y con Lui todo el finde.

- Hala, que ilusión Cata, ¿y tu hermana dónde está?

- Venía detrás, es que es muuuy lenta – respondió dramáticamente, lo que provocó que Amelia estallase en carcajadas.

- Qué bien os lo pasáis sin mí.

- Cariño – dijo Amelia mientras dejaba a Catalina en el suelo y unía sus labios con los de Luisita – Cata me estaba contando que eres muuuy lenta.

- Oye, no me gusta que os aliéis contra mí – respondió Luisita con un tono infantil.

- Parece que este finde voy a tener dos niñas en casa. Anda, termino de recoger esto y nos vamos, ¿vale?

Amelia besaba otra vez a Luisita antes de alejarse al otro lado del camerino y terminar de recoger con ayuda de Catalina.

En menos de media hora iban las dos de la mano con la niña en medio. Amelia y ella iban jugando al veo veo, mientras que Luisita simplemente se dedicaba a observarlas en su mundo.

- Luisi, que te toca – llamaba su atención Catalina.

- Cariño, ¿estás bien? Que te has quedado en Babia.

- Sí, sí, solo estoy cansada.

- Es que Luisi tiene la cabeza en el cielo, lo dice mamá a veces.

- Se dice en las nubes, y eso es mentira -decía Luisita riendo levemente- Estaba pensando en mis cosas, pero os estaba haciendo caso.

Amelia miró a Luisita y acarició con cariño su brazo. Estos últimos días, Luisita había estado bastante agobiada con el trabajo y no eran pocas las veces que se quedaba sumergida en su mundo pensando en sus cosas. Es por eso, que las dos llegaron a la conclusión que pasar con Catalina el fin de semana era lo que podría hacer que Luisita desconectase un poco y saliera de la rutina. Además, así también ayudaban a los Gómez a pasar un par de días más tranquilos y relajados.

Luimelia One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora