Recuerdos

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2020

- Luisita, no.

- Amelia, por favor – suplicaba Luisita mientras ponía su mejor cara de pena.

- No Luisita, ¿cómo quieres que te lo diga? La doctora ha dicho que no puedes tomar más chocolate, que tienes que controlar tu peso.

- Ah, te parecerá bonito llamarme gorda.

- Luisita, no vayas por ahí porque sabes que yo no he dicho eso. La doctora solo dijo que con el embarazo

- Me da igual el embarazo, solo quiero un cuadradito de chocolate.

Luisita empezaba a llorar levemente, estaba harta de estar embarazada. Amelia contó mentalmente hasta tres y limpió con cuidado las lágrimas que descendían por las mejillas de Luisita.

- A ver, un cuadradito de chocolate pero luego nos vamos de paseo, ¿trato?

- Pero Amelia

- ¿Trato?

- Vale, pero no mucho tiempo de paseo. Es que Amelia tu no sabes lo que es tener esta barriga, todo el mundo me mira y no me puedo ni agachar. Es horrible – decía mientras un par de lágrimas volvían a descender.

- Luisi, ya está, cariño. Te entiendo, no pasa nada. Un trocito de chocolate y un ratito de paseo.

Amelia le daba a Luisita el trocito que la había prometido y sonreía viendo la cara de felicidad de su novia. Mientras que Luisita disfrutaba contenta del chocolate, Amelia terminaba de ordenar la cocina. En estas últimas semanas de embarazo, Luisita había pasado la mayor parte del día tumbada en el sofá o en la cama, Amelia había preferido evitar el conflicto porque entendía el cansancio de Luisita. Pero en cuanto fueron al médico la cosa cambió un poco.

Flashback

- Bueno Luisita, pues el bebé está perfecto. ¿Me dijisteis que no querías saber el sexo?

- Sí, sí. No queremos saberlo – se adelantaba Amelia a contestar, mientras que Luisita seguía mirando el monitor.

- Se parece a ti Amelia – susurraba como si fuese un secreto, mientras que la doctora las dejaba un poco de intimidad para que Luisita se arreglase – tenéis la misma carita.

- Pero si solo se ve el contorno, cariño.

En cuanto Luisita terminó de arreglarse, las dos se sentaron enfrente de la doctora que comenzó a hacer preguntas a Luisita sobre su alimentación y como se sentía. Después de pesarla y comprobar que todo lo demás estaba bien. Únicamente le pidió que controlase un poco su peso, había aumentado un poco más de lo que debería estas últimas semanas, por lo que la recomendó pasear mucho. Las dos se dirigían al coche, mientras que Luisita no paraba de quejarse.

- Amelia es que me ha llamado gorda. La has escuchado – decía Luisita mientras empezaba a hacer un puchero.

- Luisita, no ha dicho eso cariño. Solo ha dicho que te vendría bien andar y controlar un poco las comidas. Eso es fácil quitamos el helado de chocolate y las galletas de chocolate y ya estaría.

- Pero yo quiero comer eso – protestaba Luisita.

- No sabía yo que iba a tener dos bebés en casa a la vez – la picaba Amelia mientras dejaba un beso en su frente.

Luisita intentaba atarse las zapatillas sin éxito, pero se negaba a pedir ayuda. No quería sentirse aún más inútil que lo que llevaba sintiéndose desde hacia semanas, debido a que cualquier actividad por pequeña que fuese la cansaba y la hacía terminar pidiendo ayuda.

Luimelia One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora