Sus ojos miraban bajo el lente de la confusión como la doncella irradiaba su don mientras sostenía el arco que apuntaba a la mujer demonio que le daba la espalda y su corazón caía en el vacío conforme ella caminaba.
-No eres digna ante mí. Mirate... tan insignificante.
En un sólo movimiento lanzó a Petra, el golpe fue tan duro que su sangre comenzó a brotar.
-Una simple mortal... ¿Acaso es una broma?
-No importa lo que digas, protegeré a Levi de ti.
-¿Por qué?Mikasa se acercó a ella y la levantó del pelo con rudeza.
-Defiendes al hombre que rechazó tus débiles intentos, el hombre que jamás tendrás porque sólo me ama a mí.
-Defiendo a Levi simplemente... a quien amo aún si no corresponde. ¡Él no es tu jueguete!Clavó en su pecho la punta de la flecha bendecida por la luz que de ella emerge. Pesé a la quemadura que está provocó la seguridad de Petra aún pendía de un hilo.
-Prometiste cuidar de él pero en cambio has traicionado a alguien que siempre fue sincero contigo. ¿Por qué? ¿Por qué romper su corazón?
-Tú no sabes absolutamente nada, estúpida mocosa.
-Querías asegurar tu victoria... pero no tendrás nada.
-Muere... maldita hija de la luz.Mikasa clavó sus garras en su costado produciendo un dolor inimaginable que se extendería hasta su último segundo de vida. Eran los gritos desesperados de Petra los que despertaron a Levi de su estado lamentable.
-Tú... ¿Qué me hiciste? - temblaba y se retorcía en el suelo.
-Es un regalo, querida.Su sangre se contaminaba lentamente, haría que el dolor la enloqueciera hasta hacerla colapsar.
-Y mi agradecimiento.
La flecha con la que fue herida fue la misma que Mikasa clavo en su ojo derecho.
-Cuando te llenas de dolor esa estúpida mirada inocente se desvanece. Ya no eres tan bonita y tampoco tan valiente.
Mikasa estaba dispuesta a retirarse pero tras darle la espalda sintió como las manos de la chica se aferraban a sus piernas para hacer un último esfuerzo por detenerla.
-Ya basta, Mikasa.
-No sabes nada, tan sólo espera tu muerte.Mikasa se elevó en el cielo para buscar a Levi pero ya no estaba.
-Cobarde. No te merecías el aprecio de nadie después de todo.
Dispuesta a destruir el reino y la gente que tanto odia llamó a su dragon para extender su caos.
-Si no apareces, carga con el sufrimiento de tu reino. Te esperaré mi amado en el lugar donde me prometiste todo - dijo acompañada de una risa maliciosa.
Él sin embargo corría junto al débil cuerpo de su compañera de infancia que luchaba por unos minutos más.
-Petra... por favor... perdóname - las lágrimas caían y la sangre seguía derramandose.
-Estás aquí... tonto- apenas decía - aún creo en ti... liberalos...
-Es mi culpa, si tan sólo yo...
-Tu amor por ella, eso te hace dudar pero debes recordar quien eres y entender quien es ella.Una vez más el dolor la recorrió repentinamente y comenzó a convulsionar. Él la llevó en brazos al único lugar donde aún podría tener esperanza.
-No te dejaré morir, Petra.
Para cuando pudo llegar con ella, Petra ya había perdido la cordura.
-¿Puedes salvarla?
Historia comenzó a tocar el cuerpo helado de la joven y comprendió la gravedad de sus heridas.
-No hay garantía pero lo intentaré.
Un poco de luz en medio de la oscuridad, sin embargo curar a Petra dejó en mal estado a Historia que de pronto perdió la sensibilidad en una de sus palmas antes de tener un peor desenlace se detuvo y llorando dijo a Levi.
-No puedo sanar sus heridas... el veneno seguirá haciendo daño en su cuerpo hasta que el demonio que lo ocasionó muera. Levi sabes lo que debes hacer.
Levi miraba a ambas, la chica de cabello rubio llorando y a su compañera inconsciente con las heridas aún abiertas. Recordaba sus gritos de dolor y como Mikasa sin ningún remordimiento lo miraba.
-Levi esa herida en tu rostro fue por ella. ¿No es así?
-Tsk...
-Debes actuar rápido o nisiquiera tú podrás detenerla. Sabes quien eres y cual es tu deber como hijo de la luz.No dijo otra palabra, sencillamente salió de la habitación donde se resguardaban y se dirigió a aquel lugar especial donde la muerte de alguno ya estaba pactada.