En un rincón oscuro, en la rigidez del suelo la sangre se derrama pacíficamente y sus latidos débiles nublan su juicio.
Días antes...
-¿Un arco? ¿Al menos sabes usarlo?
-Sí, sí... no te preocupes por eso.
-No me gusta gastar mi energía en tus juguetes.
-Uhm como no soy él...
-¡Eso no tiene que ver!
-Mírate... nisiquiera dije nombres y tú ya das por hecho que hablo de Levi.
-Fui elegida para servirle a él.
-Petra dime algo... ¿Lo sigues por convicción o por amor?
-Uff... para qué mentir si lo sabrás por tus propios medios- dice rendida - él me dio esperanza, una razón para alegrarme de estar viva y en todos estos años creciendo cerca de él... yo simplemente caí enamorada.
-Tu tono se siente amargo.
-Él está con ella ahora, se casaran y serán felices - su mirada se distraía en el metal y el fuego- es lo justo, él es un rey y ella una reina poderosa, si unen sus fuerzas acabarán con la oscuridad. Es ella la indicada para él.
-¿Por qué tú no? - cuestionó sin más - eres una hija de la luz como él.
-No somos iguales a pesar de eso, no soy más que un herrero y una doncella cualquiera. Lo acepté hace mucho.
-Petra... no es el final. No debes rendirte...
-Lo amo en secreto, lo amaré más que a nadie pero esa verdad sólo me pertenecerá a mí.
-Ya veo... no extingues tu llama por nada.
-¿Eh?
-Nada, nada.
Ella fabricó el arco días después y lo entregó a Floch sin saber exactamente el fin pero como otra arma solicitada por los bendecidos de la luz, esta portaba la bendición. Todo lo que restaba era situar las condiciones para seguir con su plan.
Mientras Mikasa vigilaba de cerca a su enemigo particular, Floch la observaba a ella despejando sus dudas personales al mismo tiempo que los hacía parte de su juego y lo más importante ¿Podría cambiar su deseo por destruir a Levi? ¿Podría darle una ventaja al rey cuando la guerra iniciara?
Actualmente...
-Al menos dudará, espero que no te equivoques... mi reina.
Agonizaba en el suelo mientras la esperaba tal y como acordó anteriormente.
-¡Floch! - unas cálidas manos se posan sobre su carne- traeré ayuda sólo espera.
-Sabía que vendrías a tiempo.
-¿De qué hablas?
-Petra... todo va a comenzar ahora.
El joven se levanta con ayuda de ella y busca acercarse a la ventana para admirar la noche silenciosa antes de que el caos inicie.
-Debo curar tus heridas.
-En el baúl.
Estaba preparado para recibir ese ataque pero ¿Será suficiente su sacrificio?
Petra no pierde el tiempo y comienza a tratar las heridas que el demonio ha dejado. Siente el peso en sus recuerdos tristes de la noche sangrienta en que perdió a su hermano, es como un déjá vu.
-¿Cómo pasó?
-Los demonios ya vienen.
Sus sentidos se aturden y todo se vuelve un caos dentro de su mente. Era la respuesta que no quería escuchar.
-No puede ser...
-Levi ya lo sabe.
Ella corta el vendaje con extrema dificultad tras recibir la noticia.
-Debo ir con él.
-No, Petra ese no es tu deber.
-Soy una hija de la luz, debo servir en la batalla hasta mi último aliento.
-Sólo somos piezas de soporte, él único elegido es Levi... No hay más que hacer. Has ofrecido la espada y yo información todo lo que nos queda es mantenernos con vida.
Ella se suelta a llorar golpeando el puño sobre el suelo porque de cierto modo él tiene la razón, resultado de su don.
-Buscaré ayuda, no puedo dejarte así-
-Antes de eso, necesitas saber algo.
Si su llama se extingue... toda arma fabricada con sus manos fallará irremediablemente.
-Mikasa es un líder demonio.
-Eso lo explica todo- tomó el arco del suelo- Él estará bien. ¿Verdad?
-Sí, está debilitada por el desgaste de su poder dentro de nuestro territorio.
-Levi acabará con esto. ¿También crees en él?
-Sí... eso quiero creer pero todo dependerá de Levi.
-Él sabe la verdad sobre ella?
-No.
-¿Qué? - reaccionó alarmada- ¿Cómo pudiste ocultarlo?
-Es sólo que...
-Él no estará preparado para eso, sabes que la adora si lo sabe de último momento...
-Es sólo que la verdadera batalla no es entre ellos.
-¿De qué rayos hablas?
-Sólo somos peones. ¿Puedes entender eso?
-¿Peones de qué?
-Lo has olvidado.
-Hablaremos después tienes que ser atendido por un médico pronto.
-Sí... eso estaría bien, aún debo seguirle las órdenes.
Ella lo mira con preocupación, se ha quedado inconsciente finalmente y su vida se encuentra en grave riesgo de seguir así.
Mientras tanto Levi se dirige al borde de reino para esperar el momento en que se enfrente al enemigo de su señor. Esta es la noche en que sólo un bando se levantará en gloria.
