Capítulo 5

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—Tíos, ahora no, fuera. —Ordené con mi la voz de alfa, haciendo que les resultara inútil desobedecer, por lo que me miraron con el ceño fruncido y salieron de mi casa, dejé a Nala sobre el sofá y dejé su mochila en la habitación. —¿Quieres comer algo?

—No, gracias. —Susurró Nala totalmente sonrojada, volvía a comportase tímidamente, cogió un cojín y se tapó la cara, me senté a su lado y la abracé con cuidado.

—¿Qué te pasa? —Pregunté con cuidado, me hacía gracia verla así, cuando hace unos momentos se aferraba a mí con fuerza, Nala apretó más el cojín contra su rostro.

—No sé porque me he abrazado a ti de esa manera, lo que pasa es que me siento extraña a tu lado. —Dijo Nala con la voz amortiguada por el cojín, así que se lo quité y la subí a mi regazo, Nala puso su cara en el hueco de mi cuello y hombro y respiró sin pudor mi aroma.

—No tienes que tener vergüenza de lo que sientes, yo también lo siento, y en vez de encerrarlo, lo abrazo, por eso estoy contento de que acudieras a mi hoy cuando te has sentido mal. —Dije acariciando su largo cabello, creo que nunca había estado tan en paz y a gusto como en este momento, y Nala parecía pensar lo mismo, ya suspiró y se apoyó aún más en mi pecho. No sé el tiempo que pasó, pero noté que mi impronta se había quedado dormida sobre mí, por lo que me acomodé mejor en el sofá y acaricié su cabello y espalda, no tenía prisa por hacer nada más que estar con ella sobre mí, descansando, en paz y totalmente a salvo. Pero mi teléfono comenzó a sonar y lo saqué con dificultad de mi bolsillo, pero Nala ni se despertó, solo se acomodó sobre mi cuerpo como una gatita y siguió durmiendo.

—¿Sí? —Respondí sin ver la pantalla.

—¡Hola Jake! —Exclamó mi hermana Rachel totalmente feliz, se le notaba en la voz.

—Hola, Rach. —Dije sin ganas de hablar con ella, el cotilla de Paul seguramente ya la habría contado sobre Nala.

—Esta noche vamos a cenar todos juntos, trae a tu impronta. —Dijo rápidamente y colgó. No me dio la oportunidad de decir que no, ¿por qué no podía ser hijo único? Mi teléfono volvió a sonar, por lo que lo cogí con rapidez para que no despertase a mi Nala y respondí cabreado, seguramente fuera Rachel de nuevo.

—Maldita sea, Rachel, no voy a llevar a Nala hoy. —Dije cabreado contra la línea, no quería que la diera un ataque de timidez, y, además, prefería tenerla solo para mí.

—¿Jake? Soy Bella. —Dijo mi mejor amiga desde el otro lado de la línea.

—Bells, ¿cómo estás? —Pregunté feliz de hablar con ella. —¿Cómo está Seth?

—Bien, todos estamos bien, pero te llamaba para avisarte, hay rumores de que hay un aquelarre que quiere acabar con tu manada, lo hemos escuchado en Manchester, así que ten cuidado. —Dijo Bella totalmente seria, por lo que tomé su aviso con seriedad, ya hablaría con la manada y el Consejo para estar alerta. —¿Y quién es Nala?

—Gracias por el aviso Bells, y Nala es mi impronta. —Contesté con una estúpida sonrisa en la cara, si, tener a mi impronta me hacía totalmente feliz.

—Vaya Jake, enhorabuena. —Dijo Bella con emoción en la voz, pero se escuchó un ruido de fondo. —Tengo que colgar, Seth y Nessie la han vuelto a liar, adiós.

Escribí en el grupo de la manada que tenían que volver a mi casa, tenía que informarles que estábamos en código rojo por posible chupasangre, todos contestaron que vendrían rápidamente, por lo que tumbé a Nala en la cama con mi camiseta usada, así mi aroma la relajaría, me puse otra y salí a la cocina cuando entraron todos.

—Tíos, tenemos un problema.

La imprimación del Alpha  |JACOB BLACK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora