La manada al completo escuchó el problema que se nos venía encima, ese maldito aquelarre quería acabar con nosotros, y no estábamos dispuestos a permitirlo. Mientras hablábamos de la mejor forma para establecer las guardias y proteger la Reserva, pude escuchar a mi dulce Nala despertar.
—¿Jake? —Preguntó en un susurro, pero la escuché perfectamente desde la cocina, por lo que, ignorando las miradas de la manada, me dirigí con rapidez hacia el cuarto y vi a mi pequeña sentada en el medio de mi enorme cama, haciéndola verse pequeña y preciosa, sobre todo por su pelo revuelto y usando mi camiseta como pijama.
—¿Qué ocurre, Nala? —Pregunté tras salir de mi estupor de haberla visto tan guapa, y me senté a los pies de la cama, ella se sonrojó y miró hacia abajo, creo que intentaba armarse de valor, porque unos momentos después, vino hacia mí y subió a mi regazo.
—Te echaba de menos. —Susurró al mismo tiempo que escondía su rostro en el hueco de mi hombro y cuello.
—Yo también, pero tenía asuntos con la manada, pero ahora que te has despertado, puedo echarlos si lo deseas. —Dije con una sonrisa enorme, me alegraba que se estuviera abriendo tan rápido conmigo y que aceptara tan fácil sus sentimientos hacia mí, y por una vez en mi vida, no me sentía solo o el tercero en una pareja.
—¿La manada al completo está aquí? —Preguntó mientras la notaba abrazarse más a mi cuerpo, y aún sobre mí, me parecía pequeñita y como si fuera de porcelana, creo que aún no quería conocer a mi manada.
—Si, pero no tienes que conocerlos si no quieres. —Susurré entre su cabello, aunque sabía que todos estaban escuchando. —Había pensado en cenar algo especial esta noche.
—¡No! —Exclamó Paul mientras entraba con fuerza en la habitación, y por poco rompía la puerta. —Rachel quiere conocer a Nala esta noche, y si Rachel quiere algo, y está en mi mano conseguirlo, lo hago.
—Paul, tranquilo. —Dije mientras notaba a Nala tensarse sobre mí, aunque también parecía divertida por la entrada de Paul. A mi lobo no le había gustado que otro lobo hubiese entrado de esa forma asustando a nuestra impronta. —Si Nala no quiere...
—No pasa nada, iré. —Susurró Nala mientras levantaba la mirada de mi hombro.
—No tengas miedo de Paul, cariño. —Susurré mientras la acariciaba con suavidad la mejilla, y pude escuchar a mi espalda risas, así que cogí a Nala en brazos y al girarme vi a toda la manada en la puerta, menos a Paul, que estaba en el cuarto, pero se estaba alejando con los brazos en alto, creo que mi mirada no era amistosa.
—Dile a Rachel que a las nueve estaremos ahí, así que ahora, Leah y Quil perímetro interior, Jared y Paul exterior. —Dije mientras los hablaba con el tono de alfa que solía detestar, pero ahora que mi impronta estaba incómoda, me estaba gustando, pero como los veía que querían conocerla, decidí presentarla cuanto antes. —Chicos, id al salón.
Todos salimos al salón y dejé en el suelo a Nala, que me miró con miedo, pero la sonreí y la di un beso en la frente mientras me imaginaba como sería besar sus labios, Nala sonrió y me cogió mi mano gigante con la suya, que era realmente pequeña junto a la mía, siempre me sorprendía la diferencia entre nuestros tamaños. Fuimos ambos de la mano hacia el salón, donde todos estaban mirando expectantes, y al ver a Nala, todos sonrieron de forma amistosa, incluso Leah, así que respiré tranquilo y me coloqué frente a ellos.
—Tíos, os presento a mi impronta Nala, Nala, esta es mi manada. —Dije mientras sonreía orgulloso de que vieran lo espectacular que era mi impronta, ella se sonrojó y levantó una mano para saludar a todos. —Estos son Quil, Embry, Paul, Jared y Leah. Collin y Brady están vigilando, los conocerás otro día.
—Hola, es un placer conocerte. —Dijo Leah con una gran sonrisa, y todos nos quedamos alucinando, ¿desde cuándo Leah Clearwater era amigable? Pero nadie pudo decir nada, ya que se escuchó un aullido en la lejanía.
Todos salieron corriendo al bosque, pero yo no quería dejarla ni quería separarme de mi impronta, las primeras semanas es imposible que el lobo se aleje de su impronta, pero era el alfa y tenía un deber.
—Me tengo que ir, cariño. —Dije mientras la abrazaba con fuerza. —Nos han avisado de que hay problemas...
—Jake, si quieres me quedo con ella para que estés tranquilo. —Dijo Leah, no me había dado cuenta de que ella estaba aún aquí, así que asentí y abracé un poco más a Nala, que me miraba con su mentón temblando, era evidente que intentaba no llorar, y eso me partió el corazón. Pero me puse a correr mientras pensaba en el dolor que sentiría Nala al separarse de mí, aunque mi dolor era mayor, ella no debía sufrir nunca.
Jake, había dos chupasangres vigilando la Reserva, y al vernos se han ido corriendo. —Dijo Collin mientras notaba a los demás colocarse tras de mí en posición de V, por lo que llegamos pronto donde se había divisado a los intrusos y vimos una nota clavada a un árbol.
<Chuchos inmundos, disfrutad de vuestras improntas, que pronto serán parte de nuestra dieta, deberíais pensado antes el haber ayudado a los Cullen a la hora de matar a Laurent y Victoria.>
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La imprimación del Alpha |JACOB BLACK|
FanficRE - SUBIDA Jacob Black se convierte en el alpha de la manada Quileute, y junto al Consejo, consigue encontrar a su impronta. TWILIGHT SAGA - LA MAYORÍA DE LOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHENIE MEYER Nevada331