Mi manada corría a mi lado, apoyándome mentalmente, el dolor en mi pecho iba disminuyendo por cada paso que daba hacia la cueva en la que estaba Nala, se supone que ahí estaban los demás chupasangres de este aquelarre.
Leah, ¿cuánto falta? —Pregunté cuando apareció frente a nosotros la montaña que nos había dicho Carlisle.
Es ahí, la cueva que está al pie de la montaña. —Contestó pensando en el mapa que habíamos estudiado hace horas.
Corrimos y nos escondimos tras unos árboles y arbustos, pero solo escuchábamos los ruidos de Nala, no había nadie más allí.
Voy a entrar como humano, cubridme. —Dije antes de volver a mi cuerpo humano y dirigirme a la cueva, detrás de mi iban Quil y Embry, siempre cuidando mis espaldas. Entré en la cueva y vi a Nala atada al fondo, estaba bien, no tenía ni golpes ni nada, aparentemente estaba bien, aunque mi lobo no estaba de acuerdo puesto que la estaba viendo llorar. Corrí hacia ella y la desaté rápidamente, nada más hacerlo, Nala me abrazó con fuerza y escondió su cara en el hueco de mi cuello, me alcé con ella en brazos.
—Jake, mira. —Dijo Embry dándome una nota en la que leí:
< Esto solo ha sido un aviso, la próxima vez la encontrarás muerta rodeada de las demás joyas de tu estúpida manada>
—Vámonos de aquí. —Dije dándole la nota a Embry, quien se la guardó en su bolsillo trasero y salió detrás de mí. Caminamos hasta donde se encontraban los demás y Embry les enseñó la nota que nos habían dejado.
—¿Qué vamos a hacer? —Preguntó Quil con el ceño fruncido, todos estaban igual, habían amenazado a las improntas de toda la manada.
—Aquí no. —Susurré señalando a Nala con los ojos, no quería asustarla más de lo que ya estaba, aún la notaba temblar levemente al mismo tiempo que notaba como sus lágrimas mojaban mi hombro.
—¿Y si hablamos con Sam? —Preguntó Paul andando hacia la Reserva, todos íbamos como humanos, puesto que Collin y Brady habían hecho un perímetro rápido y no habían encontrado ningún rastro reciente, el último había sido hace horas, cuando dejaron a mi Nala totalmente sola.
—Si, hablaremos no solo con Sam, también quiero reunir al Consejo, esto es un gran problema. —Dije abrazando con más fuerza a mi impronta, a la que por poco perdía.
—Si, opino igual, nadie va a tocar a mi Kim. —Dijo Jared a mi lado, los demás asintieron y se fueron a ver a sus respectivas improntas, yo corrí hacia mi casa con Nala en brazos, no sabía cómo estaba mi pequeña, pero seguía temblando.
—Nala, preciosa. —Susurré sentándome en el sofá con ella aun aferrándose a mi totalmente. —¿Cómo te encuentras?
—Ahora que estoy contigo, bien. —Susurró sin separarse ni un milímetro de mi. —Me dolía mucho el estómago, como cuando fui a clase y estuve separada de ti.
—Ya, me pasó igual, pero con cada paso que daba hacia ti, el dolor disminuía. —Dije separando con cuidado su cabeza de mi cuello para poder mirarla a los ojos. —Te quiero mucho.
Nala me sonrió con dulzura y me besó, al principio suavemente, pero poco a poco con más intensidad, mi pequeña sabía a gloria.
—Yo también te quiero. —Dijo Nala mientras me miraba fijamente. ¡Me quería! Por ello la cuidaría con mi vida y acabaría con toda amenaza posible.
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La imprimación del Alpha |JACOB BLACK|
FanficRE - SUBIDA Jacob Black se convierte en el alpha de la manada Quileute, y junto al Consejo, consigue encontrar a su impronta. TWILIGHT SAGA - LA MAYORÍA DE LOS PERSONAJES PERTENECEN A STEPHENIE MEYER Nevada331