Capítulo 14

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—¿Qué está pasando? Contadnos la verdad ahora mismo. —Dijo Emily al mismo tiempo que todas las improntas se levantaban y se ponían al lado de Rachel, toda mi manada me miró esperando a que respondiese, por algo era el alfa.

—Hay un aquelarre de chupasangres que vivían aquí antes de que nuestra tribu se asentase aquí, y ahora buscan venganza contra la manada, y no sé cómo saben que vosotras sois lo más importante para nosotros, y buscan haceros daño. —Expliqué a grandes rasgos, Nala se acercó a mí con el ceño fruncido y se cruzó de brazos.

—El vampiro que me llevó a la cueva esa es parte de ese aquelarre, ¿verdad? —Preguntó con los ojos brillantes por las lágrimas que amenazaban por salir, pero mi chica las aguantó con orgullo.

—¿Qué? —Preguntó Rachel detrás de ella, no habíamos contado nada del secuestro a ninguna de ellas por seguridad y protección.

—Necesito, no, necesitamos que no os alteréis por esto, os vamos a proteger, no queríamos deciros nada para no asustaros. —Dije con mi tono de alfa, y aunque no funcionase con ellas, se tranquilizaron y dejaron de mirarnos como si nos quisiesen asesinar.

—Jake, lo haremos a cambio de que la próxima vez nos contéis las cosas a la primera. —Dijo Rachel enarcando una ceja, si tenía el mismo carácter que su lobo Paul. Después de eso, todos se fueron con sus parejas y Nala ni si quiera se acercó a mí, simplemente se fue al cuarto y se preparó para darse una ducha, seguía molesta y lo notaba. Me senté en la cama y miré hacia la puerta del baño para esperar a que Nala saliese, me pondría de rodillas si hacía falta, no me gustaba que se molestase conmigo ahora que me había dicho que me amaba. Nala salió del baño con el cabello mojado y vistiendo una de mis camisetas a modo de pijama, estaba realmente preciosa, pero me ignoró y se tumbó en la cama.

—Pequeña, no te enfades, por favor. —Susurré tumbándome a su lado y abrazándola con fuerza pese a que intentase soltarse de mi agarre. —Nala, por favor.

Nala fingía que no me escuchaba y giró la cara para intentar ignorándome, por lo que me puse sobre ella y comencé a besar su cuello mientras susurraba "por favor", haciendo que no pudiese aguantarlo más y estiró su cuello para que pudiera darle más besos.

—Nala, ¿quieres más besos? —Pregunté con una pequeña sonrisa, que se extendió por mi cara cuando ella asintió levemente y sonrojándose. —Bueno, lo haré si me regalas una sonrisa.

—No. —Contestó mientras intentaba mantener una cara neutral, pero no la duró mucho, ya que comencé a hacerla cosquillas y no pudo evitar reírse. —¡Esto es trampa!

—¿Me perdonas? —Pregunté sin moverme, permaneciendo mi cuerpo sobre el suyo, pero sin aplastarla.

—Si, te perdono, pero cuéntame las cosas, estamos juntos, ¿verdad? —Preguntó acariciando mi mejilla y mirándome con sus preciosos ojos, puros e inocentes.

—Para siempre, Nala, para siempre. —Contesté mientras acortaba la distancia hasta mi cielo personal, besándola con todo el amor que pude concentrar y haciéndola gemir. En tres días llegarían los Cullen y me ayudarían a que Nala estuviese a salvo.

La imprimación del Alpha  |JACOB BLACK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora