Capítulo 18

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Llegué muy tarde a casa de mi padre para recoger a Nala, que estaba dormida sobre el sillón, tapada con una manta y con una chaqueta antigua mía, siempre decía que mi olor la calmaba y la ayudaba a dormir, y a mí me pasaba exactamente igual.

—Hola Jake, se quedó dormida hace rato. —Dijo papá observando como miraba a mi impronta.

—Me la llevo ya. —Susurré con una sonrisa, la cogí en brazos y me le llevé hacia la camioneta. Cuando llegué a casa, tumbé a Nala a mi lado y me quedé dormido al instante, pensando en que pasaría al día siguiente, estaba nervioso por lo que pasaría al día siguiente.

La alarma sonó demasiado temprano, pero los vampiros no duermen, así que no creo que vaya a molestarles que lleguemos tan temprano, pero, aun así, una pequeña parte no quería ir. Así que me quedé observando a mi impronta sobre mí, estaba dormida con la boca abierta y la mejilla apoyada sobre mi pecho, siempre se quedaba dormida de la misma manera, y me hacía gracia verla.

Estuve haciendo tiempo para dejarla dormir más tiempo, aunque internamente, mi problema era ver de nuevo a Bella, la verdad. Esperé hasta las nueve de la mañana y comencé a repartir besos por su cara para despertarla de una manera dulce, pero ella seguía dormida, y cuando comencé a acariciar sus brazos, simplemente se giró sobre mí y cayó en la cama para seguir durmiendo, apoyé su espalda en mi pecho y seguí dando besos a la perezosa de mi impronta.

—Nala, despierta. —Susurré en su oído, pero ella solo gruñó y puso un delicioso puchero.

—No quiero levantarme aún. —Susurró, luego se giró y me dio pequeños besos en el pecho. —Ayer intenté esperarte despierta, pero no pude.

—No pasa nada, llegué muy tarde, por cierto. —Dije besando sus labios suavemente . —Te quiero.

—Yo también te quiero, Jake. —Suspiró con una sonrisa muy bonita y se subió sobre mí de nuevo. —¿Tenemos que ir ahora?

—Si pequeña, tenemos que ir, tenemos que acabar con esos chupasangres. —Dije con una sonrisa de disculpa y me levanté de la cama con ella sobre mí, como siempre. Después de desayunar y vestirnos, subimos a mi camioneta y conduje hacia la mansión Cullen, estaba nervioso, muy nervioso, pero no iba a salir nada mal, estaba totalmente seguro de eso.

—Jake, ¿estás bien? —Preguntó Nala mientras acariciaba suavemente mi mano, la que tenía agarrando su muslo.

—Si, es solo que... No sé, hace tiempo que no los veía, casi un año. —Susurré sin apartar la mirada de la carretera. Nala no dijo nada más y conduje en un silencio cómodo, y cuando apareció la casa de los Cullen frente a nosotros, Nala ahogó una exclamación de asombro. Nada más bajar del coche, Bella vino corriendo a velocidad vampírica y me abrazó con fuerza, la devolví el abrazo y vi a Nala bajar del coche con el ceño fruncido.

—Bella, te presento a mi impronta Nala. —Dije abrazando a Nala por su cintura, pero se soltó de mí y asintió su cabeza hacia Bella de forma incómoda.

—Hola, me alegra conocerte. —Dijo Bella con una sonrisa, y se alejó un paso de mi. —Pasad, todos os están esperando.

Nala la siguió, pero la cogí de la mano y la miré antes de susurrar:

—¿Qué te pasa pequeña?

—No me pasa nada, Jacob. —Dijo antes de girarse dramáticamente y entrar a la casa, mi pequeña sabía montar un buen espectáculo, y yo estaba en serios problemas sin saber porqué.

La imprimación del Alpha  |JACOB BLACK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora