・゚✧ Capítulo 8 ࿐ྂ

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Jimin sonrió cuando vio a Jungkook girarse totalmente nervioso ante su mirada durante la hora de descanso. Sabía lo que pasaba por su mente y le causaba satisfacción la idea de ponerlo de ese modo, ya que siendo quien era, había pensado que sería más difícil hacerlo confundirse, pero contrario a eso, Jeon salió sin saber quien era, a las dos semanas de haberse conocido.

Masculinidad frágil.

Llevaban dos semanas sin hablarse y a él ya se le había pasado el enojo, pero tampoco era como que fuera a ser el primero en dar su brazo a torcer. Sabía que se acercaría pronto, ya que su proyecto semestral no se haría solo. Y tal como lo predijo, era su día de descanso, y en cuanto se puso los patines y salió con sus amigos camino a casa, Jungkook corrió tras ellos por unos segundos hasta que escuchó como lo llamaba titubeante.

—Te dije que no tardaría más —le dijo Taehyung sonriendo.

Jimin soltó una carcajada alegre, les indicó que los vería en la tarde, y después, se puso serio nuevamente y giró sobre las ruedas de los patines a mirarlo con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.

—¿Qué quieres?

Jungkook se detuvo y se rascó la nuca algo avergonzado, él aprovechó el momento y lo miro después de tanto tiempo, de cerca. Estaba igual de apuesto que siempre, y con esos mismos ojitos de Bambi tal y como la primera vez que lo había visto. Una chaqueta de piel cubría sus fuertes brazos y unos vaqueros ajustados sus piernas.

No quería admitirlo, pero Jungkook se estaba convirtiendo en su debilidad, y eso le daba terror.

—Yo sólo... —jugó con la correa de la cámara con la mano llena de tatuajes. —Lo lamento, no debí decir lo de la otra vez. No era mi intención hacerte sentir mal.

El pelirosa suavizó su rostro enternecido y asintió.

—Lo sé.

—¿Qué?

—Tu verdadera esencia lucha por salir, nene —se acercó sigilosamente.

—Ya quisieras que fuera como tú, Park —gruñó. —No puedes estar serio ni un momento.

—Y tú no puedes dejar de gruñir, pareces perro —se dio la vuelta sonriendo.

Una sensación extraña en su pecho lo lleno de alegría, misma que había estado algo apagada durante el tiempo en el que ignoró la existencia del menor. Claro que no se la había pasado deprimido todo el tiempo, él no era así, pero admitía que tenerlo de vuelta detrás suyo, lo hacía sentir completo.

Negó aclarando su garganta mientras trataba de controlar sus pensamientos.

—Olvídalo, ¿vas a disculparme o no?

—Lo haré —comenzó a patinar lentamente con el chico siguiéndolo de cerca. —Pero no creas que no volveré a tocar ese tema.

Lo observó rodar los ojos.

—Entonces yo también tendré que tocar algunos temas —encendió la cámara. —Ojo por ojo, diente por diente.

—Bien —se iba a arrepentir de aceptar eso.

—¿Cuál es el plan para hoy?

—No sé, vamos a Santa Mónica, hace tiempo que no voy a la playa.

Jungkook asintió mientras esperaba que reemplazará sus patines por sus tenis. No podía negar que le causaba mucha conmoción que Jimin dejara que sus amigos se fueran a casa solos, sólo por quedarse a ayudarlo con su proyecto.

Nunca nadie había hecho algo como eso por él.

Y su jodido corazón no dejaba de latir acelerado, tanto que tuvo que dar un par de palmadas en su pecho tratando de calmarse y luego alzó la cámara mientras tragaba saliva.

So Am I 𐦍 KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora