・゚✧ Extra 2 ࿐ྂ

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La primavera había llegado con fuerza, las flores estaban hermosas, la brisa era fresca, el sol brillaba y el mes de marzo se presentaba como el que cambiaria la vida de cierta pareja por siempre. Pensar en el pasado era algo que ya habían olvidado. Tener veintiocho años y cuidar a un chico de veintiséis había sido una odisea, pero una que sin duda, Jimin volvería a vivir con gusto. Por algo estaban ahí sentados esperando por la verdad.

El aquí, y el ahora.

El renovado pelirosa se dio cuenta de que la toma de decisiones era más difícil de lo que pensó jamás, pero también se dio cuenta, de que seguir al alma, era lo mejor.

Ni mente, ni corazón.

El alma.

Su alma había seguido a Jungkook, y era recíproco.

Y las de ambos, los habían llevado ahí. Ambos creían estar listos al fin para eso. Estaban casados, felices, tenían trabajos estables, una bonita casa en Los Ángeles y muchos amigos que querían verlos felices.

Era irreal.

—Voy a vomitar —murmuró el menor interrumpiendo sus pensamientos.

—Ya lo hiciste en dos bolsas de papel, nene, relájate —sonrió dándole un par de palmadas en el hombro.

Aunque él también tenía el estómago revuelto, tenía las manos sudorosas y estaba tan nervioso que sentía que podría explotar.

—P-pero... —el menor tomó la pequeña mano en su hombro y la apretó entre las suyas. —¿Qué tal si no quiere venir con nosotros?

—¡Claro que querrá, Jungkook! —casi gritó llamando la atención de las otras parejas a su alrededor. —Lo lamento —sonrió titubeante.

—¿Qué tal si le asustan las personas con tatuajes? —preguntó más asustado que nunca.

—Kookie, mírame —lo tomó de las mejillas y sonrió tratando de tranquilizar al menor. —Le vas a encantar.

—Por Dios, Jimin —negó. —El que le encanta a todos eres tú y lo sabes.

Bueno, en eso tenía razón.

Pero esque Jungkook no se daba cuenta de lo adorable que era con esa melena ondulada larga y las mejillas rojas por los nervios. Siempre era él el novio chiquito porque era unos centímetros más bajo que él, pero si debía ser honesto, el novio pequeño de la relación era y siempre iba a ser, Kookie.

Por supuesto que cualquiera podría amarlo, y sus tatuajes sólo eran un plus para todo.

—Kookie —susurró haciendo que volviera a fijar sus ojos en los suyos. —Le vas a encantar.

Y lo dijo tan sinceramente, que el castaño simplemente pareció calmarse por completo en cuestión de segundos. Le sonrió y beso castamente sus labios, volviendo a ser tan valiente como siempre había sido.

—¿Pareja Jeon? —cuestionó la mujer de la recepción haciéndolos sobresaltar. —Al fin han venido, el nuevo miembro de la familia está esperando por ustedes.

Otra mujer les sonrió desde otra puerta y les indicó que debían entrar.

Y armándose de valor, tomados de las manos, cruzaron el umbral para poder detenerse frente a...

—¡Dios, es el cachorro más hermoso que he visto en mi vida! —gritó Jungkook saltando como todo un niño pequeño alrededor del tímido animal.

Jimin sonrió observando como el cachorro de Husky poco a poco comenzaba a reaccionar a la fiesta que su novio le estaba haciendo, saltando al rededor y dejando que le acariciaran el lomo y las orejas. Era el ser más adorable que había visto. Se acercó sonriendo y le acarició la cabeza con parsimonia. El perrito se quedó pasmado ante el efecto de las pequeñas manos anilladas e ignorando a Jungkook, se acercó a su nuevo padre favorito.

So Am I 𐦍 KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora