・゚✧ Capítulo 11 ࿐ྂ

1.9K 224 50
                                    

Jimin abrió los ojos sintiendo demasiada pesadez en los párpados, se quejó por un segundo y quiso cambiar de posición, pero unos fuertes brazos alrededor de su cuerpo lo detuvieron. Se frotó los ojos con los dedos y enfocó a la persona que lo sostenía con firmeza y no dejaba que se le doblara el cuello o estuviera en una posición que pudiera causarle dolor.

Jungkook tenía los ojos cerrados, parecía estar dormido, pero entonces abrió el ojo derecho y le sonrió al verlo despierto.

Él no supo como actuar, pues no todos los días tenía la fortuna de despertar envuelto en los fuertes brazos de Jungkook, y en el auditorio de Burka. La sensación de calidez lo hizo sonrojarse.

—Estás hermoso incluso después de haber llorado por horas.

Jimin formó una mueca con sus labios recordando su horrible ataque de ansiedad y de tristeza.

—Lo lamento, no tenías porque ver eso o consolarme —hizo ademán de levantarse.

Pero los brazos se cerraron con más fuerza y sólo pudo doblar las piernas mientras fruncía el entrecejo, Jeon era mucho más fuerte que él.

—No tienes porque disculparte, se notaba que llevabas mucho tiempo guardando todo eso en tu corazón, necesitabas aliviarte —le dijo con la voz tan tranquila, que se perdió en el sonido. —Y me alegro de que no lo hubieras hecho solo, llorar solo es horrible.

—¿Yuna no te consuela? —preguntó dudoso.

Jungkook negó ligeramente.

—Lo hace de vez en cuando, pero lo que menos quiero es manchar su felicidad con mis cosas.

Asintió comprendiendo y luego tomó el brazo del castaño y lo levantó para poder salir de ahí, la cercanía no hacía más que confundirlo y no podía estar de esa manera. Le dolía la cabeza como si tuviera resaca, pero tristemente eran solo los estragos de su pasado. Ese traumático pasado que no podía olvidar.

Jungkook lo observó desde su sitio en el suelo mientras se levantaba luciendo demasiado agotado y se masajeaba las sienes con los ojos cerrados.

Se veía tan diferente a como lo veía a diario, que lo único que quería era protegerlo de cualquier pensamiento negativo que se atreviera a cruzar por su mente en ese momento.

Y entonces, sentado en el suelo de madera, con la espalda pegada a la pared, mirando a ese pelirosa que lo volvía loco con cada faceta que le había mostrado, sintió sus manos comenzar a sudar frío, sintió el revoltijo de mariposas en su estómago, que más bien parecían leones enjaulados haciéndolo poner más nervioso de lo que ya estaba y también sintió como su corazón latía rápidamente, demasiado rápido.

Le estaba gritando claramente lo que sentía.

Me prometí no enamorarme jamás, y menos de un hombre, pero estoy aquí, mirando lo perfecto que es incluso con la nariz roja y ese semblante deprimido, sintiéndome demasiado cómodo con su presencia y queriendo llegar más lejos aún. Llegar a demostrarle que la vida es mejor de lo que parece y que podría protegerlo. Aunque yo también esté hecho trizas...

Estoy enamorado de Park Jimin. Perdidamente enamorado de él.

Los nervios se tornaron negativos de pronto ante su descubrimiento, reprimió un grito de puro pánico, hasta su respiración de torno errática. Miró sus manos y negó con la cabeza efusivamente. No, el no podía. Su padre lo mataría, y no sólo a él, a Yuna, a su madre...

¿Cómo podía dejar que eso pasara?

—Joder, no... —la voz le salió casi como un sollozo inaudible.

So Am I 𐦍 KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora