・゚✧ Capítulo 5 ࿐ྂ

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Jungkook negó cuando Jackson le dijo si quería beber algo, todo lo ebrio que podía estar, se le quitó al momento en el que los labios de Jimin rozaron los suyos. Incluso le había dicho a Naeun que se fuera sola a casa.

La fiesta ya estaba demasiado avanzada y afortunadamente las miradas ya habían dejado de posarse en él. Que estaba furioso, ¿cómo era posible que un trago de vodka lo hubiera hecho perder el control de esa forma?

—Oye —Mingyu le tocó el hombro y se sentó luciendo más sobrio de lo que pensó que podía lucir. —¿Estás bien?

—No —negó mientras cerraba las manos en puños. —No sé en que estoy pensando.

—Jungkook, ya deja todos esos prejuicios atrás, te hacen daño —le tomó de los hombros. —Se veía que tenías tantas ganas de besarlo.

—Joder, Mingyu, no me ayudes —gruñó y se levantó. —Necesito ir al baño.

El pelinegro negó antes de indicarle que estaba en el piso de arriba. El soltó un suspiro cansado y se frotó el rostro antes de subir las escaleras. Abrió un par de puertas, una estaba llena de cosas sin sentido y la otra tenía una cama vacía y el piso lleno de estudiantes probablemente drogados. Y entonces abrió otra, del lado derecho, y se quedó estático.

Los gemidos de Jimin llegaron a sus oídos de golpe, haciéndolo estremecer. El chico rubio que lo había salvado de ser besado estaba encima de él, completamente desnudo, al igual que su modelo de proyecto. Sus ojos estaban fijos en ellos y no era capaz de dejar de mirarlo. Ahí, siendo penetrado sin nada de piedad por el contrario, gimiendo como una jodida gata en celo.

Tuvo que tallarse los ojos con las manos y luego observó en el suelo las botellas de licor vacías, empaques de preservativos y extrañas bolsitas con polvillo blanco. La mandíbula se le abrió sola. Se dio la vuelta para irse, pero su mente no pudo evitar jugarle una mala pasada, y por un momento, pensó que quería ser el dueño de esos gemidos, que quería estar ahí, besando esos regordetes y rosados labios y tocando ese culo que parecía tallado por los mismísimos dioses.

Negó molesto consigo mismo y corrió de vuelta por donde vino, incluso se sentía como si estuviera pálido. Mingyu ya no estaba por ningún lado, así que simplemente corrió hasta su automóvil y condujo a una velocidad considerable hasta su casa, donde rogó que su padre no estuviera, ya estaba demasiado alterado como para ponerse peor. Entró sigilosamente y quiso correr a su habitación, pero no tuvo nada de suerte.

—Jeon Jungkook —escuchó la voz ronca y un escalofrío le recorrió toda la espina dorsal. —¿Qué mierda estabas haciendo a esta hora afuera? —unas manos arrugadas le tomaron el cuello de la chaqueta.

—P-padre —susurró asustado de que sus pensamientos fueran descubiertos. —Y-yo... fui a la fiesta de...

—Hueles a... —su padre se inclinó a oler su chaqueta, él cerró los ojos nervioso. —Bebiste, y hueles a jodido perfume de fresa —lo soltó empujando su cuerpo hacia atrás.

¿Cómo carajos pudo haberse impregnado el olor de Jimin en su jodida ropa?

—P-puedo explicarlo —habló chocando con la pared.

—¿Qué mierda vas a decirme? ¿Qué es el perfume de una mujer? Hay un jodido vídeo tuyo besando a uno de esos putos en la red de la universidad —le dio una cachetada tan fuerte que lo descolocó.

Sus ojos se abrieron de golpe mientras se llevaba la mano a la zona afectada, ¿vídeo? ¿Los grabaron? Negó efusivamente mientras recuperaba el equilibrio.

—Padre, yo... —la voz le temblaba tanto que quería dejar de hablar. —N-no volverá a pasar.

—Eso espero, joder —lo miró furioso con la luz tenue iluminando su rostro. —No querrás que le haga algo a tu madre y a tu hermana por tu jodida culpa.

So Am I 𐦍 KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora