・゚✧ Capítulo 20 ࿐ྂ

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—Mamá —susurró el castaño mientras tomaba la mano de su primogénita con una sonrisa. —¿Crees que el amor es suficiente para luchar por alguien?

—¿Y qué más sería sino? —alzó una ceja divertida. —Es cierto que el amor no paga la comida, ni la educación de los hijos. Pero el amor mueve montañas, mi cielo. 

—¿Crees qué el amor que le tengo a Jimin sea suficiente para soportar lo que viene?

—Por supuesto que sí, sólo debes dejar de tener miedo. Estoy segura de que mi yerno sabrá como ponerle un alto a sus padres —asintió convencida. —Y tú debes estar ahí para apoyarlo.

Jungkook asintió inseguro. Haría lo posible por que todo pudiera salir bien, pero al mismo tiempo la actitud tan titubeante de Jimin en los últimos días, lo ponía de nervios. Su novio siempre era tan seguro de sí mismo, que verlo tan vulnerable, lo dejaba muy desconcertado. Y más por esa loca promesa que le había hecho tres días atrás.

No sabía a lo que se refería, pero estaba seguro de que si algo llegaba a apartarlo del amor de su vida, él no podría continuar. Es decir, el pelirosa era el responsable de todo. De que él estuviera bien, de que se sintiera pleno y de que por momentos se le olvidara completamente la vida de mierda que tenía. Pero...

Sin él, ¿cómo podría seguir adelante?

Era inútil intentarlo, y se temía que la promesa hubiera sido hecha en vano. Porque no se sentía emocionalmente capaz de cumplirla. Se había hecho dependiente del mayor, y aunque hasta el momento no era malo, creía que no sería sano si llegaban a separarse.

¿Qué pasaría con él? Seguramente recaería como si de las drogas se tratase, volvería a levantarse sin ánimos por la mañana, volvería a comer en modo automático, volvería a sonreírle a las chicas desconocidas que lo seguían para todos lados, volvería a burlarse de los más débiles y... Volvería a ser el sirviente de su padre.

Joder, no quería ni pensarlo. Aún guardaba una pequeña esperanza de que su pequeño novio pudiera enfrentar eso y por el momento, a él sólo le quedaba guardar silencio.

—Mamá —volvió a llamar después de tiempo metido en sus pensamientos.

—Dime, mi niño.

—¿Me dejarás solo alguna vez?

La señora Jeon alzó ambas cejas, desconcertada por su pregunta. Llevaba meses pensando en ello, y sentía que jamás iba a poder tener una respuesta para eso, pero su deber era hacer que sus hijos estuvieran bien, aunque a duras penas podía con la tarea.

—Yo sé que ya entiendes el ciclo de la vida, cielo —murmuró sonriendo levemente. —Y sabes que tarde o temprano tendré que irme y probablemente no volverás a verme. Pero, yo estaré siempre cuidándote, estaré siempre en tu corazón y te seguiré en cada decisión que tomes. Velaré por ti y por Yuna, y los protegeré siempre, no importa que no pueda hacerlo físicamente. ¿Entiendes?

—Entiendo, gracias, mamá —asintió sonriendo. —Te amo.

El sabor amargo que le dejaron esas últimas dos palabras en los labios, fue demasiado extraño. Odiaba pensar en las despedidas, pero esa plática, sin duda se sentía como una.

Suspiró tratando de no echarse a llorar y abrazó a la mujer con toda la fuerza que podía.

No me dejes solo.

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So Am I 𐦍 KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora