"El adiós sin razones es el más doloroso. El amor sin razones es el más bello."
MIL
Él ha dejado de llorar mientras tú lo conduces lentamente hacia la puerta del lujoso apartamento en el que has pasado los últimos años de tu vida. Él solo camina a tu lado como si fuera la única cosa en el mundo para la que aún le quedan energías. Sabes que está mal, quisieras consolarlo, quisieras ofrecerle el mundo entero a cambio de que te creyera cuando le dices que todo estará bien, pero su mirada rota te dice que eso no será fácil.
Abres la puerta y lo invitas a pasar, él intenta componer una sonrisa para ti y no lo logra. Eso duele ¿qué hizo Sarawat ahora para ponerlo así? Estás de acuerdo en que el comportamiento de tu director no es nada agradable pero ¿llegar a ese extremo, llegar a llorar como si el mundo se hubiera terminado por las palabras idiotas de un hombre que se cree el dueño absoluto del destino?
No puedes negar que antes de que Tine llegara a ti, tú ya habías escuchado los gritos, pero no les diste mayor importancia hasta ese momento, el momento en el que Tine llegó a tus brazos como convocado por una fuerza mayor a toda voluntad.
Aunque la mitad de tu ser se muere de ganas por saber qué demonios pasó entre esos dos, la otra solo quiere seguir guardando ese silencio en el que puedes seguir protegiendo al muchacho que mira al vacío. Sólo quisieras poder abrazarlo como lo hiciste en todo el camino a casa pero sabes que de algún modo Tine también está enfermo de silencio y algo te dice que una vez que tú termines de hablar, él también tendrá mucho para decirte.
—Ponte cómodo— dices tú mientras colocas la mochila de Tine sobre un perchero y te diriges rápidamente a la cocina.
Él sólo puede asentir a tus palabras y de forma algo tímida, camina hacia uno de los sillones forrados de piel negra y cuando lo miras te das cuenta de que quisiera estar en otro sitio y pensar en ello duele. No Tine, por favor no tengas ganas de irte, por favor, no me dejes.
Sin pensarlo ni un segundo más, porque sabes que en momentos como este un segundo podría ser la diferencia, tomas una botella de vodka de la alacena y un par de vasos antes de volver a Tine. Él sigue examinando con detenimiento ausente el color de la alfombra, pero no dice nada cuando te ve llegar, no hace nada, ni siquiera posa sus pupilas en ti.
Tú te sientas a su lado, no quieres que se vaya muy lejos de ti. Antes de saber bien qué hacer suspiras y tratas de sonreír mientras posas tu mano en la suya y la aprietas fuertemente. Eso parece traerlo al mundo real, parece como si ese sólo gesto lo hubiera salvado de golpe del negro abismo en el que estaba cayendo minutos antes. Él no puede sonreír, parece que eso es superior a todas sus fuerzas y sin embargo ahora te mira y al hacerlo, sabes que tienes una oportunidad de hacer que se quede.
— ¿Mejor?— dices con voz suave.
—Sí, gracias— dice él con la voz ronca.
—Sigues guardando la esperanza ¿eh?— dices tú tratando de hacer del clima, una cosa menos dramática.
—Parece que es la única que me queda— dice él, y esas palabras logran borrar tu sonrisa.
—Claro que no— dices tú, volviendo a hacer presión sobre la piel de Tine con tu mano—. Tú tienes más esperanzas de las que podrías imaginarte, es sólo que bueno, nadie ve la luz al final del túnel cuando se está rodeado de oscuridad ¿verdad?
Él no dice nada, sólo puede mirarte. Quisieras poder hacer que él dijera todo eso que le lastima pero sabes que no puedes, que no debes. A veces el silencio se vuelve el único aliado que le queda el alma para no morir de dolor. El silencio es como una armadura impenetrable que protege al corazón de morir desangrado. Y algo te dice que Sarawat acribilló el corazón de ese muchacho, no sabes cómo lo hizo pero en ese justo momento sabes que no vas a quedarte con las ganas de saberlo.
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Casa De Lego
FanficAU: Si el corazón humano está hecho de pequeñas y coloridas piezas de lego, ¿puede construirse todo de nuevo aunque la distancia y el olvido junto con un amor inesperado parecen haberlo destruido todo? Sarawat y Tine habrán de descubrirlo poco a po...