Capitulo 8

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Octava semana de cuarentena


Feliz aniversario, amor — sentí a Ben tirarse encima de mi espalda mientras todavía seguíamos en cama.

— Feliz aniversario — giré a penas y nos besamos tiernamente.

— No tengo idea que podemos hacer para festejar, no podemos salir — hizo un puchero cuando nos separamos.

— Son las 11am — mire la hora en mi teléfono — puedo hacer tu comida favorita y tú armas el sofá en cama para que pasemos todo el día acostados viendo películas románticas — acaricié su pecho con mis uñas.

— Me agrada la idea — se inclinó a besarme — pero antes te voy a dar el mejor sexo de tu vida

Repartió besos por mi pecho  y luego se estiró hasta la mesita, abrió el cajón y sacó un condon.

— Tu sabor favorito — jugo con el sobre y luego lo dejo a un lado en la almohada.

         Pasado (hace dos años)

— Oh por Dios — sentí mis ojos llenarse de lagrimas.

Ben estaba parado en medio de la playa con una mesa detrás, habían velas por todos lados y el atardecer de fondo.

Me acerqué tratando de no soltar ninguna lágrima.

— Hey — saludo con una sonrisa — ¿quieres cenar conmigo? — esa fue la frase que me dijo la primera vez que me invitó a salir

— Claro

Ben me ayudó a correr la silla por la arena, me senté. Nuestros platos estaban cubiertos por esas cosas grises que usan los restaurantes, son como un mini domo.

— Hoy para cenar tenemos una de nuestras comidas favoritas — Ben tomó el coso gris de mi plato — ¡hamburguesas! —soltó feliz mientras destapaba el plato.

— Eres maravilloso — solté riendo observando el sándwich de hamburguesa, papas fritas y luego Ben sirvió Coca-Cola en nuestros vasos.

Pasamos el comienzo de la noche entre risas y compartiendo nuestras papas.

— Idara — Ben se puso serio en un momento

— ¿si?

— Idara te amo — soltó de golpe

— Ben — sonreí mientras acomodaba mi cabello del viento — yo también te amo

Se levantó de su asiento, se hincó delante mío y abrió una cajita rosa de terciopelo.

— No te pediré matrimonio pero estos anillos son de promesa, prometo que siempre te amaré y protegeré de todo, te haré feliz y trataré de entenderte en lo que pueda — mis lágrimas se acumularon en mis ojos — ¿quieres ser mi novia?

— Si Ben, si — solté feliz asintiendo rápidamente — yo también te prometo que te haré feliz, te amaré hasta el final y te entenderé en todo

Ben me coloco el anillo en el dedo anular y luego nos abrazamos, él me levantó del suelo girando un poco, estábamos felices. Me bajo y nos fundimos en un beso tierno.

— Uh cierto, también tengo el mío — Ben sacó de su bolsillo un anillo más grande y masculino.

— ¿puedo? — pregunte señalando el anillo

— Claro

Tome la joya y se la coloque también en el dedo anular.

— ¡¿TE DIJO QUE SI?! — escuche un grito, giré encontrando a mi mejor amiga, Ariana, y a Joe, el mejor amigo de Ben quien fue el dueño del grito.

— ¡ME DIJO QUE SI, IDIOTA! — Ben le respondió en un grito

Se escucharon el "woohoo" que lanzaron nuestros amigos.

— Ellos son cómplices de este plan, Ariana tuvo la idea — beso cortamente mis labios.

— Me encanta que estén aquí — le sonreí y caminamos hasta ellos.

    Presente (dos años después)

— Ya está todo listo — Ben llego a mi lado en la cocina

— Okey, ya termino — hablé sacando la lasagna del horno, corte dos pedazos cuadrados y los puse en dos platos blancos — ten — le entregue su plato

Caminamos hasta el sofá que Ben lo convirtió en cama, nos acostamos con nuestros platos en las bandejas que dejamos antes y el refresco en la mesita de aun lado.

— ¿quieres ver "¿Por qué él?"?— preguntó Ben

— Si, amo esa película — le puso play y comenzamos a comer mientras veíamos la película.

Cuarentena - Ben Hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora