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Capítulo doce.

Onceava semana de cuarentena.

El álbum fue un éxito en muchos países del mundo, llegó al top 1 en la mayoría de esos países. Y estoy muy emocionada por eso pero... no todo es perfecto.

Ben esta muy raro desde hace dos días, no quiero ser paranoica pero... tengo miedo.

Se comporta como lo hacían mis ex novios cuando comenzaron a salir con otra mujer a mis espaldas y me aterra pensar que Ben me haría algo así.

Lo hablé con mi mejor amiga, Ariana y ella dice que solamente estoy exagerando y quizás solo Ben está cansado por la película.

Ben ahora mismo está en el estudio, me dijo que tiene que quedarse hasta tarde algunos días pero no entiendo porque si Ben ya termino sus escenas.

— Tengo miedo, Ari — mi voz tembló.

— Tranquila — su fina voz se escuchó del otro lado del teléfono.

— Sé que tengo que estar tranquila y confiar en él pero, Ari tu no lo ves pero se está comportando igual que como lo hacia Jake, Lucas y Harry. Esta misterioso, revisa su teléfono a cada rato, se alejó un poco de mi.

— Quizás está estresado, tienes que hablar con él aunque no creo que Ben sea capaz de algo así. Quiero decir, Dios, planearon tener un hijo pronto. Ese chico te ama.

— Eso es lo que más me asusta ¿y si se arrepintió de tener un bebé conmigo? ¿Y si quiere seguir disfrutando de su vida como un soltero?

— Ben te ama, Idara. Eres todo para él.

— No lo sé — mordí mi uña nerviosa.

— Habla con él — me aconsejó — ahora me tengo que ir, lo siento.

— Está bien, no te preocupes.

Nos despedimos y me senté en el borde de la cama.

No sé qué hacer, Ben realmente está raro y él no es así. Tengo miedo, no quiero pasar de nuevo por lo de antes.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Ben con su teléfono en mano.

— Ben ¿podemos hablar? — murmuré acomodándome en la cama.

— Claro ¿que sucede? — preguntó sin quitar su vista del aparato.

— ¿Puede mirarme al menos?

Levantó su cabeza.

— ¿Que te pasa, Ben? Estás muy raro últimamente y...

— No me sucede nada solo estoy un poco estresado por la película.

— Está bien — asentí.

Ben se levantó de la cama y se metió al baño de la habitación. Mis ojos se humedecieron. Me metí debajo de las sábanas y giré a ver la pared.

— Oye, tengo que salir un momento, regreso más tarde.

Ni siquiera le contesté y él salió de la habitación. Comencé a llorar cubriéndome hasta los hombros con la manta.

No quiero pasar por lo mismo que antes, por favor no. Por favor.

Confío en él. Confío en él. Confío en él.

Pasaron dos horas y él regresó y se metió debajo de las mantas pero no me giré a verlo.

— ¿Estas bien? — preguntó.

— Perfectamente.

No quiero compararlos con mis ex novios pero se está comportando exactamente igual a ellos. Y joder, me duele en el pecho. Ben es el amor de mi vida, planeé todo un futuro juntos. Casamiento, hijos, nietos y envejecer juntos.

Sin él ¿que soy? ¿Alguien me amará en serio? ¿Podré amar de nuevo si él me deja?

Tomé mi teléfono y comencé a navegar por mis redes sociales respondiéndole a mis fans mensajes privados o tweets hasta que una foto apareció.
Y mi corazón comenzó a latir como loco.

Ben. Mi Ben. Salía de la casa de alguien y estaba vestido como hoy.

Maldición. Una lágrima silenciosa cayó por mi mejilla, me la limpié con rapidez y salí de la cama para ir hasta el baño.

Comencé a ver las fotos, mis fans me etiquetaban y mi corazoncito quería salir de mi pecho.

¿Debería pedirle explicaciones o esperar que él me cuente de su día?

No sé qué hacer.

Cuarentena - Ben Hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora