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Capítulo tres.

Segunda semana de cuarentena.

Son las diez de la noche y estamos todos sentados en los sofás de la sala de estar viendo películas de terror. Hace muchísimo frío así que con Ben nos tapamos con una colcha. Mi cabeza sobre el pecho de Ben y su brazo rodeando mis hombros.

La película estaba buena, no la había visto antes.
Sus padres están sentados en el sofá de al lado con una colcha rosa y Mike está en el suelo sentado sobre un almohadón y con una colcha gris.

Amor — susurré sensualmente en el oído de mi novio

— Bebé, sabes cómo me pones cuando hablas en español — su mano apretó mi muslo.

Subí mi mano lentamente por su pierna

— Estoy caliente — susurré muy despacio para que ninguno de los presente escuche.

Mi mano llegó a su bulto semiduro, moví lentamente de arriba hacia abajo sobre el pantalón de chándal.

— Cariño — susurró mordiendo su labio mirándome con lujuria.

— Tenemos dos opciones; haces silencio y te corres en mi mano justo ahora o fingimos sueño y nos vamos a la habitación.

— Podemos tener una tercera opción; hacer las dos opciones que dijiste.

— Está bien pero tienes que estar extremadamente callado y sin movimientos bruscos, déjame a mi.

Giré disimuladamente observando a mis suegros atentos a cada segundo de la película y a Mike igual.
Acomode la colcha para que no se vea nada raro, coloque mi pierna sobre las suya elevando un poco la colcha y así no se vean los próximos movimientos.

Sé que cuando Ben usa este tipo de pantalón es porque no tiene ropa interior debajo.

Tire hacia abajo despacio dejando su bulto salir de un golpe.

[...]

— Idara tiene sueño, iremos a dormir.

— Hasta mañana — me despedí y ambos caminamos con nuestras manos juntas hasta su habitación.

Ben seguía un poco sonrojado por lo de hace rato, su pantalón y remera están sucios por... ya saben, tuvo que aguantar muchos gemidos y algunas veces su respiración.

— Ahora ven aquí — Ben me tomó entre sus brazos haciendo que sonría. Me tiro sobre la cama.

— Tendremos que hacer silencio — murmure sobre sus labios.

— Tendríamos que habernos quedado en un hotel, extraño tus gritos — se quejó dejando besos por mi cuello.

Succionó un poco fuerte cerca de mis pechos dejando una marca rosada.

— Cogeme, Ben — susurré en su oído.

Y solo eso fue necesario para que el rubio me empotrara más sobre el colchón.

[...] Al día siguiente

Me retorcí en la cama sintiendo el peso de mi novio sobre mi cuerpo. Aún somnolienta acaricie su cabello con mis dedos. Baje mis manos por su espalda acariciando con mis uñas levemente su piel.
A veces creo que Ben es como un gatito, solamente le falta ronronear.

— Buen día — la voz ronca del rubio se hizo presente. Oh Dios, su voz. Me vuelve loca.

— Buen día — sonreí.

Se movió colocándose a mi lado, me sonrió sin separar sus labios y sus ojos achinados y un poco hinchados. Es hermoso.

— ¿Por qué eres tan bello recién despierto?

— Tu eres más bella que yo, para mis ojos eres la mujer más hermosa de todo el universo.

Me acerqué sonriente y acaricié la punta de su nariz con la mía.

— Te amo. Eres lo mejor que tengo en mi vida, nunca me dejes — susurré.

— Nunca te dejaré y espero que tú nunca me dejes, quiero que seamos una familia, tener hijos, casarnos, nietos y envejecer juntos.

— Aww, Ben. Quiero todo eso, quiero un matrimonio sano contigo, hijos y vivir la eternidad junto a ti.

— Hace unos días mi madre me pidió un nieto, fue cuando estabas durmiendo luego de comer, me dijo que ya estoy en la edad de ser padre porque luego estaré más viejo — reímos.

— A mi también me pidió un nieto hace una semana, indirectamente me pidió un mini tu.

— ¿Te gustaría tener primero un niño o una niña? — se acomodó de nuevo encima mío con su cabeza en mi pecho.

— No me importaría mucho el sexo del bebé pero muy, muy, muy interior mío me gustaría un varón primero y luego una niña ¿tu?

— Pienso lo mismo. Podríamos practicar el proceso de creación de bebés — dejó besitos por mis senos.

— Son las nueve de la mañana, tus padres ya deben estar despiertos ¿y si nos escuchan?

— La verdad creo que mi madre estaría feliz porque pensaría que estamos creando a su nieto.

— ¡Ben!

Reímos, Ben comenzó a regar besos por los desnudos pechos. Dormimos desnudos después de lo de anoche pero no siento vergüenza en mostrarme así ante él. Me genera confianza.


Bajamos a desayunar una hora y media después, nos duchamos juntos para ahorrar tiempo.
Saludamos a los tres integrantes de la familia que estaban sentados terminando de desayunar.

A mitad del desayuno sonó mi teléfono. Me disculpe y salí al patio a atender.

— John — salude.

— Idara, necesitamos comenzar la grabación del álbum ahora, los premios Grammy son en Noviembre, tendrías que grabar el álbum en un mes y otro mes para publicidad.

— Calma John estamos en Junio, faltan cinco meses para Noviembre.

— Te enviaré todo lo que necesites para grabar, ¿te estás quedando en un hotel?

— Estoy en la casa de los padres de Ben, no creo que les alegre escucharme cantar seguido, ademas sabes que mis canciones tienen altos ¿crees que se sentirían bien escuchándome gritar?

— Déjame pensar un momento.

— ¿En donde te estás quedando exactamente? Yo estoy en el centro de la ciudad.

— En un barrio llamado Streatham Hill, estamos a unos veinte minutos del centro de la ciudad.

— ¿Por qué no se quedaron en un hotel? Sería más fácil todo.

— La madre de Ben quería que nos quedáramos y la cuarentena comenzó el día que llegamos.

— La única alternativa que encuentro es esperar un mes y ver si se habilitan un poco las cosas. Comenzarías a grabar los primeros días de Julio y el lanzamiento podría ser en tu cumpleaños.

— Me gusta la idea, entonces hablamos luego, quiero terminar mi desayuno.

Sentí unos brazos rodearme por detrás pero no sentí el calor que emana Ben.

— Está bien, disfruta tu estadía con tus suegros y no hagas problemas.

— Adiós.

Corte la llamada, guarde mi teléfono a la vez que giraba esperando encontrar a mi novio pero no, su hermano menor era quien me abrazaba.

— ¿Que mierda haces? — me separé rápidamente.

— ¿No puedo abrazarte?

— No así, ¡no como si fuéramos una pareja! ¿Que carajos te pasa? — fruncí el ceño

— Me atraes Idara.

¡¿QUE?!

Cuarentena - Ben Hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora