Capítulo 1

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Leo

—Lo siento mucho pero al parecer su hermana entro en coma, puede tardar días, semanas, meses e incluso años. Tenemos que hacerle una cesaría de inmediato si queremos que el bebé este con vida.—explico el doctor.

Asentí y el doctor se llevó a Meli a sala de parto, lo único que nos quedaba esperar era saber si mi sobrina iba a salir con vida de esto.

Fui en busca de Alejandra y Mauricio para avisarles lo que pasaba y cuando llegue me encontré a la familia Vega sentados con ellos, igual estaba Cornelio y Danna ahí.

—¿Que fue lo que pasó?—pregunto Alejandra.

Suspire pesadamente y hablé.

—Al parecer ella entro en coma, tienen que sacar a la bebé para que pueda sobrevivir.

—El accidente fue muy fuerte y por eso está en riesgo mi sobrina—hablo Daniel.

Alejandra estaba desconsolada y estábamos preocupados por ella ya que le podía hacer mal a su bebé.

—Alejandra tranquila, vamos a que te revisen por qué estar así te puede hacer daño—Danna se la llevó a qué la revisaran.

—Gracias por estar aquí Cornelio, deberías de estar disfrutando este día—palmee su hombro.

—Es mi deber como amigo, tenía que apoyarlos en este momento tan difícil para ustedes—me abrazo.

—En donde está Valentín?—pregunte y Cornelio me hizo una seña de que estaba en la esquina.

Camine a dónde estaba sentado, estaba con las manos en la cara, el igual estaba mal.

Me senté a su lado y pase mi brazo por sus hombros.

—Todo va a estar bien, ella es fuerte—trate de consolarlo.

—La trate mal ella no merecía que le dijera todo eso, la hice sentir mal y fui un pendejo, si le pasa algo...—No termino de hablar por qué le ganó el sentimiento. Vale estaba destrozado y estaba sufriendo demasiado.

—No te debes martirizar por eso, a ella no le va a pasar nada y cuando ella despierte vas a poder hablar con ella y van a solucionar su problema.

El tiempo pasaba y se nos hacía eterno el tiempo de espera para saber cómo estaba mi sobrina.

El doctor se acercó a nosotros y nos habló.

—La bebé nació bien, la vamos a tener en observación para que todo esté en orden—Explico.

—Gracias doctor—hable un poco más aliviado.—¿Podemos pasar con mi hermana?

—Si, ya pueden pasar a verla solo pueden pasar tres personas cualquier cosa les aviso, ya saben en qué habitación esta—dijo para después irse.

—¿Quieres pasar primero?—pregunte.

—No, yo paso al final, quiero decirle unas cosas a solas—dijo Vale.

—Entremos para que puedan pasar los demás igual—hablo Daniel.

Entramos y me dolió verla acostada en esa cama con sus ojitos cerrados y su cara golpeada, no podía verla así, ella no merecía estar así, ella debería de estar bien y en un vuelo con su nuevo destino, preferiría tenerla lejos a tenerla así sin saber si va a despertar o no.

—No puedo verla asi—Daniel se soltó a llorar.

—Tranquilo hermano, tampoco es fácil para nosotros pero tenemos que estar bien por ella—lo abrace.

—Leo tiene razón, no debemos dejarnos caer, tenemos que estar bien—hablo Caleb.

—Hermanita tienes que despertar para que veas a tu bebé, todos están aquí, Alejandra está destrozada y Valentín ni se diga, tienes muchas cosas por hacer y te queremos aquí con nosotros—Daniel tomo su mano.

—Sin ti no somos nada, no podemos seguir siendo los 4 fantásticos sin ti no podemos estar sin ti, tu hija te necesita—Caleb acariciaba su cabello mientras le salían las lágrimas.

—Vamos a estar aquí todos los días y vamos a hablarte, el doctor nos dijo que tú nos podías escuchar y que eso te iba a ayudar mucho—bese su frente—Vamos a salir para que los demás puedan entrar a verte, Cornelio está aquí y el vino a verte también así que seguramente va a pasar a verte, te vamos a acomodar el cabello para que te veas guapa—rei.

Nos despedimos de ella y salimos de la habitación, avisamos que ya podían pasar a verla.

—Valentin—

Ya casi todos habían pasado, solo faltaba Cornelio, Estrella, Perla y Ramón. Pase yo solo ya que no quería que nadie más estuviera.

—Meli... Tienes que despertar—la voz se me quebró.—Quiero pedirte perdón por lo que te dije, estaba enojado y no sabía lo que decía, se que soy un pendejo y merezco que me odies pero quiero que despiertes por qué te necesito, me haces mucha falta mi niña—acaricie su cabello—Nunca me imaginé que estaríamos en una situación así, sin tener respuesta tuya, sin saber si vas a despertar o no.

La puerta se abrió y vi entrar a Danna.

—Perdón pero tienes que salir Vale, le voy a hacer un chequeo de rutina—dijo amable.

—Si, gracias por lo que estás haciendo—sonrei.

—Lo hago por qué se que esto es muy importante para todos ustedes y también lo hago por ella—sonrio.

—Te dejo para que hagas lo que tengas que hacer—sali de la habitación.

Camine a dónde estaba Cornelio y hablé con el.

—Danna está haciéndole un chequeo—me senté con el.

—Ah si, me dijo que tenía que hacer eso—hablo con la vista perdida.

—Vas a hablar con ella?—pregunte.

—Si, voy a hablar con ella—puso una mano en su boca.

—¿Quieres ir a ver a la bebé? Me dijo mi amá que a ellos les dejaron verla...

—Mmmm, si vamos—dijo un poco inseguro.

Una enfermera nos llevo a dónde estaba la bebé, nos explico que todavía no la podíamos abrazar, nos acercamos para poder verla mejor.

—Es hermosa—dijo Cornelio—Vale es mi hija se parece a mí, más a ella que a mí pero soy papá—dijo emocionado, soltó unas lágrimas.

—Felicidades carnal, eres papá—lo abrace.

—Soy un pendejo dude de Meli, me siento un completo estúpido.

Me hubiera gustado que no tuviera que haber pasado todo esto para que Cornelio se diera cuenta que es su hija...

—No te quedes con algo del pasado, puedes pedirle perdón y tratar de solucionar todo y tratar de que ambos queden como amigos

Fue Un Error Amarte. ~Segunda temporada~ Cornelio VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora