Fue Un Error Amarte. ~Segunda temporada~ Cornelio Vega

Capitulo 12

1 mes después.

Christian se tuvo que ir de Obregón y me siento un poco sola ya que me había acostumbrado a su compañía. La persona más feliz desde hace un mes es Cornelio porque Christian le dejo "el camino libre" ya teníamos todo listo para la navidad y los más felices eran mis hermanos y los hermanos Vega por los regalos de los nuevos integrantes de la familia. Desde antes vine a comprar el regalito de mi Vale jr, es un niño precioso, Valentin está más que feliz por su bebé y le emociona la idea de que nuestros hijos crecerán como hermanos, se amaran y serán tan unidos como el con sus hermanos.

Tocaron la puerta de mi casa y tome a Almita entre mis brazos y agarré su pañalera y mi bolsa.

—Deja que te ayude a cargar algo, mi reina— agarro la pañalera y mi bolsa. Le di una sonrisa.

El abrió la parte trasera de la camioneta y acomodo las cosas para después acomodar a Almita en su silla. Me abrió la puerta del copiloto y me subí, debo admitir que eso es lo que me enamoro de el, que es lindo y caballeroso. Subió a la camioneta y volteo a verme con una sonrisa.

—Comó está la mujer más hermosa de este mundo y mi princesa hermosa.

Se me hizo un gesto muy tierno de su parte el decir eso. De pronto se acercó y me dió un rápido beso en los labios, no supe que hacer y comencé a sentir como la sangre de me subía a la cabeza, seguramente estaba roja.

—Lito...

—Yo se, yo sé pero no puedo evitarlo, cada vez que te veo siento el estómago raro y mi corazón empieza a latir con fuerza.

El tomo mi mano para ponerla en su pecho y si, su corazón estaba latiendo muy rápido. No sé que contestar así que opte por retirar mi mano y ponerme el cinturón de seguridad.

—Oye te parece si primero vamos a comprar los regalos y después vamos por la ropa?— Cornelio asintió y siguió manejando.

Llegamos al centro comercial y empezamos buscando el regalo de mi pequeño Vale. después de una larga búsqueda de un peluche bonito, lo encontré. Valentin le regaló su primer muñeca a Almita y quedamos que yo le regalarían su primer peluche a Vale jr. Seguí buscando regalos para los demás y no pude olvidar a mi pequeña princesita.

—Bueno, 4 horas buscando regalos— Cornelio veía su reloj— Ahora sí, vamos por la ropa.

Comenzamos a recorrer tiendas de ropa en busca de el outfit perfecto para la cena del 24 y por su puesto para el 31. De un momento a otro estábamos rodeados de fans (En mi historia no hay pandemia pq si están en cuarentena en la vida real, aquí no ok?) Estábamos algo apretados y las adictas se empujaban entre ellas haciendo que nosotros hiciéramos lo mismo, no me molestaba ya que yo las amo pero me preocupaba que mi bebé se lastimar y por lo visto Cornelio igual estaba preocupado por ello.

—A ver mis niñas, les quiero pedir un favor pero para eso ocupo que guarden silenció— todas guardaron silencio y lo vieron atentamente— Miren, vengo con mi hija y se están empujando mucho, yo voy a tomarme fotos, mandar saludos y a platicar con ustedes pero les pido que estén tranquilas para que mi bebé no salga lastimada.

Las adictas lo entendieron muy bien y salimos de la plaza comercial ya que llegó seguridad por el alboroto que se había causado. Cornelio se tomaba fotos con algunas mientras otras se acercaban a mi a platicar y a pedirme fotos.

Pasamos al rededor de dos horas conviviendo con las niñas y después seguimos buscando nuestras prendas para las fiestas.

—Almita y yo ya tenemos nuestra ropa, faltas tu— dijo Cornelio.

—Mientras tu escogías tu ropa yo compré la mía— dije mientras recibía las bolsas de ropa.

—Yo quería ver qué te vas a poner— hizo un puchero.

—Pues lo verás hasta mañana. Que te parece si te invito a comer en la casa y así sirve que descansamos un rato.

—Que te parece si mejor compramos comida hecha y así no tendrás que preparar nada, digo porque te vez agotada— tomo mis bolsas.

—Me parece buena idea— le quite mis bolsas.

—En ese caso escoge lo que quieras comer y lo pasamos a comprar— me volvió a quitar las bolsas— Y no me quieras quitar tus cosas otra vez, tú llevas a la niña y yo las cosas.

Después de un gran rato pensando que compraríamos de comer, nos decidimos por unas hamburguesas, nada saludable pero x somos chavos. Llegamos a la casa y bajamos las cosas de la camioneta y acosté un rato a Almita ya que venía durmiendo.

Nos sentamos a comer. Extrañaba estás comidas en las que habían risas, bromas y platicas muy entretenidas, extrañaba a Cornelio...

—Me dijeron tus hermanos que no has llegado a verlos.— dijo Cornelio mientas comía.

—Estoy muy ocupada con Almita, las entrevistas y el modelaje, es muy agotador— hice una mueca.

—Te dije que no necesitas trabajar, Melisa.

—Cornelio, tu y yo no estamos juntos como para que me mantengas y además, si estuviéramos juntos yo seguiría trabajando, no te dejaría toda la carga a ti.

—Es un apoyo, mira si quieres solo será mientras la niña crece y ya que este un poco más grande, tú podrás trabajar si así lo deseas.

—Ya hablamos de esto y no quiero empezar una discusión, todo está bien entre nosotros como para arruinarlo peleando.

—Como quieras— hablo enojado.

—No te enojes— rodé los ojos.

—Por que te enojas tu? El enojado soy yo— dijo riendo.

—Pues me enoje porque tú te enojaste, idiota.

—No te enojes, mi niña. Te ayudo a envolver los regalos, vamos.

Ambos nos paramos de la mesa y fuimos en dirección a los regalos, Cornelio fue por los papeles para en volverlos. Ya llevaba 4 regalos envueltos y Cornelio seguía batallando con el mismo, no pude evitar reírme y el me volteo a ver con cara de desesperado.

—Deja que te ayude— dije entre carcajadas.

—No, este es para ti y no quiero que lo veas.

—Esta bien, mira como envuelvo este regalo y ya tu haces lo mismo.

Comencé a hacer el procedimiento y Cornelio me miraba atentamente, cuando termine el fijo la vista sobre mis ojos y sonrió, parecía un niño chiquito.

—Te quedó claro como envolver regalos?

El asintió con una sonrisa y siguió con su envoltorio. Después de un rato terminamos con los regalos.