Capitulo 5

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—Meli ven—esa voz me era familiar.

—¿Quien es? Bueno no es como que me vayan a contestar—rei.

—Nosotros si te escuchamos. Mi princesita cuánto has crecido.—dijo un hombre.

—¿Me escuchan? ¿Dónde están?—dije confundida.

—Voltea—solto una risita.

Me di la vuelta y sentí como mi sangre se bajó de golpe ¡Ahí te voy San Pedro! No podía creer lo que estaba viendo, mis lágrimas comenzaron a salir sin control.

—¿Mami? ¿Papi?—dije con la voz quebrada.

—No llores mi niña—dijo mi mamá con una sonrisa.

—Siempre estuvimos aquí contigo—mi papá me abrazo.

—No puedo creer esto, si puedo verlos eso significa que... ¿Estoy muerta?

—Ya conocimos a nuestra nieta y es una niña preciosa—mi mamá evadió mi pregunta.—Tus tíos los están cuidando muy bien y eso nos tranquiliza.

—Los extrañe mucho, no sé imaginan cuánto.

—Mi amor todas esas veces que has llorado, que estás triste y desanimada... Nosotros siempre estamos ahí apoyándote, claro que tú no nos puedes ver pero estamos ahí mi niña—mi mamá beso mi frente.

—Cornelio es buen muchacho—hablo mi papá.

—Lo se pá, el es muy bueno...

—Hacian muy bonita pareja mi niña—recibi un abrazo de parte de mi mamá.

—Ya es hora mi amor—dijo mi papá.

—¿Ya es hora? ¿Hora de que?—hable asustada.

—Ya es hora de irnos mi niña, tengo que decirte algo, mira tu papá y yo pasamos muchos obstáculos para estar juntos y seguimos amándonos como el primer día—mi mamá entrelazó sus manos con las de mi papá.

—Siempre quise conocer a alguien como mi papá, el es el hombre perfecto—sonrei y lo abrace.

—Y lo conociste mi niña, te dió algo muy hermoso y es nuestra nieta—dijo mi papá.—Es hora de irnos princesa.

—Yo con ustedes me voy a dónde sea—los abrace y ellos se quedaron viendo para darme una sonrisa.

—Mi amor... Tu no vienes con nosotros—mi mamá acaricio mi mejilla—Es hora de despertar.

—¿Me van a dejar otra vez?—cayo una lágrima de mis ojos.

—Nunca te dejamos mi niña, siempre estamos contigo—mi papá limpio mis lágrimas.

—Te amamos y nunca te dejaremos, y hazles saber a tus hermanos que también los extrañamos mucho y los amamos—mi mamá me abrazo.

—Ya es hora de despedirnos mi niña—ambos besaron mis mejillas y nos abrazamos.

Comencé a ver una luz que poco a poco se iba haciendo más grande hasta que ya no ví nada.

Abrí los ojos y respiere profundamente. Comencé a observar todo el lugar y me encontré a Cornelio dormido mientras tomaba mi mano. Se veía incómodo así que trate de despertarlo suavemente.

—Lito, despierta—susurre.

El comenzó a moverse y volteo a ver a la puerta, acomodo si cabello y se estiró.

—Voy por un café, regreso en un rato—beso mi mano y se paro.

—¿Me traes algo de comer? Tengo algo de hambre—dije aguantandome la risa, el no se había dado cuenta aún.

Fue Un Error Amarte. ~Segunda temporada~ Cornelio VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora