CUMPLIENDO TUS REGLAS [TEMP 3]

➸ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ④①

La atención de todo el restaurante está centrada en Valentina y Michael, esperando con el corazón en un puño. La anticipación es insoportable. El silencio se estira como una tensa banda elástica. La atmósfera es opresiva, aprensiva y aún esperanzadora.

Valentina mira inexpresivamente a Michael cuando él mira hacia arriba a ella, sus ojos abiertos del deseo... incluso miedo. ¡Mierda, Valebtina! Sácalo de su miseria. Por favor. Mierda... él podría habérselo preguntado en privado.

Una sola gota baja por la mejilla de ella a través de su expresión todavía inexpresiva. ¡Mierda! ¿Valentina llorando? Luego ella sonríe, una lenta sonrisa lenta de "he encontrado el Nirvana".

—Sí —susurra ella, bajo, con aceptación dulce... no como Valentina, en absoluto.

Por un nanosegundo, hay una pausa cuando todo el restaurante exhala un suspiro colectivo de alivio, y luego el ruido es ensordecedor. Aplausos espontáneos, ovaciones, silbidos, chillidos y de repente tengo lágrimas bajando por mi cara, corriendo mi maquillaje de Barbie se encuentra a Joan Jett.

Olvidados de la conmoción a su alrededor, los dos están encerrados en su propio pequeño mundo. De su bolsillo, Michael saca una pequeña caja, la
abre y se la presenta a Valentina. Un anillo. Y por lo que puedo ver, un anillo exquisito, pero necesito verlo más de cerca. ¿Es eso lo que estaba haciendo con Gia? ¿Eligiendo un anillo? ¡Mierda! Oh, estoy tan feliz de no habérselo dicho a Valentina.

Ella mira del anillo a Michael y luego tira sus brazos alrededor del cuello de él. Se besan, notablemente casto para ellos, y la multitud enloquece. Michael se para y reconoce la aprobación con una reverencia llena de gracia,
usando una sonrisa satisfecha, sentándose. No puedo quitar mis ojos de ellos. Sacando el anillo de la caja, Michael lo desliza gentilmente en el dedo de Valentina, y se besan una vez más.

Ruggero aprieta mi mano. No me había dado cuenta de que lo había estado apretando tan fuerte. Lo libero, un poco avergonzada, y él sacude su mano, articulando:

—Ow.

—Lo siento. ¿Sabías de esto? —susurro.

Ruggero sonríe y sé que él lo sabía. Llama al camarero.

—Dos botellas del Cristal, por favor. Del 2002, si lo tiene.

Le sonrío.

—¿Qué? —pregunta.

—¿Por qué el 2002 es mucho mejor que el 2003? —me burlo.

Él se ríe.

—Para el paladar perspicaz, Karol.

—Tienes un paladar muy perspicaz, señor Pasquarelli, y gustos singulares.

Sonrío.

—Lo tengo, Sra. Pasquarelli —se inclina más cerca—. Lo sabes muy bien —susurra, y besa un punto determinado detrás de mi oreja, enviando
pequeños escalofríos por mi columna.

Me sonrojo e ingenuamente recuerdo su demostración más temprana de los defectos literales de mi vestido.

Luci es la primera en pararse para abrazar a Valentina y a Michael, y todos tomamos turnos para felicitar a la pareja feliz. Agarro a Valentina en un abrazo feroz.

—¿Ves? Sólo estaba preocupado por su proposición —susurro.

—Oh, Karol —ella solloza con una risa tonta.

—Valen, estoy tan feliz por ti. Felicidades.

Ruggero está detrás de mí. Le da la mano a Michael, luego, sorprendiéndonos tanto a Michael como a mí, lo abraza. Apenas puedo leer lo que dice.