¡Bienvenido/as al BNHAtober del 2020!
1 libro, 31 capítulos y 31 temas distintos.
Un OS diferente cada día ¿Puede haber algo mejor? No lo creo.
» Lean el primer apartado para más información.
» Por obvias razones habrá advertencias que se les será...
Advertencias:Spoiler/adelanto de mi historia: "La bella flor del jefe".
Nota:Soy un asco con esto de las citas, no recuerdo haber tenido una que me gustara y sinceramente no me gustó mucho como quedó porque es bastante más corto que los primeros OS, pero aquí está.
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El lugar olía bastante a flores, las personas iban de un lado a otro ubicándose frente a las mesas, unas llevaban acompañantes y otros simplemente iban solos para disfrutar de la vista que les daba la cafetería hacia el mismo jardín que había a un lado. Detrás de la barra habían tres chicos que se turnaban para atender, cocinar y cobrarle a los comensales y frente a la misma barra se encontraban dos personas, la primera siendo un pelirrojo al cual todos conocían pero ignoraban; el hombre se encontraba con una laptop frente suyo y al lado un plato con rollitos de canela. Mientras que, el segundo hombre era un cenizo que se atragantaba con galletas de jengibre mientras observaba la pantalla de la laptop, se encontraban trabajando en medio de la cafetería que pertenecía a Izuku ya debían cuidarlo.
Hacía un mes y medio que el pelirrojo había comenzado a acompañar al chico a su casa ya que su hermano no podía por andar ocupado con sus exámenes, el primer día que el hombre los vio juntos se molestó, el segundo día habló con su amigo sin su hermano presente y al tercer día de ver que la charla no dio fruto y que su hermanito llegaba feliz, no dijo nada más; pero aún así vigilaba desde la ventana cuando éstos se despedían y veía luego como el pelirrojo se marchaba.
Ese día no sería la excepción pero habría algo diferente que ponía nervioso al pelirrojo y que era objeto de burlas de parte del cenizo al cual le valía que fuera su jefe de quien se estaba burlando. El pelirrojo estaba acostumbrado a que el hombre no lo respetara la mayor parte del tiempo y aún así, aquello no le impedía sentir nervios por lo que iba a pedir y se preparaba mentalmente —Al menos una parte de él— para un posible rechazo.
—En cinco minutos cerramos, disculpa hacerte pasar por esto todos los días Eiji —Comentó el peliverde una vez salió de la cocina, llevando el rostro pintado de blanco por la harina y las mejillas un poco pegajosas por la miel.
—Jefe se me meterán las moscas en la boca y saldrán por su ojos —Murmuró el cenizo de manera burlesca, haciendo reaccionar al hombre.
—No te preocupes Izuku, para mí no es una molestia pasar por eso todos los días, ya incluso me acostumbré; además, disfruto de tus rollitos de canela mientras espero —Respondió el pelirrojo con una sonrisa y logrando sonrojar al pecoso frente suyo. —Además hoy estamos trabajando un poco —Comentó girando la pantalla de la laptop para mostrar a los hombres detrás de la pantalla, los cuales saludaron al pequeño.
