¡Bienvenido/as al BNHAtober del 2020!
1 libro, 31 capítulos y 31 temas distintos.
Un OS diferente cada día ¿Puede haber algo mejor? No lo creo.
» Lean el primer apartado para más información.
» Por obvias razones habrá advertencias que se les será...
Nota: Hace rato que quería utilizar estas imágenes para una historia *3*
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Ya estás haciéndote otro tatuaje Izuki?
La peliverde volteó hacia la puerta de aquel lugar, frente a ella se encontraba un cenizo de brazos cruzados, en silencio le regaló una sonrisa para voltear hacia el pelinegro que se encontraba tatuando su hombro. Ambos eran sus amigos desde hacía tres años, los había conocido la vez que fue a hacerse su primer tatuaje, uno que llevaba lugar en su muñeca; durante esos tres años llevaba alrededor de siete contando el que se encontraba haciéndose en esos momentos.
—Katsuki sabes que es su cuerpo y tu mismo no puedes quejarte cuando tienes más que ella —Comentó el pelinegro sin quitar la mirada del hombro de la chica.
—Tsk calla Dabi, no estoy hablando contigo —Chistó el cenizo con el ceño fruncido.
—No vayan a discutir o mi próximo tatuaje será en la tienda de la esquina —Amenazó Izuki con tranquilidad, era mentira pero los otros dos no lo sabían.
—No te atreverías —Comentó el pelinegro.
—¿O si? —Cuestionó ahora el cenizo.
Izuki solo rió mientras los observaba a ambos, negó al ver que no habían captado su mentira para relajarlos y apoyó la cabeza en el reposa-brazos con los ojos cerrados. Recordaba la forma tan divertida en la que terminaron siendo amigos, cercanos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izuki estaba decidida a hacerse su primer tatuaje, iba en compañía de su mejor amigo y el novio de este, ambos estaban emocionados de que obtuviera su primera tintada en el cuerpo. Entraron a aquella tienda y lo primer que vieron fue un cenizo discutiendo entre groserías con un pelinegro, lo primero que Izuku pensó fue que quería arrepentirse si alguno de esos dos era su tatuador; no tuvo tiempo para arrepentirse cuando ya habían llegado frente a ambos, deteniendo su pelea y comportándose para atenderlos.
