¡Bienvenido/as al BNHAtober del 2020!
1 libro, 31 capítulos y 31 temas distintos.
Un OS diferente cada día ¿Puede haber algo mejor? No lo creo.
» Lean el primer apartado para más información.
» Por obvias razones habrá advertencias que se les será...
Advertencias: Lemon/+18/smut (Como le quieran decir), BDSM y poco OOC.
Nota:¡Que jodido es escribir lemon teniendo a tu familia putamente cerca! ¡Disfrútenlo!
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De rodillas sobre la gran alfombra roja de terciopelo que yacía sobre el suelo, se encontraba un rubio con las manos atadas a los tobillos con los ojos vendados y completamente desnudo. Entre sus piernas yacía su miembro erecto y su cuerpo llevaba una fina capa de sudor, su espalda y ambos glúteos tenían marcas de diferentes tipos de látigos, misma marcas lo tenían jadeando en silencio; a su papi no le gusta que hiciera tanto ruido cuando estaba ocupado.
Recibía un castigo si no obedecía las reglas que su papi le había dado a principios del contrato, mismas reglas en las que estuvo de acuerdo, algunas fueron cambiadas, al igual que las cláusulas pero en esos momentos su castigo era por otra situación totalmente diferente y aunque se sentía estresado, lo aceptaba porque él mismo se lo había buscado.
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Esa mañana Denki se encontraba camino a su trabajo en aquella cafetería, estaba de vacaciones por lo que no se preocupaba por sus clases, estaba bastante molesto ya que no había sabido nada desde hace un mes de cierto pelirrojo con el cual mantenía una extraña relación meramente sexual, aunque él estaba enamorado, aún así sabía que el pelirrojo no quería nada que lo atara a nadie, así que simplemente aceptó el trato que el hombre le ofreció; tenían sexo de vez en cuando, cuando el hombre lo llamaba diciéndole que lo necesitaba pero desde hace unos meses había visto extraña el comportamiento del hombre y creyó que no debía ser nada pero ahora, un mes después en los que no respondía sus llamadas, sus mensajes y sus emails, se preocupaba.
—Denki en la mesa tres está el mismo hombre que se aparece desde hace una semana para verte —Murmuró uno de sus compañeros.
El rubio vio hacia la mesa indicada y efectivamente, en la mesa tres estaba el mismo hombre pelimorado que iba a desayunar y le coqueteaba de vez en cuando. Él mismo creía que era un chico guapo pero no tanto como el pelirrojo, por ello trataba de no atenderle demasiado pero en esos momentos al estar molesto con el pelirrojo decidió atenderlo; creí que podría ser buena idea olvidar al hombre con otro, aunque no creía que eso pasara muy pronto pero poco a poco lo podría lograr... Tal vez. Se acercó a la mesa con una sonrisa, deteniéndose frente a la mesa y a un lado del hombre.
