Capítulo 5

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"LIMERENCIA"

-No, Aiden.

Mi sonrisa estaba reflejada en el recuadro pequeño sobre la imagen de él. Se echó a reír con esa peculiar y bonita risa antes de negar con la cabeza.

-Bueno, entonces tendremos que ir por separado.

-¡Podemos ir juntos! - exclamé - solo digo que no pienso subirme a uno de tus autos de lujo exageradamente enormes.

-Todos mis autos son de lujo, Grace.

Rodé los ojos, sabiendo que llevaba razón. Sin embargo, me rehusaba a subirme a otro que no fuera su audi. No es como que quisiera llamar la atención en una limusina.

-Pero será en mi auto, pesada.

Sonreí.

Aiden estaba en Nueva York porque sus hermanos vivían allí. Él era un médico muy bueno, y con suerte había podido sacar unos días para visitarlos. Sabía bien que la vida de un doctor no era precisamente la mas sencilla, pero nos la arreglabamos bien la mayor parte del tiempo.

-¿Prefieres el rojo o el negro? - su pregunta me hizo fruncir el ceño - no preguntes.

-Eso me hace querer preguntar, Aiden.

Se rió bajito - Ya lo sé, pero no lo hagas y contesta.

-Vale, el rojo.

No estaba segura, pero esperaba haber acertado. Espere que dijera algo, sin embargo, permaneció en silencio con una sonrisa ladeada. Tenía que admitir que era muy bonito.

La luz que le daba de frente hacía que su cabello rubio pareciera dorado, y esa cebollita mal hecha sobre su coronilla me gustaba mucho mas que cuando lo llevaba suelto. Realmente era muy apuesto.

-¿Vas a decirme para que?

Pero ya sabía la respuesta.

-No, sera una sorpresa.

Vale.

El ruido detrás de mí hizo que inmediatamente me enfocara en mi recuadro, y noté que las cabezas de mis padres ingresaban a la sala acompañadas de las de Gemma y Anne. Al instante me puse de pié para saltar sobre Gemma.

Inefable | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora