Capítulo 18

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"MERAKI"

No podemos cambiar el pasado.

No.

Pero si podemos hacer del futuro mejor.

Mi padre solía decirme, cuando raspaba mis rodillas por saltar en lodo bajo la lluvia, que el dolor era necesario para aprender sobre la vida. En ese entonces no lo entendía, quería nada mas que dejara de hablar y que me ayudara, pero viendolo bien ahora mismo, tenía sentido.

Por años estuve absorta de las cosas que quería. Pensaba que terminar la universidad y trabajar de cualquiera que fuera mi profesión era lo que necesitaba. Pensaba que eso era el sinónimo de mi felicidad. Pero estaba equivocada.

La felicidad no era simplemente hacer mi vida como se suponía que debía ser. Yo tenía que buscar mi propia alegria. Mis metas. Mis sueños. Tenía que conseguir algo que me llenara de suficiente paz y felicidad, y entonces ahí es donde iba a conseguir lo que realmente deseaba.

No es que ahora lo supiera con certeza, de todas formas, pero al menos tenía claro que ser una fotógrafa de simples paisajes y comprar un pequeño departamento para mí cerca de casa no era lo que iba a hacerme feliz. Mi felicidad iba mucho mas allá. Específicamente hacia el continente europeo, en un lugar llamado Holmes Chapel.

Mi cariño hacia Harry no era nuevo para mí. Estuve semanas intentando ocultar un sentimiento tan fuerte como el que sentía en ese mismo instante, pero fue absurdo porque mi felicidad estaba con él, precisamente a su lado, y me bastó verlo sobre esa camilla, con la cabeza vendada y medio dormido, para darme cuenta de que no quería otro futuro que no fuera a su lado.

Papá tenía razón, como siempre.

Tuve que pasar por el dolor de verlo tan vulnerable para aprender que aunque podía, no quería seguir adelante sabiendo que no me recorbada. No quería nada que no tuviera que ver con él.

Sentía la mirada de todos sobre mí con tanta insistencia que por poco salgo corriendo, pero lo entendía. Era la única que no había intentado hablarle hasta ahora.

Hacía cuatro horas que el doctor nos había informado del estado de Harry. Mi corazón latio fuerte y tuve que sostenerme de Anne para no caer, por lo que papá prácticamente me ordenó que fueramos a casa para poder comer algo, darme una ducha e intentar calmarme un poco. Luego, volveríamos al hospital.

No puse problema. En realidad no hablé absolutamente nada en todo el camino y tampoco cuando estuvimos allá. Mi animo estaba por el suelo, pero al menos podía sentir la paz de saber que estaba con vida. A salvo.

Papá no insistió en ningún momento y sólo me habló cuando Anne llamó para avisarle que ya estaban con Harry, y que se encontraba bien. Aun así él no quiso decirme nada sobre el tema de su memoria, pero deduje que ya habían hablado con Harry sobre ello.

-¿Estás mejor, cariño?

Asenti, observando el perfil de Harry mientras sentía los brazos de mi madre enrollarse en mi cuerpo.

Harry estaba notablemente herido. Su mejilla estaba violeta y habían cortes pequeños en su ceja y tambien en sus labios. Su cabeza estaba tapada por las vendas blancas, y podía ver las ojeras debajo de sus ojos entreabiertos que ahora parecían sumamente apagados.

El corazón me dio un vuelco al verlo de tal manera. Sentí una presión en el pecho tan fuerte que tuve que dar un paso atrás, soltando el aire que no sabía que había retenido.

Inefable | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora