Capítulo 26

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"SINAG"

¿Del uno al diez?

Bufé, sonriente.

—Veinte.

Mitch pasó un brazo por mi hombro tan feliz como yo. Su cabello ya no era más una maraña larga y tenía que admitir que se veía muy bien con ese nuevo corte.

—Que es mío.

Sarah, burlona, me apartó con suavidad de su lado para acurrucarse debajo de su brazo, y yo me permití rodar los ojos con gracia. Eran tiernos, y la verdad es que jamás habría pensado que salían de no ser porque me lo habían aclarado ya.

Me llevaba bien con ellos, sobretodo con Mitch. Eran divertidos, atentos y muy amables —como no—. Además, no hacían de la tensión entre Harry y yo un drama demasiado grande.

—Todo tuyo — contesté — quiero mantenerme lo mas alejada posible de las relaciones.

Jeffrey carraspeo a mi lado, sin dejar de andar su teléfono, y noté que buscaba a Harry con la mirada.

—¿Tienes algo, Jeff?

Sonrió.

—Si, se me fue la saliva.

Si, claro.

—¡Ya está!

El grito de Harry me sobresaltó, pero refresque la página con rapidez y sonrei al ver el nuevo video en su canal de youtube.

No me atreví a mirarlo, pero le di like y me dispuse a observar la expresión del ojiverde mientras escuchaba la canción a través de todo el lugar. Watermelon sugar era mi video favorito, no mentía, y aunque moría por ver el resultado de aquél bonito día iba a esperar hasta estar en la comodidad de mi solitaria habitación para apreciarlo.

Los recuerdos seguían afectandome de la misma forma, incluso peor, y no esperaba ponerme a llorar como tonta delante de todo el mundo.

—¿Te ha gustado?

Harry asintió en respuesta a Jeff.

—Pareció ser divertido.

—Lo fue, ¿a que sí?

Entonces me toco a mi darle la razon con una sonrisa ladeada en el rostro. Por mucho que había decidido seguir con aquella distancia no podía darme el lujo de odiarlo, ni siquiera eso podría ser posible y yo lo sabía perfectamente. Sin embargo, no me permitía tratarlo como antes.

Podían llamarme tonta, egoísta o la mierda que quisieran, pero había intentado luchar aquella batalla con él, de su mano, y no me lo permitió. A medida que pasaban los días y mis constantes llamadas eran declinadas por él, me di cuenta de lo idiota que estaba comportandome; porque él definitivamente no quería mi ayuda, y yo no podía obligarlo.

Así que me tragué mis lamentos y levante la cabeza. Hablé con Jeffrey y me propuse hacer de mi nuevo y primer empleo uno que jamás iba a olvidar. Aquella era una oportunidad sensacional que no iba a dejar que Harry malograra.

Lo quería. Joder, por la mierda que era de las personas que mas quería en el mundo, pero también debía quererme a mí y reconocer que si Harry no estuvo de acuerdo con llevarme a su lado para salir de aquello juntos, tal vez lo mejor había sido no habernos hablado. Aunque eso no justificara su actitud hacia mí.

Inefable | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora