Capítulo 16

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"AMOR"

(+18)

El camino de vuelta a casa estuvo lleno de un silencio tan incomodo que por poco no me lancé por la ventana.

Si Jackie hubiera estado presente posiblemente lo habría hecho.

Jackie.

Joder, va a morirse cuando le cuente todo lo que ha estado sucediendo estos días.

Si antes decía que debía lanzarme con eso de coquetearle a Harry, no puedo imaginar como se pondrá al saber que resultó mas que mal todo su plan.

Y no una, sino dos veces.

Al llegar a la casa nos dimos cuenta de que no estaban los autos. Ni siquiera el de Aiden. Y conseguimos una nota que había  dejado mi madre donde daba su paradero y avisaba que habían salido a cenar.

Genial. También debo estar sola con Harry en la casa durante horas.

Me encamino a la cocina para preparame algo de comer sin mirarlo. Cada vez que consigo sus ojos sobre los míos me sonrojo y quiero que la tierra me trague.

Es que, ¿quien cojones me dijo a mí que podía ser tan descarada con él?

Eso me pasa por ser tan lengua suelta.

Siempre supe que iba a llegar el día donde tal defecto, o virtud, me iba a pasar factura, pero nunca pensé que sería de esa forma tan vergonzosa.

-¿Puedes dejar de ignorarme? - su voz me sobresalta y dejo caer el frasco de mermelada, pero por suerte consigo cogerlo a tiempo.

-No estoy..ignorandote, ¿me abres?

Le paso el frasco sin mirarlo.

Observo sus manos hacer fuerza para quitar la tapa. Sus musculos se tensan un instante, y tengo que morderme el interior de la mejilla para no abrir la boca como tonta.

-Yo lo afloje - murmuro cuando me lo pasa de vuelta. Él suelta una risita baja que me descompone.

Vuelvo a mi labor de ignorar su presencia y tomo las galletas saladas ya destapadas sobre el plato para untarlas de mermelada.

-¿Quieres?

No sé su respuesta porque no contesta, y si me lo ha dicho con la cabeza no pienso mirarlo.

-Quiero que dejes de ignorarme.

-No te estoy ignorando - repito - ¿no ves que te estoy hablando?

Por supuesto que estoy haciéndolo.

-No estas..¿puedes mirarme?

-Estoy ocupada.

-¿Comiendo?

-Uhum.

-Puedes comer mirándome.

No respondo, porque tiene razón, pero tampoco lo miro.

-¿Por que estás así?

Me quedo muy quieta cuando lo escucho, y la vergüenza es sustituida por la molestia, también.

¿Acaso es tan idiota?

¿Está jugando conmigo?

¿Quiere morir?

Inefable | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora