Inefable | h.s

Capítulo 21

"ESPERANZA"

–Entonces, ¿dices que se llama Blackie?

Sophie volvió a asentir. Sus ojitos observaban a Harry muy abiertos y parecía cansada ya de repetirselo. El ojiverde estaba sonriente, notablemente divertido ante la molestia tierna de la pequeña.

–Que si, Harry – respondió – ¡No puedo creer que no lo recuerdes!

Estábamos en una pequeña habitación con Josephine y Sophie. Jeffrey nos había pedido discreción con respecto a Harry, al menos mientras la noticia sobre su estado fuera publica, y es por eso que no quisimos salir donde los demás. Sin embargo, ya teníamos un buen rato conversando y jugando con Sophie.

La pequeña parecía genuinamente contenta por vernos, y mi corazon se hacía mas pequeño cada vez que recordaba que en un par de días, o semanas, íbamos a tener que irnos de Malibu. Sophie me agradaba. Era una niña excepcional, así como todos los demás, y quería poder visitarla seguido.

–Lo lamento – murmuró Harry, sin sentirlo en realidad.

–Creo que ya debemos irnos – avisé – Harry tiene que descansar.

El mencionado unió las cejas, y Sophie hizo un puchero de lo mas adorable. Sin embargo, solo asintió.

–Puedo quedarme un poco más.

–No creo que sea buena idea, ni siquiera debiste haber venido aquí – volví a decir – es demasiado pronto.

No mentía. Harry debía estar sobre una cama, descansando, no celebrando un cumpleaños el mismo día que le habían dado el alta. Estaba segura de que la pequeña Sophie entendería si él no hubiera podido asistir desde un principio, tal cual lo mencionó Magnus.

–Me siento bien, ¿si?

Pero yo no podía dejar de preocuparme por ello.

–Aiden, ¿tu que eres de Harry y Grace? – interrumpió la niña de pronto.

Ay, no.

Que oportunos pueden ser los niños, ¿no?

–Es amigo – contesté.

¿Que mas podría decirle?

Josephine, ajena a mi mirada seria, se echó a reir.

–Cuando yo tenía tu edad tenía un amigo como Aiden. Eramos inseparables.

Sophie la miró, emocionada por su historia.

–¿Y dónde está él, Josy?

–Desafortunadamente él ya no está aquí, preciosa, pero...ven.

La pequeña acercó su oído a la mujer. Su pequeña oreja casi se elevo ante su intento de secreto, y sus ojitos se abrieron de par en par cuando Josephine le habló. Seguido, paso la mirada de mí hacia Aiden con rapidez.

–¡¿Se van a casar?!

Juro por todo lo bueno que si hubiera estado tomando algo lo habría escupido. Aiden se carcajeo, como si la cosa fuera graciosa, y observo sonriente a Sophie. Magnus simplemente sonreía, y a Harry no alcanzaba a verlo. Mi atención estaba unicamente en esa niña imprudente.