Había subido a mi habitación para dejar que Elijah y Nik terminaran de hablar sobre como matar a sus padres…. Rápidamente cambié mi ropa, y me puse una pijama lista para dormir, pues quien sabe cuando volveré a dormir tranquila en esta ciudad, ya que siempre al final me meten al medio de la guerra sin yo buscarlo…
— ¿Puedo entrar? —preguntó Nik desde fuera de mi habitación, sacándome de mis pensamientos.
—Claro— solté como si nada antes de él entrar con preocupación en su rostro.
—Love, la guerra que se avecina es peor que la ultima en la estuvimos, necesito saber si estás lista para ella, porque si no es mejor que salgas de la ciudad— dijo él sonando preocupado y asustado por lo que sonreí de lado.
—No tengo nada mejor que hacer, así que cuenten conmigo— dije parándome de la cama por lo que me sonrió—. Además recuerdo perfectamente que tu padre me debe una por casi matarme…—solté burlonamente—. Por lo que esta también es mi guerra…
—No deberías enfrentarte a él…—me dijo acercándose por lo que reí—. Love hablo en serio, podría matarte sin remordimientos…
—Lo sé, ya lo intentó una vez, y adivina, no pudo conmigo…—le dije al estar frente a frente, y él acariciar con suavidad mi mejilla, sabía lo que quería por lo que avancé y le abracé—. Tu hermano está abajo, ni se te ocurra— le susurré al oído por lo que me aparté de él—. Buenas noches Nik…
—Buenas noches love…—dijo sonriéndome antes de salir de mi habitación…
La noche fue tranquila y sin problemas, por lo que desperté llena de energías y hambre, era un día perfecto para matar a alguien, pero primero tengo que comer algo…. Rápidamente me quité mi pijama y me puse unos vaqueros negros, un t-shirt negro también, y mis botas antes de salir corriendo por las escaleras a buscar algo de comer a la cocina, pero parece que no será necesario.
En medio del patio había puesta una mesa llena de comida, la cual sin dudar comencé a devorar.
— ¿Hipnotizaste a un chef o qué? —le pregunté a Nik al verle bajar las escaleras, mientras devoraba las uvas, pero este me vio extrañado.
—Era sin duda una carta que jugué en el pasado, pero no tenía mano esta vez— soltó él señalando una bandeja tapada, la cual ignoré y continúe comiendo como si nada.
—Bueno, entonces si no fuiste tú, fue Elijah, y le debo la gracias por este buen desayuno— dije tomando esta vez una manzana, y morderla.
—Tampoco fui—soltó Elijah bajando por las escaleras, por lo que solté por inercia la manzana.
— ¿Entonces de dónde viene todo esto? —pregunté desconfiadamente para luego como si fuera en respuesta, la bandeja tapada comenzara a temblar y Nik la destapara, dejando salir unos cuantos pajarracos que no tenía ni idea de cómo llegaron allí.
— ¿Qué demonios fue eso? —pregunté cuando los pájaros se fueron volando, mientras Nik levantaba una carta que había en la bandeja y la leyó.
—Una invitación de nuestra madre—soltó Nik seriamente, esto no traía nada bueno….
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—Me gustaría conocer a tu madre— solté sonriendo acostada en mi habitación, mientras Nik miraba por el balcón aun con la carta en su mano.
—Es una lástima, porque no lo harás— soltó el entrando a mi habitación por lo que me senté mirándole extrañada.
— ¿Acaso piensas sacarme de aquí mientras cenan con su madre? —le pregunté cruzada de brazos, por lo que se acercó a mi sonriendo.