Capítulo 14: No es tu decisión, es la mía.

2.7K 204 34
                                        

—Tal vez…—solté haciéndome la inocente y él acercarse a mí definitivamente molesto.

—Love olí esto desde que entré pero esperaba a que me dijeras que hacías con esto…—dijo él dando otro paso hacia mí, poniéndome sumamente nerviosa, y no de los buenos nervios…

—Es un té, para ponérsela difícil a cualquiera que me muerda…—mentí rápidamente sin titubear, pero algo me decía que él sabía algo, pues me miró desconfiadamente para que en menos de un segundo llegar a mí…

—Algo astuto…—soltó él sonriéndome antes de poner una expresión de molesto—. Pero la última vez que vi acónito en una bebida fue…—dijo pensativamente recordando algo para luego verme con sumamente furioso e incrédulamente—. No es posible…

—¿Qué ocurre? —pregunté haciéndome la inocente pero este me vio con furia antes de estallarme en contra la pared, nunca lo había visto tan molesto…

—Deja las mentiras Eider…—soltó haciéndome respirar profundo—… creí que era otra mentira más de mi madre, que solo quería engañarme para caer en su trampa, pero parece que por primera vez en su vida me dijo la verdad…—dijo mas para sí mismo sabiendo perfectamente a que se refería, por lo que sabía que estaba muerta.

— ¿Qué te dijo? —apenas dije sumamente asustada y él presionarme más en contra la pared.

—Que ibas a darme una última esperanza, que me recompensarías por la hija que perdí…—respondió furioso y ya sabía que él lo sabía, doble mierda—. Pero creí que era imposible, que era otra de sus mentiras…—volvió a decir mientras le miraba realmente asustada—. Vas… vas a tener un hijo mío y pensabas matarlo…—soltó aquellas palabras que no quería escuchar, por lo que bajé la mirada avergonzada... —. Eider, maldición, mírame, y dime la verdad— me sostuvo el rostro haciéndome mirarlo a las malas, por lo que suspiré antes de asentir, y empujarlo lejos de mí, mientras él me miraba algo sorprendido.

—Lo siento Nik, pero no estoy preparada para esto…—dije con algo de miedo, pero no se lo demostraría—. Y te guste o no, no tendré a este bebé…—solté dando la vuelta pero antes de que pudiera dar un paso más, sentí como me sostenía del brazo fuertemente, estallándome en contra de la pared de nuevo…

—No te atreverás…— soltó furioso, incluso sus ojos estaban con ese brillo color ámbar y su pupilas negras—. No sabes lo que es perder un hijo, no soportaría eso de nuevo…—dijo intentándose calmar pero negué.

—Lo siento Nik, pero ya tú tienes una pequeña, no necesitas otro hijo, y yo tampoco necesito uno ahora…—le dije seriamente mientras veía como sus ojos volvían a ser normales—. Niklaus soy una cazadora, aunque esté un poco retirada lo sigo siendo, no puedo tener un hijo ahora, un pequeño al que le puedan hacer daño para llegar a mí, o peor, a ti— me siguió mirando soltando su agarre—… ¿sabes la cantidad de enemigos que tienes?, demasiados, los cuales estarían deseosos de usarme en su contra, ¿sabes lo que tendría que soporto un hijo tuyo viviendo en esta ciudad?

—Mataría a cualquiera que intentara hacerle daño, de hecho mataría a toda la ciudad si eso es lo mejor para mi pequeño…—respondió claramente intentándome convencer pero igual negué.

—No hay pequeño Nik, ni lo habrá, ni aunque estuviera en otra ciudad tendría a este hijo…—le dije seriamente mientras veía tristeza en sus ojos, pero no me dejaría conmover por él.

—No dejaré que le hagas daño…—soltó de la nada antes de rápidamente tomar el vaso que tenia las hierbas y estrellarlo en contra del piso…

—Conseguiré mas…—dije encogiéndome los hombros, por lo que miró molesto de nuevo.

—Entonces eliminaré cada planta de acónito y verbena de la ciudad si es necesario…—soltó acercándose de nuevo a mí, por lo que sonreí de lado.

Alaric's Daugther, second Season: el regreso de EiderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora