Las dos nos quedamos mirándonos sin decir nada hasta que milagrosamente mi celular sonó, era Elijah.
—Adelante. Puedes responder—soltó Esther por lo que respondí de inmediato.
—Elijah, estoy en la tienda de la bruja…—le dije antes de que se cayera la llamada.
—Eso será suficiente—soltó ella sonriendo—. Hace mucho que he querido conocerte…—me dijo ella confiadamente por lo que me puse alerta, mientras me miraba de arriba abajo—. Te pareces a la primera Doppelgänger, Tatia…
—Me lo han dicho…—solté como si nada por lo que ella rió.
—Pero a contrario de ella, tienes también carácter, y valor. He visto como has enfrentado a mis hijos en más de una ocasión haciéndolos entrar en razón…—soltó ella seriamente—. Te escuchan, y te adoran, así que creo que tal vez seas la salvación de ambos…
— ¿Qué quieres de mi? —pregunté sin rodeos por lo que rió.
—Directo al grano, me agradas…—soltó siguiendo dando vueltas al asunto—. Necesito tu ayuda, tal vez puedas hacerle entrar en razón a mis hijos…—comenzó diciendo por lo que vi extrañada—. Verás Eider, le he ofrecido a ambos darles un nuevo cuerpo mortal, una nueva vida, la cual ha rechazado, así que vengo a ti para que los haga entrar en razón…
— ¿Hablas en serio?, ¿Por qué rayos te ayudaría de algún modo? —le pregunté arrogantemente de brazos cruzados.
—Porque si aceptan también te beneficiarías…—respondió sonriendo—. Oh querida, sé lo has pensando más de una vez, como será tu vida en unos cuantos años cuando comiences a envejecer y ellos sigan iguales, y al final mueras…. ¿no te gustaría vivir una vida normal con ellos? —preguntó seriamente poniéndome a pensar—. Piensa en tener casarte, tener hijos, morir con tu verdadero amor…
—Supongo que tengo la desgracia de hablar con mi madre—soltó una voz conocida entrando al local, poniéndose delante de mí para protegerme, y Esther arrojarle algo que le impidió avanzar a matarla—. Te escondes tras tus hechizos como una cobarde— le dijo con desprecio.
—No he venido aquí para luchar—soltó ella haciéndose la inocente antes de arrojarle lo mismo a alguien a mi lado, Elijah, impidiéndole también avanzar.
—Todo lo que haces es un acto de guerra—le dijo Elijah teniendo razón—. Si la tocas, que Dios me ayude…—soltó el por le miré sonriendo, ambos siempre viniendo en mi ayuda.
—Eider puede irse. Ya he hablado mi parte. Sabe porqué estoy aquí— dijo ella seriamente, pero no pensaba irme y dejarlos solos—. He venido a curar a nuestra familia, Elijah.
—Bueno, eso es un lúgubre sentimiento viniendo de ti—le dijo Nik para luego mirarme—. Déjanos con ella…—me pidió pero negué.
—Me quedo…—dije cruzada de brazos por lo que me miró un poco salido de sus casillas.
—Por favor love, ve a casa, iremos detrás de ti…— me volvió a pedir esta vez dulcemente por lo que de malas ganas asentí.
“Es increíble el poder que tiene sobre ti esa chica”, fue lo último que escuché antes de salir de allí, e irme a casa…. Tomé mi auto sin mirar atrás ya que si lo hacía me devolvería, me aterraba lo que podrían hacerle a ambos...
Minutos después gracias a lo rápido que iba, llegué a casa, la cual estaba sola y tranquila sin los originales, por lo que no pude evitar pensar en la propuesta de Esther…
La idea de una familia con ellos, estar llena de niños, verlos crecer, envejecer, y morir con ellos, era demasiado pedir, por lo que no pude dejar de ser tentada a imaginarme la vida así…