CAP 12

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Y las horas pasan, la fiesta cada vez más escandalosa, Damien y Jaxon se han vuelto amigos y han pasado la mayor parte de la fiesta conversando, Damien en ningún momento ha tomado una gota de alcohol, dice que es muy dañino y solo lo haría cuando sea necesario.

Por otra parte me encuentro con mi hermana tomando una lata de cerveza sentadas, miro hacia la piscina donde ya no hay nadie en él y quiero meterme, quiero nadar, pero ahora siento un poco de vergüenza meterme y que todos me vean y al parecer Damaris se ha dado cuenta.

-¿Por qué no te metiste en la piscina en todo el día?- cuestiona y volteo a verla tomando un sorbo de cerveza.

-Es que... no tenía ganas- no le digo que Owen me prohibió meterme por sus celos, ella es capaz de ir hasta donde se encuentra y decirle sus verdades en la cara.

-No te creo- me fulmina con la mirada.

-Te digo la verdad, hasta sabes que no me gusta que los demás me vean...

Me da un golpe en el brazo y me quejo frunciendo el ceño- No seas tonta, tu cuerpo es bonito, entre un rato los invitados ya se irán y podrás meterte en la piscina sin preocupaciones, el agua debe estar caliente por los rayos del sol.

-Si... eso haré.

Y así pasa, los invitados poco a poco han ido disminuyen y yéndose de la fiesta, todos han venido en coche y no todos están tan ebrios, así que no habrá accidentes en la carretera.

Y en menos de una hora solo quedamos Damien, una chica que la vienen a recoger en taxi en un rato y la pareja favorita, mi hermana y Jaxon que se están despidiendo de todos.
Suspiro, este día fue intenso pero cada momento cuenta, Damien entra a la casa y me quedo sola afuera, la piscina me llama y me rindo, voy a meterme, no me importa nada.

Dejo la lata de cerveza encima de las mesas, camino hacia el filo de la piscina y me inclino para tocar el agua, esta tibia como dijo Damaris, miro hacia los costados para verificar que nadie me está viendo, la piscina tiene luces que lo iluminan debajo del agua que le da un toque hermoso.

Empiezo a quitarme el vestido dejando al descubierto el bonito conjunto negro de dos piezas, vuelvo a mirar hacia los costados y voy entrando poco a poco a la piscina, se siente bien, siempre me ha gustado nadar, es como si  volaras.

Me sumerjo mojando mi cabello y haciendo que se peguen a los costados de mi rostro, empiezo a nadar, la piscina es larga y grande y estando a solas se siente muy bien, la brisa de la noche chocando con mi piel mojada, las olas reventando se escuchan a la distancia, miro el cielo estrellado y cierro los ojos ante la sensación de tranquilidad y paz.

-¿Te estás divirtiendo?- una voz que reconozco bastante bien interrumpe mi momento, volteo y me encuentro con ese rostro tallado por los mismos dioses mirándome con esa sonrisa tan linda que tiene.

-Siempre me ha gustado nadar- defiendo mostrándole una sonrisa, ahora mismo me siento un tanto incomoda, no pensé que vendría a verme con ropa de baño, aunque estoy bajo el agua y no se ve claro.

-¿Esperaste a que todos los invitados se fueran para que puedas meterte en la piscina?- abro los ojos al notar que tiene toda la razón, a veces creo que él sabe leer las mentes.

-N-Noo... - nado hacia él haciendo que deba inclinar la cabeza para atrás para verlo a los ojos y él hace lo mismo solo que para abajo- Solo que no tenía ganas antes- empiezo a nadar de espaldas sin quitarme la mirada de encima.

Veo que su comisura derecha se eleva y hace algo que no me lo esperaba, sus manos agarran el filo de su camiseta sacándosela por encima de la cabeza, siento mis mejillas arder al ver ese torso tan definido y marcado, trago con dificultad y antes que pueda decir algo al respecto se mete, me siento vulnerable.

-¿Por qué no dices la verdad?- empieza a nadar lentamente hacia donde estoy y trato de alejarme lentamente.

-¿De qué hablas?- digo nerviosa.

Choco con la esquina de la piscina y me siento acorralada, no sé qué hacer, siento mis mejillas arder y eso significa que debo estar roja ahora mismo, empieza a acercarse a mí, su piel mojada haciéndole ver tan guapo, él es un tiburón acorralando a su presa, y yo soy su presa.

Quedamos a centímetros de separación, siendo tan alto debo inclinar la cabeza hacia atrás para verlo, tenerlo tan cerca es una tortura ¡Virgen de los abdominales ayúdame por favor!

Se acerca a mi rostro dejando una pequeña separación, siento su respiración chocar contra mi piel mojada, también siento mis piernas chocar contra las suyas, mi pobre corazón latiendo como loco en mi pecho y tengo miedo de que estar tan pegado a mi note las emociones que me transmite cada vez que lo tengo tan cerca.

Su boca llega hasta mi oído y susurra- Tu cuerpo es una bendición, no te avergüences de enseñar el arte que eres- mis piernas tiemblan y siento una corriente extraña esparcirse por todo mi cuerpo.

Y sus manos llegan hacia mi cintura, me he quedado sin saliva y mi boca no logra pronunciar ni una palabra, y de pronto mi cuerpo es alzado quedando a la misma altura de Damien, nuestros rostros a centímetros y creo que voy a morir ahora mismo.

-¿Qué estás haciendo?- es lo único que logro decir.

Tengo mis manos sobre su pecho formado, cada musculo tensándose y sus ojos grises puestos en mis aburridos ojos marrones.

-A divertirnos- y antes que pueda decir algo me lanza al agua haciendo que tire un grito y me hunda en el, cuando salgo tengo el cabello pegado en mi rostro y tengo que usar mis manos para apartarlo de mis ojos, jadeo para poder agarrar aire, logro verlo y se está riendo.

-¡ESTO NO ES DIVERTIDO!- le tiro agua mojándolo, estoy enojada, que pésima forma de romper un momento incomodo.

-¡Vamos! ¡Eso fue divertido!- se acerca y trata de rodearme con sus brazos pero le doy la espalda, lo próximo que pasa es que Damien se sumerge bajo el agua y mi cuerpo el levantado, sale un grito de horro y me aferro a la cabeza de Damien que me tiene encima de sus hombros.

-¡SUELTAME!- exijo y me retracto al instante.

-Como tu digas- suelta mis piernas y me hace caer hacia el agua de espaldas haciendo que me entre agua hasta por la nariz, salgo del agua por tercera vez desesperada por recuperar aire, esto no me está gustando para nada.

-¡TONTO!- le arrojo agua tosiendo un par de veces- ¡CASI ME AHOGO!- parece que Damien se arrepiente de lo que hizo mientras mi pobre ser tose desesperadamente.

-Oh, Vera, perdón, yo no quise...- y cuando se encuentra muy cerca salto apoyándome de sus hombros y con mi poco peso haciéndolo sumergirse debajo del agua, pero como soy una torpe pierdo el equilibrio cayéndome también y hundiéndome con él.

Los dos salimos, yo pareciendo una bruja y Damien viéndose tan reluciente, su cabello negro pegándose a los costados de su rostro y le queda muy pero muy bien.

-Creo que esa fue tu venganza- se ríe y me cruzo de brazos como la inmadura que soy.

-Te lo merecías por casi ahogarme- le doy la espalda y siento sus fuertes brazos rodearme la cintura, enviando una rara sensación, no me gusta que me agarren en esa zona, pero ahora no me siento incomoda, me siento bien y no refuto.

Con eso da unas cuantas vueltitas sacándome algunas sonrisas, me doy la vuelta para quedar frente a él, sus manos aun abrazándome de la cintura, ser tan guapo debería ser un pecado.

Nos quedamos viendo unos momentos, sus ojos atacándome con ese brillo que tienen- Te ves muy bonita cuando sonríes y así debería ser siempre.

Ante esas palabras no logro evitar sonrojándome, este chico es un ángel caído del cielo, y sin querer poso mi vista en sus labios, húmedos y rosados en una sonrisa, mi subconsciente está en primera fila viendo esta escena con palomitas de maíz, me exige a gritos que lo bese y ahora mismo lo quiero hacer.

Owen parece ser borrado de mi mente, mis manos alrededor de su cuello y nuestras caras a centímetros, todo es perfecto y esto sería aun más perfecto de no ver por el rabillo del ojo a mi hermana Damaris con Jaxon mirándonos desde la casa, ya que las paredes son de vidrio fácilmente nos ven, ella tiene una gran sonrisa y tiene su celular apuntando a nosotros.

Me suelto de su agarre y parece que Damien se desanima por un momento, eleva una ceja en señal de confusión- ¿Algo pasa?

Recupero mi voz y me paso una mano por el cabello- Ya es tarde, creo que deberíamos irnos a casa, tal vez Jaxon pueda llevarnos o llamar algún taxi- y sin dejarlo responder le paso por un costado saliendo de la piscina, me regaño a mi misma por lo que iba hacer, estaba a punto de serle infiel a Owen.

Me exprimo el cabello mientras veo como Damien sale de la piscina con una expresión seria, no sé qué hubiera pasado si no me detenía, llega mi hermana Damaris con una toalla en las manos y con una sonrisa enorme en el rostro, detrás de ella Jaxon con otra toalla.

Jaxon le pasa la toalla a Damien y empiezan a hablar de algo que no logro escuchar, Damaris me entrega la toalla y se la recibo abrigándome con ella.

-¿Me puedes decir que ha pasado?- alza y baja las cejas en forma de picardía.

Suspiro- No ha pasado nada, tú sabes perfecto que estoy con Owen.

Se cruza de brazos- ¿Y quién aquí a dicho algo sobre Owen? Eso no parecía algo de amigos Vera, esas miraditas...

-No ha pasado nada Vera- le interrumpo pasando a su lado.

-Te enojas conmigo porque sabes que es cierto lo que digo- volteo a enfrentarla- ¿Por qué no lo admites? Te atrae Damien, y sabes perfectamente que la relación que tienes con Owen ya no está yendo muy bien como antes.

Miro al cielo estrellado suplicando que me den paciencia, cierro los ojos mientras niego lentamente con la cabeza, mi hermana puede estar ebria pero no tonta, sabe perfectamente lo que ha pasado en la piscina y no se rendirá hasta que tenga respuestas.

-Mira Damaris, estas ebria y estoy segura que no estás pensando bien, llamaré un taxi para irme a casa con Damien.

Agarro mi vestido que dejé encima de una silla y camino hacia el interior de la casa, subo las escaleras para encontrarme el pasillo con varias puertas que son las habitaciones y dos baños, uno al frente mío y otro al final del pasillo.

Estoy a punto de meterme en el primer baño cuando escucho voces venir hacia acá, seguro son Jaxon y Damien subiendo las escaleras, me encierro en el baño y escucho- ¿Qué pasó allá en la piscina?- cuestiona Jaxon.

Hay un momento de silencio y habla Damien- No es nada, Vera está cansada y creo que ya es mejor irnos a casa.

No sé porqué me siento decepcionada por la respuesta pero no digo nada, unos toques en la puerta hacen que salte del susto- ¿Vera? ¿Estás ahí dentro?- cuestiona Jaxon.

-S-SÍ- digo un tanto nerviosa.

-Puedes ir al baño que está al final del pasillo Damien, te dejaré ropa limpia y seca.

Escucho que Damien agradece y ya no se escucha nada más, me limito a bañarme para quitarme el cloro del cuerpo, tengo un poco de frio, se me ha olvidado traerme algo abrigador, pues en ningún momento pensé que me iba a meter a la piscina en la noche.

Me pongo unos shorts extras que guardo junto a una blusa blanca de tiras, dejo mi pelo mojado suelto para que seque más rápido y salgo, miro para los costados de los pasillos, no hay rastro de Damien, bajo las escaleras y me encuentro con Damaris y Jaxon besándose apasionadamente.

-¡AUN SIGO AQUÍ!- grito haciendo que la pareja se separen con una sonrisa, termino de bajar las escaleras y me dejo caer en el sofá, y por fin reviso mi móvil, sin batería, perfecto- Me quedé sin batería ¿Pueden llamar algún taxi por favor?- cuestiono con una gran sonrisa.

-Vera...- habla Jaxon pero es interrumpido por mi hermana.

-Queremos que te quedes a dormir acá- Jaxon le pasa un brazo por el hombro dándole un beso al costado de la cabeza.

-Pe-Pero...

-Insistimos Vera, tenemos unas habitaciones extras, pueden quedarse Damien y tú a dormir y mañana después del desayuno volvemos todos juntos en mi carro- dice Jaxon.

En eso desde las gradas aparece Damien con una camiseta azul con una casaca sin cerrar de color negro y unos shorts, llega hacia nosotros y toma asiento en un sofá frente a mí, por un momento pensé que se iba a sentar a mi lado pero no, creo que está molesto.

-Damien querido, queremos que se queden a dormir y mañana después del desayuno nos vamos todos juntos ¿Qué te parece?- Damien me mira por unos segundos y yo solo trato de ignorarlo, ahora mismo me siento algo incomoda, es raro pensar que por un momento algo pudo pasar en la piscina.

-Para mí está bien- se le dibuja una sonrisa en el rostro a Damaris y todos me miran para saber mi respuesta.

Suspiro- Esta bien, nos quedaremos- Damaris da unas palmaditas de alegría y le susurra algo en el oído a su prometido que este lo único que hace es asentir con la cabeza- ¿Qué estás haciendo Damaris?- cuestiono ante su actitud.

-¿Yo? Nada, es algo de pareja, pero se me acaba de ocurrir algo ¿Quieren tomar algo?

Lo único que dice mi pobre hígado es agua- Yo solo quiero agua- Damaris mira a Damien y él también quiere agua.

-Que aburridos son, yo pensaba algo un poco más fuerte, pero está bien, traeré agua- tiene intensiones de levantarse pero Jaxon la detiene.

-Yo voy por agua, tu solo quédate sentada amor- ella asiente con una sonrisa, Jaxon se levanta dándole un beso en la frente y caminando hacia la cocina.

Se ve lo enamorada que está Damaris, me pregunto si así me veré cuando estoy con Owen.

-¿Cómo se conocieron Jaxon y tú, Damaris?- cuestiona Damien y los ojos de mi hermana se iluminan, ese es su tema favorito, ya que la historia de cómo se conocieron es muy interesante, tanto como una novela mexicana.

-Bueno- se acomoda- Yo iba a la universidad, si me acuerdo bien estaba ya en el tercer año, y en mi clase había hecho un grupo de amigas, y justo un día teníamos un examen que me tenía como loca y llamaba cada noche a Vera para que me ayude a repasar.

Asiento- Es verdad, me quedaba con ella despierta hasta las tres de la mañana- Damien ríe y vuelve su concentración a Damaris.

-La cosa es que cuando di el examen los resultados fueron positivos y con mi grupo de amigas quisimos divertirnos, una de ellas organizó una fiesta esa misma noche, a nadie le importó que fuera día de semana, muchos jóvenes habían ido, de diferentes edades y universidades.

En eso llega Jaxon con dos vasos de agua y nos entrega a Damien y a mí- ¿De qué hablan en mi ausencia?- cuestiona tomando asiento al lado de mi hermana.

-Le estoy contando a Damien la historia de cómo nos conocimos.

Jaxon se estira pasándole el brazo por detrás con una gran sonrisa- Esa historia, que tiempos.

-Continuo, fuimos a la fiesta, a las únicas personas que conocía de esa fiesta eran los de mi clase, la cosa es que una amiga me presentó a un grupo de chicos, y entre ellos estaba Jaxon, pero no me había fijado en él.

-Se había fijado en mi mejor amigo- termina por ella y Damien esboza una pequeña risa.

-Su amigo era muy guapo y al parecer yo atraje la mirada de su mejor amigo, me acuerdo perfectamente, los demás se fueron a bailar con mis amigas y me quedé con su mejor amigo, empezamos a bailar y él tomó algunos tragos demás y empezó a tocar zonas que no debía, en eso...

-Yo fui al rescate, aparté a mi mejor amigo y empezamos a discutir.

-Fue muy caballeroso de tu parte, al final me quedé hablando con Jaxon toda la noche, hubo química y resultó que él se encontraba en el último año de mi universidad, así que empezamos a vernos en los descansos y en menos de un mes ya éramos pareja.

-Recuerdo perfectamente como mi hermana me llamó en medio de mis clases en el colegio para anunciarme que oficialmente eran pareja, me quitaron el móvil por un mes- digo recordando con una sonrisa esos tiempos.

-Y ya hace un año que somos prometidos, ya falto poco para estar oficialmente casados- dice Damaris viéndole a los ojos a Jaxon y sus labios se juntan, mi sonrisa va desapareciendo, quisiera que mi relación sea tan bonita como la suya.

Y para que esto no sea más incomodo de lo que ya es interrumpo el momento- Creo que ya es hora de ir a dormir- me levanto y Damien me mira entendiendo lo que trato de hacer y copia mis movimientos levantándose.

-Es cierto, ya es tarde y es mejor que vayamos a dormir.
Se siguen besando y le indico a Damien que mejor nos vayamos antes de que empiecen hacer cosas indebidas y nosotros nos quedemos como espectadores.

Subo las escaleras con Damien detrás de mi- Puedes quedarte a dormir en esta habitación, yo dormiré en esta- le indico y el asiente caminando hacia él.

-Buenas noches Vera- dice con una tonalidad más seria, esto me sorprende y lo detengo agarrándolo del brazo y haciendo que quedemos frente a frente.

-Ey... lo que pasó en la piscina...- no termino de hablar cuando el interrumpe.

-Perdón- levanto una ceja en señal de confusión- Fue mi culpa, tu estas en una relación y no era adecuado hacer eso, tranquila- me soba la cabeza despeinándome un poco.

-También fue un poco mi culpa, me dejé llevar- bajo la cabeza arrepentida y siento como una tela me rodea los hombros, elevo la mirada y me doy cuenta que se acaba de quitar la casaca y me la ha puesto encima.

-Si quieres no volvamos a hablar del tema- sonríe amablemente- Quédate con la casaca, no tengo mucho frio, buenas noches- me mira por última vez para desaparecer por la puerta de la habitación.

Me aferro a la casaca y salgo de mi estado de shock cuando empiezo a escuchar gemidos provenientes de abajo, pongo los ojos en blanco - ¡VAYAN A SU CUARTO SI VAN A ESTAR DE CALENTURIENTOS!- grito y me encierro en el cuarto tratando de conciliar el sueño, tratando.

——
Nota de autora: Ahora ya saben la historia de cómo se conocieron Damaris y Jaxon.

No se olviden votar que me ayudaría mucho.

¡¡¡Besos!!!

Expulsado del Cielo - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora