CAP 09

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Me siento mal, estos últimos meses mi relación con Owen no está yendo del todo bien, casi nunca lo veo, y lo poco que lo hacemos siempre terminamos peleando por cualquier cosa; estoy cansada, cansada de que siempre me tenga que disculpar por algo que no hice, estar aguantando siempre las mismas excusas de que está trabajando y por eso no puede verme.

Me encuentro ahora sentada en el pequeño espacio que hay en mi ventana, puedo sentarme y ver   los edificios, el cielo se ha nublado, cosa que me parece extraño ya que estamos a fines del verano, pero el pronóstico del clima nunca ha sido bueno.

Tengo en mis manos una taza de café, soy adicta al café, no puedo negarme y cuando me siento mal es lo primero que hago, ahogarme tomando café.

Siento mis ojos arder, seguro deben estar rojos y tengo unas inmensas ganas de llorar, pero sé que hacerlo no solucionará nada, hacerlo solo me deprimiría aun más y no necesito molestar a mi hermana ahora, siempre que estoy molesta o triste es la primera persona a la que llamo, pero sé que se encuentra muy ocupada revisando lo de su cumpleaños mañana y también lo de su boda.

Chucho se sube quedando al frente mío, la iluminación que entra por la ventana hace que le dé un lindo toque a sus hermoso ojos, me levanto y busco en mi escritorio la cámara, hace tiempo que no subo fotos suyas, tal vez pueda distraerme con esto.

Chucho está hipnotizado con una mosca que intenta escapar, así que aprovecho su distracción para tomar su mejor perfil, pero se mueve demasiado como para que la foto salga nítida- Chucho- chasqueo los dedos tratando de llamar su atención pero no me hace caso- Psss, Psss, Chucho- digo con voz boba y tierna pero nada, al parecer la mosca es mucho más interesante que yo.

-¿Qué estás haciendo?- la voz de Damien detrás de mí hace que casi suelte mi cámara, me agarro el pecho tratando de tranquilizar mi pobre corazón.

-Me asustaste- dejo la cámara a un lado junto a la taza de café.

-Perdón- se ríe acercándose a mi- No tenía planeado asustarte de ese modo.

-No te preocupes- me paso la mano por el rostro ya más calmada.

Damien me mira divertido y se acerca a Chucho acariciándole la cabeza haciendo que ronronee, sigo sintiéndome traicionada por él- ¿Le estabas tomando fotos a Chucho?- cuestiona viéndome, sus ojos me hacen temblar las piernas, son muy hermosos y casi como que te hipnotizan.

-Intentaba, pero está más concentrado en la pobre mosca que se da cabezazos contra el vidrio que a mis mimos- bajo la cabeza con una sonrisa.

-Sí quieres lo puedo cargar mientras tomas las fotos.

-¿En serio? ¿No te importa aparecer en la foto?

Niega divertido- Sería un honor ser fotografiado por ti- Ay Dios, mis mejillas otra vez calentándose, que alguien le diga que no diga cosas tan cursis.

-Te advierto que no soy muy buena tomando fotos, solo lo hago por diversión- agarro la cámara tratando de enfocar el mejor ángulo de los dos, se les ve tan bien juntos, sus ojos son los que más resaltan de estos dos, que envidia, yo también quisiera ser así de fotogénica.

Damien sonríe haciendo que la foto se vea aun más tierna, un chico atractivo con un aire de dulzura cargando a un lindo gatito es lo más hermoso que he visto hoy, si Damien tuviera instagram seria inclusive mucho más famoso que mi gato.

Termino de tomar algunas fotos y camino hacia mi computadora para descargarlas y poder editarlas para publicarlas, Damien acaricia por última vez a Chucho y se inclina a mi costado, su rostro a centímetros del mío haciendo que una corriente me recorra todo el cuerpo, no creo ser capaz de concentrarme teniéndolo tan cerca.

-Las fotos están muy bonitas- su mano se posiciona encima de mi hombro- Eres muy buena fotógrafa Vera.

Me sonrojo y empiezo a editar una de las fotos donde Chucho y Damien están mirando directamente a la cámara, Damien con una sonrisa de boca cerrada dándole un toque atractivo, se ve por la ventana el cielo gris dándole un toque melancólico.

-En realidad no soy muy buena, solamente tomo fotos y las publico- trago saliva con dificultad, está mirando como edito la foto con mucha atención.

-¿También tienes fotos tuyas?- volteo a verlo y me encuentro con sus ojos mirándome fijamente con un brillo en ellos, estamos muy cerca y tengo que cambiar la dirección de mi cabeza para evitar este momento incomodo e indebido.

-No, no soy muy fotogénica en realidad- se levanta y lo agradezco, mi corazón no aguantaría tanto acercamiento de un ser tan hermoso.

-Pero ¿Lo has intentado alguna vez?- toma asiento con Chucho mirando por la ventana.

-Sí, unas cuantas veces pero no son muy buenas, a Chucho le va mejor.

Termino de editar y subo las mejores fotos a su instagram y a penas pasaron unos segundos ya está yendo por los 40 likes, esto sí es velocidad.

Dejo la computadora bajándole el volumen de las notificaciones y agarro mi taza de café, camino a la ventana para tomar asiento al frente de Damien.

Me siento mal de lo que Owen ha intentado descubrir; tal vez temas muy delicados para él- Perdón- digo a lo bajo y su atención se posa en mi.

-¿Por qué te disculpas?

-Por el comportamiento de Owen, no sé qué le pasa, ha estado muy raro y esa no es excusa para su comportamiento- bajo la mirada apenada.

-Tranquila, no tienes por qué preocuparte, no es tu culpa, él no debería sentirse inseguro si confía en ti.

Le doy una sonrisa triste y dirijo mí vista hacia la ventana para ver el cielo gris, siento otra vez ganas de llorar, mis ojos se empiezan a inundar y una lágrima se me escapa, me seco rápido para que Damien no lo note pero es demasiado tarde.

-¿Por qué lloras?- cuestiona inclinándose hacia mí.

Paso mi lengua por mi labio superior sintiendo lo salado- Es que... ya no sé qué hacer- me rompo, empiezo a llorar y ahora es imposible que alguien me pare- Lo he intentado todo, todo- me detengo inhalando con dificultad- Hice lo posible para que esta relación funcione como debe ser, pero parece que él no se esfuerza.

La mano de Damien llega hacia mi mejilla acariciándola gentilmente y con su dedo pulgar limpiando lo mojado de mi esta- No es tu culpa- dice tranquilo, sus ojos tratando de encontrarse con los míos,  pero no puedo ver nada, mi vista es borrosa y solo quiero que alguien me abrace.

-Es que... ¿Qué hice mal? Las pocas veces que nos vemos siempre terminamos peleando y si yo no soy la que pide disculpas seguiríamos peleados- me limpio las lagrimas con la parte trasera de mi mano- Y siempre... da excusas, a veces creo que solo no quiere verme.

Damien coloca su otra mano en mi mejilla libre haciendo que levante la cabeza para que pueda verlo a los ojos, tiene una expresión de preocupación pero sin borrar su sonrisa.

-Mírame Vera- inhalo hondo para verlo, aun las lágrimas cayendo- Quien te quiere, te busca. Porque siempre serán más fuertes sus ganas de estar contigo a estar sin ti.

Mi pecho se aprieta y tengo la necesidad de abrazarlo, pero como si me leyera la mente él lo hace, me rodea con sus fuertes brazos y lo único que hago es enterrar mi rostro en su pecho, llorar, sacar todo lo que tengo comprimido, y es como si en un segundo me hubiera olvidado de lo que pasaba a mi alrededor.

Me acaricia la parte trasera de la cabeza muy gentilmente como si tuviera miedo de que me rompa.

Estamos abrazados durante un buen rato, y ya no tengo ganas de llorar, pero aun estoy triste, creo que es la primera vez que lloro al frente de alguien que no sea mi hermana.

Me siento segura en sus brazos, se siente bien abrazarlo, son de las pocas personas que sus abrazos se sienten bien y te dan más ganas de abrazarlo.

Y nos separamos, mi subconsciente quiere reclamar pero lo callo, no puedo hacerle esto a Owen.

-¿Qué debo hacer?- cuestiono casi en un susurro.

-¿Me permites hacer algo?- levanto una ceja confundida pero de igual forma asiento lentamente con la cabeza- ¿Me permitirías curarte el corazón?

-¿Qué?- rio nerviosamente.

-¿Podrías permitirme curarte el corazón para que vuelvas a ser feliz?

Me quedo en silencio un momento, procesando todo lo que me acaba de decir ¿Curar mi corazón?- ¿Cómo harías eso?- es lo único que sale de mi boca.

Me agarra las manos haciendo que mi corazón lata desesperadamente, me mira a los ojos y creo que me desmayaré- Entrégame el tiempo que te sobre, y lo gastaré en hacerte la persona más feliz del planeta- Trago con dificultad la saliva, creo que moriré de un paro cardiaco por la velocidad que late mi corazón.

-¿Por qué te importa tanto hacerme feliz? Apenas me conoces- bajo la mirada, ni en mis sueños más locos imaginé esta situación.

-Porque aprendí que caerse mil veces y levantarse de nuevo... En eso consiste la vida, pero a veces necesitamos la ayuda de alguien y quiero ser ese alguien que te ayude a levantarte esas mil veces que caigas.

Estoy a punto de desmayarme, siento mis manos temblar y no sé si son por los nervios o porque ha empezado hacer frío, sus ojos fijos en los míos, y por un segundo me quedo mirando sus labios, esto es mucho para mi pobre corazón y para que esto no se vuelva tan incomodo- ¿Lo prometes?- levanto mi mano con el meñique levantado.

-¿Qué haces?- cuestiona divertido.

-Quiero que prometas hacerlo, y lo debes prometer con el meñique- me mira divertido por unos segundos, levanta el meñique y lo cruza con el mío.

-Lo prometo, si tú prometes aportar en esto.

Asiento feliz, tal vez tenga razón, tal vez es tiempo de que me levante y siga mi vida, y este poco tiempo que he estado conviviendo con él me ha demostrado que es un buen chico y tal vez, solo tal vez puede ayudarme, quiero ver cómo logra hacerlo.

-Lo prometo- nos quedamos mirando hasta que el sonido de mi celular sonando desde el escritorio hace que nos separemos, me levanto confundida viendo en la pantalla el nombre de mi hermana llamando.

-¿Damaris? ¿Ocurre algo?

-Dime que ese chico es Damien, se ha vuelto viral.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?- miro hacia Damien que está acariciando a Chucho.


-Estoy hablando de las fotos que acabas de publicar en la cuenta de tu gato, te has vuelto viral, en realidad Damien se ha vuelto viral.

-¿En serio?

Tomo asiento en la computadora y entro a instagram, casi me caigo de la silla, han llegado más de 600.000 likes en menos de una hora.

-Luego te llamo- cuelgo y empiezo a mirar mejor todo esto, los seguidores han subido casi la mitad, tenemos ahora más de 800.000 seguidores, y hay miles de comentarios en la foto.

Damien se levanta y se acerca a mi-¿Qué pasa?

Lo miro por un momento- Te has hecho famoso, mira los comentarios- presiono los comentarios y empiezo a bajar, hay miles y miles de mensajes- como este "Que guapo el chico" "¿Alguien sabe la cuenta de instagram de este chico?" "No sé que ver ¿Al gato o al chico?" "Es algún famoso o modelo de revista, estoy segura"

Escucho que se ríe- Esto es ridículo.

-No es ridículo, eres mucho más famoso que mi gato ¿No quieres que te crea una cuenta?- se incorpora levantando los hombros en forma de indiferencia.

-En realidad no me importa, esas personas ni me conocen y yo no las conozco.

-Oh vamos- me levanto y lo sigo como un perrito- Serias famoso, tal vez te contratan para ser modelo de revista y así podrás ganar dinero.

-¿Solo por qué me tomas unas cuantas fotos? Estaré muy ocupado- dice dándome la espalda.

-No seas así, no todos se hacen así de famosos en menos de una hora- hago carita triste suplicando con los ojos- Me harías muy feliz.

Me fulmina con la mirada al darse cuenta que le he atacado con la técnica de hacer feliz, suspira asintiendo con la cabeza lentamente, salto de emoción- Pero...- interrumpe mi momento de celebración y me detengo para verlo señalándome con una sonrisa, se inclina hacia adelante con nuestros rostros separándonos por centímetros- Tu serás mi fotógrafa- trago saliva asintiendo- ¿Lo prometes?- eleva el meñique y rio a lo bajo.

-Lo prometo- y así, de una forma infantil prometimos dos cosas que nos cambiarían la vida para siempre.

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Nota de autora: Esto se está poniendo bueno :)

No se olviden votar que me ayudaría muchísimo.

¡¡¡Besos!!!

Expulsado del Cielo - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora