CAP 01

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Ser independiente, es el momento en que decides vivir por tus propios medios, no depender de nadie para comprarte lo que quieres. Y esto lo tomé en cuenta cuando me di cuenta que mis padres no iban a estar para mí siempre, que no siempre iban a comprarme mis caprichos o esa ropa bonita que quería.

Desde muy pequeña tuve que conseguir todo lo que quería por mi propio medio, conseguía dinero enseñándole a mis compañeros alguna materia o limpiando la escuela cuando todos se iban a casa ¿Por qué? Porque estábamos en quiebra, mi padre había perdido su trabajo y en vez de salir adelante y conseguir otro se ahogó en el alcohol y noches desaparecido.

El sueldo de mi madre no podía pagar todo lo que necesitábamos mi hermana y yo, nos llevamos 5 años de diferencia, fue la primera en irse a la universidad y dejarnos a mi madre y a mí.

Mi padre nos dejó y se fue a vivir con una chica mucho más joven que él y que podría ser su hija, no he entablado palabra con él desde entonces.

Todas las noches hablaba con mi hermana mientras estaba en la universidad, ella es muy importante para mí y agradezco profundamente de que nunca me haya dejado de hablar.

Los años pasaban y yo crecía, mi madre empezó a salir con un hombre que sinceramente me cae muy bien y estoy feliz de que haya encontrado a alguien.

Mi hermana, Damaris, consiguió un apuesto novio mientras estaba en la universidad, aunque muy pocas veces hablaba con él se notaba que era un gran muchacho y muy apuesto.

Y cuando cumplí los 18 era mi momento de irme, mi madre me suplicaba que me quedara en casa a vivir con ella y su novio, pero sinceramente no quería, no quería estar viviendo con mi madre, tener que necesitar su dinero o su preocupación por mí.

Y por eso tomé la decisión de postularme en una universidad que queda a dos horas de su casa, conseguí mi propio departamento que es un dúplex muy bonito.

Mi primer año fue un poco difícil, tuve que estudiar en las mañanas y trabajar en las noches como mesera en un café, el sueldo no era muy bueno pero al menos tenía un ingreso.

En el segundo año empezaba a ir mejor, hice dos amigas que por cierto son muy bonitas, y siempre desde que tenía tiempo libre hablaba con mi hermana, llevaba ya 3 años con su novio que por cierto se llamaba Jaxon.

En el tercer año por fin veo a mi hermana, me presentó a su novio que solo es mayor por 2 años y ya empezó a trabajar en una empresa de construcción, mi hermana había ganado la lotería.

En el cuarto año, cuando estaba trabajando en el café apareció un grupo de chicos universitarios en su último año de carrera, y uno de ellos me llamó la atención, era demasiado apuesto y al aparecer yo también lo atraje, cada noche iba al café con o sin sus amigos.

En mi último año ya era oficialmente novia de Owen, la relación es maravillosa, es muy cariñoso y a veces me preguntaba ¿Cómo un chico tan lindo como él se ha podido interesar en alguien como yo? Obviamente aun no sé la respuesta pero no me quejo.

Y en ese mismo año mi hermana me cuenta que se va a casar, sí, se va a casar con el apuesto y multimillonario empresario Jaxon, ya sabía que tarde o temprano iban a terminar comprometidos y estoy muy feliz por ellos, hacen una pareja hermosa, mi hermana sacó la lotería con ese hombre.

Y así pasó mi vida, terminé mis estudios y ahora solo me concentro en mi trabajo de mesera en ese bonito café, el salario no es tan bueno pero ayuda a pagar el alquiler de mi pequeño departamento.

Y como no podía quedarme atrás también rescaté un lindo gato persa de ojos de diferentes colores llamado Chucho, lo encontré saliendo del trabajo en una noche lluviosa en una caja de cartón en un viejo callejón, apenas lo vi supe que tenía que quedármelo y agradezco profundamente que haya llegado a mi vida, es mi única compañía cuando estoy en casa y su belleza es muy peculiar, tiene un ojo celeste y el otro en un verde claro, su pelaje blanco hace que esos hermosos ojos que le han otorgado resalten más de lo debido y es un gato famoso en la red social de instagram, le he tomado bastantes fotos que ha ganado más de 400.000 mil seguidores.

No he hablado con mi madre desde hace mucho tiempo, he estado muy ocupada y aparte que con su nueva pareja han estado viajando por todas partes que a veces me da un poco de vergüenza llamarla e interrumpirle sus viajes.

Y Owen, bueno... se ha quedado a dormir algunas veces en mi casa pero siempre se va temprano a trabajar y se va directo a casa, es una relación complicada no voy a mentir, trabaja como mecánico por la empresa de su padre.

Y así empieza mi día, me levanto con Chucho encima de mis piernas impidiéndome levantarme, no sé cuánto tiempo se encuentra ahí pero ya no siento la nalga derecha.

Es lunes, bendito lunes, mi alarma suena a mi costado y con pesadez la apago, ahora que ya no estudio trabajo tiempo completo en el café.

Con tristeza debo sacar a Chucho de su comodidad de mis piernas y me levanto, arrastro los pies por toda mi habitación hasta llegar a mi baño que queda en el pasillo, me miro en el espejo y se nota claramente unas tenues ojeras debajo de mis ojos.

Mi pelo hecho un desastre, un rastro de baba en el costado de mi cara y legañas en mis ojos. Me quito la ropa y me meto en la ducha haciendo que el agua caliente caiga sobre mí y me despierte.

Me rodeo con la toalla y salgo, me miro al espejo, nunca me he considerado una chica fea pero tampoco la chica bonita que deja suspiros al pasar, soy una chica común, mis ojos cafés, mi tés de un color normal, ni muy blanca como para considerarme gringa y ni muy oscura como si me hubiera ido a la playa y me quemé, soy idéntica a mi madre en cambio mi hermana salió a mi padre y lo odio, Damaris es muy bonita, grandes ojos verdes y pelo castaño largo.

A veces la vida es tan injusta.

Soy de contextura normal, ni muy flaca ni muy gorda, pero resaltando que se me forman los rollitos cuando me siento, nadie es perfecto.

Camino hacia mi cuarto para cambiarme, no me visto como esas chicas que dicen que siempre se ponen la primera prenda que ven y se ven súper bien, no, no, no, más bien en vez de parecer que tengo 23 parezco una madre soltera de 30 sin contar aun mi rostro de adolescente.

Me cambio con una blusa blanca de mangas cortas y un jean celeste con mis zapatillas que siempre me las coloco, no tengo muchos zapatos y considero estos mis favoritos porque son realmente cómodos.

Dejo caer mi cabello a los costados de mi rostro, tengo mi cabello con ondas que me llega un poco más debajo de mis hombros, está un poco desaliñado pero no tengo tiempo ni dinero para mantenerlo como una barbie.

Chucho se me soba en la pierna dejando un rastro de pelos en mi jean- No... no hagas eso.

Llego hacia mi celular encima de mi mesita de noche, lo reviso y no hay ningún mensaje de buenos días de Owen, pero no quiero quejarme, son las 6:00 de la mañana, seguro aun sigue durmiendo.

Corro hacia la cocina y me preparo un café que nunca puede faltar, sin café me muero, me preparo una tostada con mermelada de arándanos mientras empiezo a buscar las llaves de la casa.

-Chucho- lo llamo y él aparece estirándose por la puerta de mi habitación- Ayúdame a buscar las llaves.

Pero como es de esperarse no me hace caso, es un gato ¿Qué estaba pensando? ¿Qué me iba a ayudar?

Empiezo a buscar entre los cojines lanzándolos por todas partes, mis llaves al parecer me tienen odio, siempre desaparecen cuando estoy llegando tarde al trabajo.

Escucho que Chucho maúlla pero no le hago caso, reviso entre mi librero que ocupa toda la pared, tengo una pequeña obsesión con los libros, me encanta leer.

Me estoy volviendo loca, voy a llegar tarde y peor que no tengo carro.

Chucho vuelve a maullar y volteo un poco alterada para callarlo y me doy cuenta que se está revolcando en el piso jugando con mi llaves ¡MIS LLAVES!

Corro hacia él y se las arrebato-Perdón, pero esto no es un juguete.

Agarro mi bolso y las guardo en él, corro hacia la mesa y me despido de Chucho con un beso volado.

Es un departamento grande, estoy en el cuarto piso y ahora no agradezco que tenga que bajar todas esas escaleras porque el ascensor no funciona desde hace un año.

Salgo de mi edificio como loca, casi choco con una señora con compras.

Estoy muy tarde, pero muy tarde y el café queda a unas cinco cuadras.

Con todas mis fuerzas corro, corro como si no hubiera un mañana, como si mi vida dependiera de ello.


Llego detrás del café donde hay una puerta de metal para que los empleados entren.

Llego y los casilleros me reciben, guardo mis cosas y saco mi uniforme que es un mandil de color negro con el logo del café, me amarro mi cabello aun húmedo en un moño desordenado y salgo.

Mi jefa, es una señora que no me cae del todo bien, tiene algunas preferencias con el personal masculino de aquí.

Paso y como si el universo me odiara me cruzo con ella con brazos cruzados- Es tarde Vera.

-Sí, perdón es que mi gato estaba jugando con las llaves y estuve buscan...

Eleva la mano para que me calle- No me importa tus problemas con tu gato, tienes que estar puntual en tu trabajo- asiento bajando la cabeza- Ahora ve a abrir.

Me pasa de lado y camino hacia las puertas para abrirlas y empezar a limpiar las mesas, tengo solo una compañera que está en el cajero, los demás son hombres, hace poco despidieron a otras dos muchachas que trabajaban aquí.

Las personas empiezan a llegar, a esta hora es donde hay más clientela ya que es hora del desayuno, algunos son personas de mayor edad que ya no trabajan y otras son que vienen por un café para llevar.

Los precios han subido demasiado al darse cuenta la jefa que la mayoría de los clientes que vienen son de clase alta, eso me parece injusto pero por otro lado, mientras más dinero ganemos, más alto será mi sueldo, durante estos cinco años estoy esperando a que me suban de puesto, siempre he sido atenta y responsable con mi trabajo.

Las horas pasan y ya se va haciendo hora de que me vaya a casa, pero no puedo, hay una reunión de empleados.

Esperamos todos los empleados cuando aparece mi jefa con dos sobres en sus manos, siento un mal presentimiento pero lo paso, no quiero pensar lo peor.

-Las ventas van bien pero...- se detiene un momento y empieza a mirarme y a mi compañera- El dinero no es suficiente para pagarles a dos de ustedes, así que hoy día alguno de ustedes será despedido.

Todos nos miramos entre sí, no me puede despedir a mí, he trabajado cinco años en este café, no me puede despedir ¿O sí? 

Camina hacia mi compañera a mi costado y le entrega uno de los sobre- Perdón, ya no trabajaras aquí- la chica sale llorando del lugar sin decir nada más.

Oh no, ella siempre ha estado con nosotros, estuvo 3 años trabajando aquí, pobre de ella, espero que encuentre un mejor trabajo, me siento mal por ella.

-Vera- me interrumpe mis pensamientos, mi jefa camina hacia mí y me extiende el sobre- Perdón, tú también nos dejaras, ya no te necesitamos.

Me quedo inmóvil, mi cerebro no procesa nada de lo que está pasando- ¿Qué?- es lo único que sale de mi boca.

-Estas despedida, deja tu mandil y vete- desde un principio me ha caído mal, pero me aguantaba todas mis palabras solo porque es mi jefa, o bueno era, ya que no lo es y puedo decir lo que se me antoje.

-Llevo cinco años trabajando en este café ¿Y sabes qué? No me afecta para nada, espero que tu esposo se entere de que contratas a puros chicos para acostarse con ellos en tu oficina después de que cierra el café- me saco el mandil y se lo lanzo a la cara con la cabeza en alto.

Recojo mis cosas y salgo, una parte de mi está muy feliz de haberle dicho sus verdades en la cara pero ahora... me siento mal, me he quedado sin trabajo, no quiero que mi madre se entere y después me suplique que regrese con ella.

No quiero su lastima, y empiezo a caminar, es de tarde y el cielo casi se está poniendo oscuro para recibir la noche.

Saco mi celular y empiezo a marcar a Damaris- ¡Hola Vera! ¡Qué sorpresa que me llamas!

-Me despidieron- le interrumpo.

-¿Qué? ¿En serio? ¿Por qué?

-Porque es una suripanta que se acuesta con los empleados hombres y quiere todo a su disposición- ya le había contado a Damaris sobre mi jefa y que una noche que me había olvidado por accidente mi celular en mi casillero escuche gemidos provenientes de la oficina de mi jefa, y cuando me asomé note que lo estaba haciendo con uno de los nuevos empleados que había contratado, quede traumada.

-Mejor que te haya despedido, esa señora no me caía, ya conseguirás otro trabajo mejor.

-No lo sé, he estado en ese lugar por cinco años, sabes lo difícil que fue que consiguiera un trabajo con mi poca experiencia.

Cruzo la calle- Ahora olvídate de eso, compra mucho helado y come toda la noche.

Me detengo al ver que estoy al frente de un bar nuevo llamado "SECTA BAR"- ¿Y si mejor vienes y nos emborrachamos juntas en el nuevo bar cerca de mi casa?

Escucho que se ríe- Me encantaría quedar inconsciente contigo pero ahora estoy ocupada sobre la boda ¡Jaxon no quiere ayudarme a escribir todos los nombres de los invitados porque dice que necesita acabar unos informes sobre su trabajo!

No evito reírme, Damaris está un poco obsesionada con su boda y que todo salga perfecto- No te preocupes, me emborracharé sola, igual no estoy lejos de casa y necesito olvidarme de que pasó hoy.

-Está bien, pero llama a Owen, no es bueno que andes sola y borracha en un bar.

-Sí.

-Bien, mañana iré a verte.

Nos despedimos y entro al bar, es demasiado lindo, el barman es un hombre mayor con una barba épica que se encuentra limpiando unos vasos con un trapo.

Camino directo a la barra y tomo asiento, no hay muchas personas, hay un grupo de hombres en las mesas de al fondo tomando y riéndose.

-¿Qué quieres tomar?- pregunta el barman.

-¿Hay algo que ayude a ahogar las penas?

Sonríe divertido- Tengo lo que buscas pero necesito ver tu identificación- de mala gana lo busco entre mi bolso y se lo muestro- Esta bien, si tienes edad para tomar- giro los ojos y guardo mi identificación otra vez en mi bolso.

El barman se aleja mientras empiezo a llamar a Owen, borracha puedo ser algo... extraña, tengo etapas de la borrachera y si no hay nadie conmigo puedo hasta matarme.

Y empieza a sonar, una tonada, dos... y contesta- ¿Qué pasa princesa?

-Hola, pues pensaba que tal vez tu y yo emborra...

-Perdón, pero no puedo, estoy ocupado, pero te llamaré mañana- y antes que me permita responderle me cuelga.

Suspiro guardando mi celular enojada en mi bolso, llega el barman con un vaso con un líquido extraño-  ¿Qué es esto?

-Te ayudará, es lo que pediste- y sin refutar empiezo a tomarlo, el líquido amargo y fuerte quemando mi garganta y todo lo que se encuentra en el camino, dejo el vaso vacio y quiero más.

-Otro trago- ordeno y el empieza a servirme.

-Parece que hoy no fue un gran día ¿No?- me suelto el moño de mi cabeza y cierro los ojos mientras tomo otro shot.

-No tienes ni idea- me vuelve a servir más, a este paso dudo que pueda regresar a mi casa.

-Bueno, aquí vienen muchas personas triste y toman para ahogar sus penas, también tenemos un servicio de taxis por si no quieres irte caminando.

-Gracias- levanto el vaso hacia él y vuelvo a tomar.

En eso la puerta se abre, volteo y mis ojos no pueden creer lo que ven, ha entrado un chico que tiene puesto un tipo vestido de mangas largas de color blanco, parece que lleva puesto unas cortinas, y viéndole la expresión que tiene parece perdido.

-Al parecer ha llegado otro loco.

Volteo hacia el barman- ¿Otro loco? ¿Entonces han venido más como él?- cuestiono.

-Sí, hasta incluso peores, no querrás saber, pero prefiero no hacer nada, si el muchacho no fastidia a nadie puedo dejarlo estar aquí hasta que se vaya, siempre se van y no tengo que usar la fuerza.

Asiento y volteo hacia el muchacho que ha tomado asiento en una mesa al otro lado, casi en la misma recta que yo, y siendo sincera es un chico muy lindo, parece tener mi edad, lleva el cabello negro despeinado, tiene unas facciones que lo hacen ver... guapo, sus ojos son de un color plomo, cosa que nunca he visto en mi vida y tiene una piel blanca, casi como si brillara.

Me lo quedo mirando un momento, hay algo de él que me hace sentir en paz, transmite un aura buena, si no estuviera vestido de esa forma parecería una celebridad, me pregunto ¿Qué habrá pasado? o ¿Por qué está aquí?

Tanto tiempo me lo quedo mirando que parece que siente mi vista sobre él que nuestros ojos se conectan por unos segundos, se le forma una sonrisa que ¡OH DIOS MIO! Es tan lindo, tiene una sonrisa hermosa, se le dibujan curvas en los extremos, estoy segura que si no tuviera novio y estuviera borracha me pararía ahora mismo y caminaría hacia él para conocerlo.

Me volteo para alejar esa idea de mi cabeza, tengo que tranquilizar mis hormonas.

-Barman- le levanto el vaso-Por favor más

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Nota de autora: Holaaaa otra vez, espero que les interese este libro, a mi por lo personal me encanta, el mensaje, los personas, todo. Así que espero que lo disfrutes y no te olvides de dejar tu voto que me ayudaría mucho.

¡¡¡Besos!!!

Expulsado del Cielo - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora