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"Quiero llorar y quiero amar
Pero todas mis lagrimas se han agotado
En otro amor, en otro amor
Todas mis lagrimas se han usado
En otro amor, en otro amor
Todas mis lagrimas se han acabado
En otro amor, en otro amor
Todas mis lagrimas se han gastado
Y si alguien te lastima, voy a querer pelear
Pero mis manos han estado rotas demasiadas veces"
Liana estaba sentada en el patio de Lily luego que pudieron calmarla, sus pies estaban la piscina al igual que los de Bill, ambos sin lugar a duda agradecían que el agua fuera temperada, los chicos movían sus pies mientras la música no paraba de sonar a todo volumen. El chico tenia su brazo alrededor de sus hombros mientras ella sollozaba, llevaba casi una hora haciéndolo y el no la culpaba. No después de lo que dijo
- Ya nena- susurra Lily acariciando su cabello- todo esta bien, saca todo
Liana sonrie con las lagrimas en sus ojos, estaba llorando, pero se sentía mejor, llevaba tres años guardando esa historia y ya no podía hacerlo más. Menos mentirle a su mejor amiga.
- ¿Quieres contarnos? - dice su amiga viéndola
- Si- asiente ella secando sus lagrimas con las mangas de su suéter- conocí a Lorenzo porque era mi compañero, éramos amigos, nos llevamos bien
- Él era un patán- susurra Lily viendo a Bill- Yo también era su compañera, lo firmo era un patán
- También – ríe Liana entre lagrimas
Bill acaricia sus brazos de arriba abajo tratando de reconfortarla.
- Salimos cuando teníamos diecisiete, el era el chico perfecto para todo el mundo, notas perfectas, guapo de buena familia era mi amigo, mi mejor amigo.
- Pero – susurra Bill viéndola
- Se demoraron en salir- dice Lily- realmente se arrastró por Liana, en un principio lo veía como amigo, pero con la insistencia de sus padres comenzaron a salir
- Tiene razón- admite Liana- lo quería, ¿Qué podía salir mal?
