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"Y apuesto a que ella lo tiene todo
Que ella es hermosa
Como tú, como tú
Y a puesto que tiene ese toque que hace que te enamores
Como tú, como tú"
Liana reía mientras Lily trenzaba su cabello, tanto Lily como Bill llegaron a la mañana siguiente para que su padre fuera a casa a descansar. Ella se sentía mucho mejor, aunque aún un poco débil debido que le había comenzó a dar una dieta blanda bastante estricta para ver como evolucionaba. Pero además de eso se sentía bien, en sus brazos tenia el oso favorito de Justin que se lo había enviado en la mañana para que no lo extrañara.
- Tu papá sigue igual de guapo que siempre- sonrie Lily a su amiga- tendré sueños húmedos esta noche con él.
- Deja de fantasear con mi papá es raro- susurra Liana jugando a las cartas uno con Bill mientras mordía su labio concentrada.
- Perdón, me dejas llamar a Bill Daddy, pero no fantasear con tu papá eres rara
- ¡Uno! - exclama Liana- yo también llamo a Bill Daddy
- ¡Asco! - grita Lily
Bill ríe negando, poniendo un +4 a su novia la que hace un puchero, pero sigue jugando con el
- ¿Enserio te dice Daddy Bill?
- No- responde el chico riendo, viendo a la pelirroja
- ¿Cómo te llama? – sonrie Lily
- Depende, a veces me dice amor, cariño, bebe
- ¡Tu bebe! - ríe Lily viéndolo- mides casi tres metros, un bebe gigante puede ser.
- ¿No tienes novia a la que molestar? - sonrie Bill viéndola
Lily gira los ojos negando.
- ¿Qué paso? - pregunta Liana
- Ayer salí con Bill y se puso celosa
- ¿De Bill?
- Eso espero, que se ponga celosa de mi por estar con Bill sería raro además no le conteste el teléfono, eso la molesto... es un poco loca Camille digo para estar tan buena es bastante celosa.
Liana sonrie mientras niega.
- Dile donde estaban – dice tranquilamente Liana – es más fácil que tener una discusión por nada.