Hamil, 2019
Isla
Llegamos a la puerta del único hospital del pueblo. Decidí guardar mis conclusiones aceleradas. Tenía que hacer como si nada estuviese pasando, y seguir con la misión.
Así que tomé aire, y me quedé plantada en la entrada. Entramos a un lugar que se veía más triste que la fachada. Las paredes azules y manchadas, el piso agrietado, y los asientos en su mayoría ocupados por ancianos. Me acerqué al mesón. Y antes de hablar con el señor que atendía detrás de un computador antiquísimo, noté la puerta detrás de él que decía "archivo".
—Hola, mi nombre...
—¿Usted tiene el número veintitrés?
—No, pero...
—Entonces saque su número y yo la llamaré.
—Es que vinimos a preguntar por una ex paciente —dijo Gastón, con su mejor sonrisa—. Es nuestra madre que vino hace algunos años, ella quiere su informe médico.
El hombre alzó una ceja.
—Tiene que venir ella para eso.
Puse cara de tristeza.
—¿Usted sabe si ese informe existe? No quiero hacer que venga hasta Hamil por algo que no está.
—Nombre —preguntó, hastiado.
—Vera Harris.
El hombre levantó la vista de golpe y nos escudriñó con la mirada, posando sus ojos en mí y Gastón, varias veces. Revisó largo rato en un cajón con una H fuera. Volvió más molesto.
—Ella nunca fue internada en este hospital. Ahora, les pediré que se vayan—. ¡Veinticuatro!
Antes de salir por la puerta principal, por el rabillo del ojo vi que alguien nos hacía señas. Era una anciana de unos ochenta años, vestida con el hábito de monja. Me acerqué.
—¿Dijiste Vera Harris?
—Sí —respondí, ansiosa.
—Me puede fallar todo, menos mis oídos —comentó orgullosa—. Ella estuvo algún tiempo con nosotras, viviendo en el orfanato Esperanza. —Abrí la boca para hablar, pero siguió—: Una chica encantadora, nos ayudó mucho con los niños. Dos años estuvo sin salir del orfanato.
—¡Veintiseis! —gritó el hombre.
—¿Por qué estuvo allí?
—¡Oh, ese es el mío! —dijo, poniéndose de pie con dificultad—. Ese orfanato luego lo compraron otras personas y ahora es mucho más grande, sin embargo, no tiene ninguna relación con el anterior —explicó, como si estuviese algo avergonzada—. Este es mucho mejor.
—¿Y usted sabe qué hacia ella allí?
La anciana hizo como que no me escuchó, y comenzó a caminar hacia el mesón.
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Estaba escrito - [Terminada]
Teen FictionA la madre de Isla Ferrer le han ofrecido un trabajo que no puede rechazar si quiere asegurar el futuro de su hija. Para esto debe viajar durante un año por distintos países. Es así que Isla se une a los planes de cambio de ciudad con la familia de...