49. Damián, una mentira, una llamada esperada, y una intoxicación

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Carum / Los Ángeles, 2019

Isla

—¿Cómo sabes? —preguntó Gastón, alarmado.

—Porque estaba hablando con él por teléfono cuando escuché que le entregaron algo —respondió, rascándose la nuca.

—¿Y qué te dijo?

—Se quedó callado unos momentos y luego preguntó si yo sabía quien era la madre de Isla. Le respondí que sí y me cortó sin decir nada más. No sé qué más sabe.

—Mierda. —Gabriel se refregó la cara y deslizó su mirada nerviosa a los demás.

—¿Dónde está él? —pregunté, con la voz temblorosa. Me aterró la idea de verlo entrar en ese preciso momento. No me hallaba para nada preparada, y tenía muy claro que así no era la forma.

—En Los Ángeles, tuvo una reunión hoy de trabajo. Yo me vine antes de que me encontrara.

—¿Y viene para acá? —Gastón arrugó la frente, y comenzó a caminar de un lado a otro—, ¿Qué le decimos?

—No puede. Tiene una otra reunión muy importante mañana. No puede faltar.

—Sí —replicó Gustavo—. No puede. Yo también debo ir, así que supongo que seré el primero que le tenga que dar respuestas. —Apoyó la cabeza en la mesa y resopló.

—El que tiene más filtro —murmuró Gabriel.

—¡Hey!

A esas alturas de la conversación mi mente se encontraba dividida en que Gerardo ya sabía que yo era hija de Vera, en que al día siguiente conocería a Damián; y en que desde que Gaspar había pisado la cocina, solo me había mirado una vez.

—Creo que no podemos hacer nada. No le contestemos el teléfono, ¿a qué hora partimos mañana? —preguntó Gaspar.

—A las 7.

—Ok —murmuró. Se giró para salir de la cocina. Y todos me quedaron mirando a mí, como si yo tuviese que ir corriendo tras él.

—¿Qué hago? —pregunté, gesticulando para que Gaspar no me oyera.

—Ve —replicó Fran. Di un paso al frente, y Gaspar se giró repentinamente, haciendo que me detuviese en seco.

—No —soltó, rechazando cualquier intención de mi parte o de cualquiera.

Uf, casi que parecía una humillación. Me sentí como un perrito abandonado bajo la lluvia: desesperanzada, y desolada.

—Gaspar... —Gastón comenzó a hablar, pero al parecer las palabras se le atoraron en la garganta porque se quedó en silencio unos segundos, hasta que preguntó—: ¿vas a seguir con esto?

Estaba escrito - [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora