Estaba escrito - [Terminada]

29. Visita nocturna y mensajes equivocados.

Carum, 2019

Isla

-No es lo que piensan. Lo importante es que está dentro de nuestro plan, los detalles no importan -expliqué, con un remolino en mi cabeza. No pude evitar seguirlo con la mirada, hasta que me encontré con la de Gastón, quien venía hacia nosotros con la bandeja del almuerzo, sin embargo, dejó la comida en una mesa cercana, dio media vuelta y salió por la misma puerta que su hermano.

-Ohhh. Eso no se ve bueno -murmuró Aarón.

Ignorándolo y prácticamente al comedor por completo que seguía pendiente de mí, comencé a proponer ideas para las citas, y mientras mis amigos defendían sus propuestas, mi mente se fue a la noche anterior.

Noche anterior

Desperté en la madrugada y me hablaron de inmediato.

-No te asustes, soy yo.

Me senté de golpe y lo vi apoyado en la ventana. Tenía una botella en su mano.

-¿Gustavo? ¿De dónde sacaste otra llave?

-Sigues creyendo que algo así me detendría. Me confundes, a veces haces como si no me conocieras.

Me refregué los ojos y vi la hora en el celular: tres de la madrugada.

-Mañana tenemos que ir al colegio. ¿Has estado bebiendo?

Levantó su botella, y le dio un sorbo.

-Ya lo pillé -dijo, caminando hacia mí y sentándose en el sofá.

-¿Qué pillaste?

Te vas a arrepentir de preguntar.

-El por qué viniste a este pueblo.

No, imposible que lo sepas.

Rodé los ojos aunque él no me pudiese ver.

-Que bueno, ahora te puedes ir y me dejas dormir.

-Por un segundo me la creí. Eso de que viniste solo por acompañar a tu amiga. -Se pasó la mano por el cabello-. Pero... estuve averiguando.

Me negué rotundamente a que estuviera diciendo la verdad, porque si supiese todo no habría estado para nada así de tranquilo.

-¿Podemos hablar de esto en otro momento? Mañana hay examen, quiero dormir.

-y...¿justo al pueblo donde yo vivo? ¿Cómo puede ser tanta la coincidencia? ¿Te acuerdas cuando éramos felices juntos? ¿Llegando acá te arrepentiste?

Resoplé, sin poder evitar recordar cuando no me quería despegar de su lado.

-No, y eso ya no importa.

-¿Y no te importaría si comienzo a salir con una de tus amigas? Porque así como usas a Gastón para alejarme, yo podría usar a otra persona para olvidarme de ti.

-Así que crees que el mundo gira a tu alrededor. No esperaba menos de ti.

-Sigue siendo por mí.

Se levantó de golpe y se subió a mi cama. Prendió la pantalla de su teléfono, iluminando sus facciones. Su cara varonil apareció como un sueño -o pesadilla-. Se mordía el labio inferior mientras buscaba algo en su celular.

¿Y si estoy soñando?

De repente frenó sus dedos y me clavó los ojos, que cautivadoramente analizaron mi pijama escotado.

-¿Por qué has estado bebiendo?

-Porque me acordé de ti.

-¿Esa es tu excusa?