Fictober [Yugkook]

❥ Día 5: Hanahaki

- Hey. -le llamó con cierta dulzura en su voz, acercando su mano de una forma tímida hasta su rostro, acariciando muy despacito su rostro con leves roces hasta despertarlo de a poquito- Buenos días, dormilón. ¿Cómo estás?

- Estoy bien, buenos días. -El pálido contestó soltando un bostezo bastante bonito entre medio, sonriendo de manera tímida por las caricias suaves en su rostro, siendo un contacto bastante tranquilo por parte de su novio.- Te quiero. -mencionó, teniendo la necesidad de decirle que le tenía cierto cariño.

- También te quiero, Gyeomie. -tras acercarse para dejarse un cálido beso en sus labios decidieron despertar bien de su sueño y levantarse de sus camas para dar inicio al día.

Si nos ponemos a hablar de su relación hay tantas cosas que contar de ellos dos. Son chicos que han sufrido mucho en el pasado como cualquier persona normal, bullying, molestias, falsos amigos y mentiras por parte de miembros de su familia por culpa de una orientación sexual y su físico para nada 'adaptable' a la sociedad, no obstante supieron cómo salir adelante demostrando su fortaleza interna, hasta que; cierto día en donde las flores del cerezo dejaban su precioso color rosado por las calles del lugar, se encontraron por primera vez.

Fueron mejores amigos desde el principio sin problemas o disputas, como almas gemelas que fueron obligadas a separarse, pero que se volvieron a encontrar mucho tiempo después. Tuvieron una química tan extraña y bonita que les permitió amigarse muy rápido desde el principio.

Se complementaron como nadie nunca lo hizo en el mundo, casi como si se conocieran desde hace mucho tiempo atrás. Por ende, no era raro cuando en cuestión de una semana se hicieron más que amigos, eran personas que no podían vivir sin el contacto del otro, siendo inseparables para todo lo que hacían, se contaban todos sus problemas, sabían un poco del pasado del otro, se guardaban secretos e inclusive les caían mal las mismas personas.

Simplemente eran almas incomprendidas desde un principio que creyeron complementarse con tan solo el bonito sonido de las palabras salidas de su boca. Con el tiempo confesaron su amor por el otro, siendo más que correspondidos, aceptándose amarse más allá de la amistad.

Podían sentirse bien, eran libres de tener un romance, nadie les quiso hacer el mal, nadie intentó separarlos y no había celos entre medio (No obstante eso no dejaba de lado que habían ciertos comentarios malvados de gente del exterior, pero a ellos no les importaba para nada la opinión de personas que no conocía). Eran seguros uno del otro, se tenían la confianza suficiente como para explicarse que había pasado en un solo día, cuantas personas habían coqueteado con ellos o si había algo que no les gustara de su relación sin rodeos o excusas.

Los pensamientos de las personas que estaban a su alrededor decían "que bonito debe ser tener una relación así de pura", "que envidia encontrar a tu alma gemela sin tener problema con las personas de alrededor" puras personas ingenuas que no sabían lo que enserio había entre medio o que no sabían que el futuro era muy incierto, y siempre pasan cosas malas, no importa qué.

Tras meses de relación, su segundo año de novios estaba a la vuelta de la esquina, pronto las flores del cerezo de rosado color se haría visible, el invierno estaba dando fin y se podía admirar bien eso ya que los arboles dejaron de ser de colores blancos para empezar a tener un poco más de vivos matices y pequeñas hojas en sus ramas.

El primer día donde las flores del cerezo aparecían significaba un año más en que Jungkook estaba con YuGyeom y viceversa como una bonita pareja, sin tener problemas, sin tener emociones fuertes o personas que los quisieran separar, estaban esperando ese bonito día con tanto entusiasmo que no pensaban en nada más.

- Mañana es nuestro aniversario. -mencionó YuGy con una sonrisa en su rostro mientras se acomodaba sus tenis sobre el sofá con cierta dificultad al tener piernas bastante largas.