❥ Día 17: Destrozado

246 19 8
                                    

- El día de hoy va a ser divertido... -un guardia lo sostuvo del brazo mientras le obligaba a caminar con las manos esposadas en frente suyo haciéndole doler un poco por la presión que ejercían en sus muñecas.

- ¿A dónde vamos? Suficiente fue pasar una asquerosa mañana encerrado en una habitación. -gruñó por lo bajo, hace poco lo habían atrapado por tonto, y no iba mentir que tenía cierto miedo de morir en un lugar así, encerrado entre cuatro paredes gruesas absorbente de sonido y sin alguna ventana alrededor.

- Ya verás. -mencionó con un tono bastante tranquilo como para creer exactamente lo que decía. 

En la noche anterior en su habitación: si no fuera porque había una enorme iluminación y el lugar era muy amplio lo podría asimilar como una cárcel porque hasta la comida que le venían dando desde ayer era un total desastre ¿Quién demonios sería capaz de comer avena con un vaso de agua? Se había acostumbrado a las cosas que Gyeomie le cocinaba, o de lo que se compraba en la calle en los lugares públicos, entonces que de un día al otro le obliguen a comer cosas para ricos que eran en menores cantidades a las que ya estaba acostumbrado solo le daban más hambre o nauseas por los horribles sabores que estos tenían.

Entre ello, intentó salir del lugar, sin embargo, no encontró como hacerlo, intentó hasta golpear la pared con un pedazo de madera, pero los ladrillos que lo cubrían eran tan grandes que solo se rindió cuando el día había empezado, así que tras cansarse solo se fue a dormir hasta que le obligaron a levantarse, llevándolo de manos atadas a un lugar con la idea de que se iba divertir entre medio.

No iba mentir que estaba un poco aterrado por lo que fuera a pasar, pero a la vez la curiosidad era más grande que él.

Sin embargo, cuando lo lanzaron en un pequeño calabozo con un segundo piso arriba como si se tratara de una sala de espionaje observó que una puerta se abrió delante suyo mientras en la que él había entrado se cerraba atrás de su espalda.

¿Qué era lo que estaba ocurriendo? Unos guardias trajeron a un chico con una bola negra cubriendo su cabeza que no le permitieron ver de quien se trataba, pero no bajó la guardia y levantó las manos preparado para pelear con quien fuera que era ese ser.

No obstante, jamás esperó que al momento que la bolsa le sacaron se tratara de nada más y nada menos que su pequeño Gyeom, aquel chico con el que estuvo viviendo y escapando desde hace mucho tiempo. ¿¡Qué era lo que estaba haciendo allí?!

- ¡YuGy! -intentó correr hacia él, sin embargo, cuando el menor alzó su mirada para verle soltó un grito aterrado ocultándose atrás de un guardia, haciendo que Jungkook retrocediera confundido y con un dolor en el corazón- ¿Q-Qué le hicieron? ¡Díganlo ya!

- Solo un poco de adrenalina en sus venas para que sea capaz de atacar a aquello que más ama. -Jungkook alzó la vista, observando como aquel personaje que antes se hacía llamar su dueño se sentó sobre una silla roja de terciopelo a verlo con una sonrisa ladina.

- ¿De qué carajo estás hablando?

- Denle el arma, chicos... -tras lo dicho uno de los hombres de negro le dio al menor un cuchillo, susurrándole algo en su oído que no alcanzó a oír por su lejanía, pero podía asegurar que no fue algo bueno ya que la mirada del menor se alzó hacía él con cierto enojo y determinación en su mirar.

Tras lo dicho, soltaron a este y se fueron cerrando la puerta atrás suya, Jungkook iba acercarse a su menor, si no fuera porque este lo había hecho primero soltando un grito intentando clavarle el cuchillo en su cuerpo.

- ¿¡Y-YuGy?! ¡¿Qué estás haciendo?

Esquivó los ataques como pudo.

- ¡Vamos, YuGyeom! ¡REACCIONA! ¡T-Tu nunca serías capaz de matar ni a una mosca! -corrió por las cuatro paredes que estaban a su alrededor, el lugar era muy estrecho y le estaba dando bastante miedo de que YuGyeom se las ingeniara para clavar su cuchillo contra su piel.

Fictober [Yugkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora