❥ Día 18: Plantas

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- ¡YuGyeoomiee! ¡Hyuung! -el pequeño cachorro empezó a caminar por el largo bosque en busca de su mayor- ¡Ya terminé de juntar comida! ¿Dónde estás? -frunció suave su ceño mientras caminaba con una canasta llena de frutas y un par de sándwiches en busca del contrario.

Ese día, el pequeño lobezno había encontrado a una familia acampar en un lugar no muy lejos de su hogar, así que de manera traviesa se había escabullido entre los arbustos saltando hasta quitarles su canasta de comida. Sujetó el objeto con su boca mientras corría con las personas atrás de él a punto de atraparlo.

Si no fuera porque se había equivocado de camino y sin querer había caído a un pequeño lago varias de las comidas que había dentro de la canasta no se habrían arruinado. Aun así, no se rindió en su búsqueda de la cena perfecta para él y su mayor, así que sacó los alimentos que se vieran feos o muy aguados y dejó un par de sándwiches que lograron salvarse para su suerte.

Asimismo, recorrió parte del bosque en camino a su hogar sacando un par de frutas de los árboles o por debajo de la tierra. Así ya tenía una canasta llena de frutas como manzanas, bananas e incluso uvas con papas y los sándwiches de mantequilla tanto de maní como de frutas como frutilla y durazno.

- ¡Gyeomiee Hyuung! -alzó de nuevo su voz, estaba en su hogar de nuevo, rodeado de un montón de árboles al rededor como una casa hecha con el tronco de los árboles que crecían a su alrededor dejando un círculo mal hecho donde él podía recostarse y dormir junto a su mayor.

El contrario no se encontraba cerca de la casa, pero el menor podía oler su aroma sabiendo que estaba cerca de ella. Y como una vez este le había mencionado que iba ser peligroso que saliera cuando el sol estuviera por ocultarse decidió permanecer entre los árboles haciendo lugar en el suelo, creando con un par de piedritas y ramitas una mesa pequeña donde pudo poner la canasta y sentarse a un costado totalmente feliz.

Tal vez se demoró mucho, ya que cuando vio por el pequeño lugar donde él consideraba la puerta, el cielo era ya nocturno, la luna ubicada arriba con las estrellas haciéndole compañía, y aún sin señal del mayor.

Jungkook sabía que YuGy, como dios del bosque, debía procurar que todo estuviera bien al rededor ¿Pero por qué ese día estaba demorando tanto en llegar para cenar juntos? Y justo cuando el lobezno se había esmerado tanto en buscar comida para los dos, aunque era probable que Gyeom no comiera, pero aun así había hecho un gran esfuerzo en buscar todos los alimentos.

¡Encontrar a esos campistas no había sido para nada fácil! Tras soltar un bufido se recostó un rato, quedándose dormido de pronto. Para su suerte, cuando se despertó se encontró con su mayor entrando a su hogar con un rostro calmado.

- ¡Hyung! -soltó un chillido haciendo aparecer su colita de lobo sacudiéndola de un lado a otro- ¡Llegaste!

- Así es~, lamento demorar mucho, había muchas personas queriendo entrar a hacer daño a mi bosque, así que me encargué de cerrarles el paso, de seguro no van a molestar más durante un tiempo, o quien sabe. -tras entrar movió una enorme piedra que ocupaban como puerta, cerrando la abertura que había entre los árboles para que nada pudiera entrar.

- Tu sabrás~, después de todo por tus raíces puedes sentir si alguien está haciendo daño tu bosque ¿No? -El mayor lucía como un humano normal, si no fuera porque en su espalda colgaba un par de raíces enormes como si se tratara de algún pulpo, eso último le daba cierta ternura al recordar como Jungkook desde pequeño le solía decir pulpito-Hyung hasta que un día solo cambió de apodo.

- Sí, aun así, si me distraigo es algo sabido que puede que no sienta cuando me estén haciendo daño. Quizás estén viniendo para acá, pero yo estoy hablando contigo y no me concentro en eso. -sonrió un poco con cierta timidez, Jungkook hizo un puchero.

Fictober [Yugkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora