Jungkook movió sus piecitos de un lado a otro mientras miraba al frente con las mejillas infladas en una clara molestia, o quizás tomado así también como un berrinche.
Otro día en la sala de espera del hospital donde era atendido su tan extraño síntoma de Satiriasis del cual nadie más sabia que él mismo junto a su doctor.
Un día, la madre de Jeon se había cansado de que su hijo no prestara atención en su secundaria, el menor se comportaba de una forma tan extraña que Irene consideró la posibilidad de que su hijo menor pudiera tener algún síntoma de incapacidad de prestar atención.
Jungkook siempre había sido un chico muy hiperactivo desde niño. Nunca podías tenerlo quieto en un solo lugar sin que estuviera haciendo una rabieta o gritando a los cuatros vientos. Irene nunca se había cuestionado sus comportamientos, después de todo pensó que se trataba de un chico con mucha energía para darlas al mundo, además de que no ocasionaba ningún problema para ella.
Era alguien bueno que ordenaba sus juguetes, corría por los parques de diversiones en busca de algún nuevo amigo. Su sociabilidad era muy extensa, llegando a caerle bien a muchos niños, sin embargo, ninguno se comparaba con él. Jungkook era único, y eso lo dejaba en claro por medio de su batería llena siempre.
Hasta que, el día de empezar la primaria empezó. Con eso, los problemas por parte de los maestros. El pequeño Kookie tenía la costumbre de poner siempre los juegos antes que el estudio, a pesar de las quejas de sus profesores, su madre logró ponerlo en su lugar para que pudiera estudiar.
Tenía ciertos problemas al momento de concentrarse, pero cuando se lo trataba con mucho amor y tiempo lograba hacer grandes cosas. Por ende, cuando llegó el tiempo de entrar a la secundaria, La señora Jeon pensó que podría ser un nuevo mundo para su niño.
Su pequeño había pasado por graves problemas que le hicieron perder la energía que tenía, y eso se debía al ex novio de su mamá. Su madre por un tiempo salió con un chico de su misma edad, salían juntos en citas, cocinaban juntos y el amor parecía ser el más sincero del mundo. Inclusive Jungkook se hizo amigo del hijo de este señor, un chico de cabellos castaños y sonrisa peculiar, a pesar de las diferencias de 4 años en sus edades Jungkook pareció agradarle.
No hasta que el adolescente de 16 decidió jugar a algo más que al balón, enseñándole a Jungkook un mundo totalmente diferente, expandiendo su imaginación y enseñándole cosas que jamás pensó sentir.
Con eso en su mente, al comienzo de la secundaria fue un total caos. Su madre se había separado de su pareja porque se había enterado de que este la estaba engañando, y con eso el problema reciente de Jungkook que pareció haberse perdido por un tiempo regresó con mucha más fuerza.
El pequeño Jeon en su primer año no prestaba atención a las clases, mencionando siempre que conocía personas nuevas en los recreos y que su nombre se conocía en diferentes salones, considerándose a sí mismo como un chico popular. Un chico social con graves problemas para la concentración en sus estudios.
No importara de qué manera fuera enseñada la clase, Jungkook jamás prestaba atención. Y no porque se la pasara molestando en clases, sino porque su mente estaba en la luna, imaginando o no cosas que podrían pasar.
Irene pensó que era porque las clases eran aburridas, pero con el paso de los años eso jamás había cambiado. Así que, cansada de intentar, investigó un poco en internet sobre qué hacer en una situación así. Porque ya no podía con la falta de concentración de su pequeño, y sobre todo porque este se había empezado a comportar bastante agresivo con ella en ciertos días, cosas que no pasaba en el pasado.
No eran síntomas tan comunes en adolescentes. Pero vio por internet que la falta de atención de su pequeño podría tratarse de algún trastorno de dislexia, así que optó por pedir una cita con un doctor y que así pudiera examinarlo bien para darle una ayuda junto a un psicólogo.
ESTÁS LEYENDO
Fictober [Yugkook]
RandomAdvertencia: * Contenido que puede ser sensible para el lector. * Filias. * Lemon salvaje. * Mención de homicidio. * Man, soy una kk para temáticas sangrientas, pero haré lo que pueda. Luego no me hago responsables de traumas ¿Okei? - Y...