❥Día 4: sogas / cuerdas

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Tras un largo día de trabajo, YuGyeom se permitió llegar a su departamento y lanzarse sobre el cómodo sofá de la sala aflojando un poco la corbata en su cuello acomodándose dentro de su asiento con la intensión de pegarse una ligera siesta luego de un largo día.

El día había sido malditamente largo y agotador. Ni que pudiera ser algo fácil atender en un bar como mesero a una cantidad inmensa de personas, ir y venir haciendo sentir satisfechos a un montón de clientes, oír quejas tanto de ellos como de su jefe, limpiar las mesas luego del desastre que ocasionaban los consumidores, y de vez en cuando tocándole el aseo de la cafetería a él solo como castigo por dar una mala impresión a un cliente.

Qué más daba, ese día había sido fatal que solo tenía en mente que quería dormir una siesta en la comodidad de su sofá, pero tal parece que su bonito novio no estaba pensando lo mismo que él.

Jungkook, vistiendo una camisa de su novio que le tapaba hasta sus muslos y bóxer bajó por las escaleras de su habitación hasta la sala principal, ocultando su cuerpo con esa camisa grande que le llegaba hasta sus muslos.

- ¡Gyeomie! -chilló al verlo sentado en el sofá, o más bien recostado sobre este con el rostro cansado.- ¡Viniste ya!

- Lamento llegar tarde -se disculpó el contrario soltando un leve suspiro sin moverse de su lugar.- Unas señoras asquerosas quiso sobrepasarse conmigo tocando mi trasero, entonces me enojé y le grité. Luego salió a decir a mi jefe que yo le estaba dando un mal trato. Y que por mi culpa no iba dejar ni propina ni se iba molestar en ir de nuevo a la cafetería.

- Dejame adivinar; de seguro tu jefe se enojó luego y te obligó a limpiar el lugar. -supuso, ganando un asentimiento de cabeza en afirmativo de su novio.

- Estás en lo cierto, cariño. Así que... Si me disculpas, un montón de lo sientos, pero quisiera dormir un poco, estoy muy cansado. Luego podemos hacer la cena juntos ¿Te parece bien? -el contrario bajó su mirada unos segundos con cierta tristeza.

Él le tenía una sorpresa a su novio ¿Por qué justo cuando aprendió a hacer nudos en su cuerpo al mundo se le ocurrió molestarle?

- Está bien. -contestó bajito. En el tiempo que estuvo a solas luego de estudiar en línea se había puesto a investigar ciertos vídeos que pudiera ayudarle con su vida sexual. Y entre ellos se encontró con algo que le había llamado su atención.

BDSM, las siglas daba cierta curiosidad que la sació en cuestión de segundos gracias a su computadora. Y una de las partes que le pareció la cosa más eróticas de todas fue el bondage. Amarrar su cuerpo con sogas apretando ciertas zonas que hacían resaltar sus atributos, como sus pechos, trasero o incluso su polla.

Tras una larga tarde llena de vídeos tutoriales en youtube sobre cómo hacer ese tipo de nudos, compró un par de sogas que le llegaron bien rápido (sí, también había descubierto que existía una tienda que se especificaba en ese tipo de fetiches masoquistas y sadistas cerca de su hogar), y comenzó amarrar su cuerpo de acuerdo a los vídeos que veía.

Tras largas horas de intento había logrado amarrar bien su cuerpo de una forma principiante, pero luciendo muy bonito entre las sogas. Enserio quería que su novio llegara ya para darle la noticia de su descubrimiento y casi nuevo don.

Aunque habían dos posibles reacciones por su parte, una; que lo viera como un loco fetichista que solo piensa con la polla, y dos; que él también tuviera un gusto extraño por su cuerpo de esa manera. A pesar de que tenía miedo de que la reacción de su amante fuera como la primera, aun era una persona positiva, así que apenas escuchó que la puerta fue abierta corrió a por una camisa de su novio y esperó en la cama como siempre, como si estuviera por dormir.

Fictober [Yugkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora